1º de septiembre de 2021. El 1º de septiembre, entró en vigor una ley en Texas que en efecto penaliza todos los abortos después de aproximadamente seis semanas de embarazo. Hay unos seis millones de mujeres de edad fértil en Texas que ya son privadas de la posibilidad de terminar un embarazo de manera sana y legal. A la fecha, la Suprema Corte ha rechazado conocer una apelación de emergencia, así que la ley ha entrado en vigor.
Califiquémoslo por lo que es: ser obligada a tener un bebé contra la voluntad de una es una forma de esclavitud.
Pero eso ni siquiera es lo peor. Esta ley fue redactada de tal manera que permite que cualquier fanático u odio-mujeres en cualquier parte… cualquier ex novio vengativo o acosador… cualquier fascista cristiano estadounidense engreído al estilo del Talibán… o cualquier otro… utilice el poder del estado para demandar a cualquier persona que siquiera ayude en cualquier forma a una mujer para obtener un aborto. Se lanzarán acusaciones y demandas. La fea estigmatización histérica mediática avergonzará, perjudicará y aislará a las mujeres y a aquellos que las apoyan. Turbas fascistas cobrarán impulso — y fortalecerán su embestida general para consolidar con candado su pesadilla supremacista blanca, supremacista masculina, antiinmigrante, de “Hacer que Estados Unidos Vuelva a Tener Grandeza”.
Este momento debe ser un momento de paralizarlo todo. Las calles deben estar llenas de brotes furiosos de resistencia que se niegan a dejar que arrastren forzosamente al pasado a las mujeres y las esclavicen. Artistas y figuras públicas deben alzar la voz con un hasta aquí. Hay que movilizar a toda la sociedad para detener esta ley fascista y para examinar la naturaleza del sistema que permitiría que se esclavizara a las mujeres de esta manera. Números cada vez mayores de personas deben estar elevando la vista y organizándose en la única alternativa real y tremendamente liberadora a este sistema y a sus horrores intensificados: ¡una revolución real!
Pero, al contrario, muy pocos están enterados de esta ley fascista. Y demasiadas personas que sí saben no están diciendo nada de nada al respecto.
De El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!, Episodio 67, en inglés:
De El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!, Episodio 67, en inglés:
Entrevista de Sunsara Taylor a Toni Redtree, articulista de revcom.us, sobre la emergencia del derecho al aborto
¿Por qué? En gran parte, porque el Partido Demócrata y los grupos en pro de los derechos reproductivos y los derechos de las mujeres vinculados a ese partido han estado confiando en los “canales normales” de demandas judiciales y legislación y todavía están confiando en dichos canales, al mismo tiempo que las cortes y legislaturas están cada vez más llenas de fascistas emperrados en tergiversar la ley para que sirva de instrumento de atrocidades fascistas o en botar la ley por completo. En vez de movilizar la indignación de millones de personas, estos grupos están aceptando de antemano que se penalizará el aborto en grandes extensiones de Estados Unidos y están trabajando para proteger el acceso en unos pocos lugares y ayudarles viajar a (algunas) mujeres desde los estados antiaborto.
¿Qué será el resultado de esto? Ahora mismo en Texas, hay mujeres que aún no se dan cuenta de que están embarazadas — muchachas de 17 años de edad que sueñan con ir a la universidad y otras cosas, treintañeras que se esfuerzan por mantener a cuatro o cinco hijos, mujeres que viven en sus carros o están atrapadas con una pareja abusiva. Ya para cuando se den cuenta de su embarazo, ya será muy tarde para conseguir un aborto. Se verán obligadas a tener hijos contra su voluntad. Otras se arriesgarán la vida —o se arriesgarán que queden presas— provocándose el aborto solitas. De una u otra manera, sus vidas cambiarán de un momento para otro. Y cada día, detrás de ellas, habrá más mujeres… un choque en cadena de miles y miles de vidas truncadas. Una desesperación cada vez mayor. Relaciones abusivas consolidadas más firmemente sin posibilidades de cambio. Un mensaje a todas las mujeres en todas partes: Por grandes que sean sus logros, por más que aspiren, no son mucho más que una incubadora. La venganza y el castigo serán movilizados contra cualquier persona que se atreve a desafiar. Y tarde o temprano (muy probablemente temprano) este cierre fascista de todo acceso al aborto se extenderá por todo Estados Unidos y cada vez más a otras partes del mundo.
Pero esto NO es el único futuro que es posible. El desmoronamiento de las normas que se han perdurado tanto tiempo en Estados Unidos —que incluyen el derecho fundamental al aborto con todo lo que esto significa para la vida de las mujeres— no solamente conlleva el potencial para una resolución fascista radicalmente reaccionaria. También abre la posibilidad de algo que hace falta desde hace mucho pero que es posible en momentos pocos comunes en un país poderoso como éste: la oportunidad de madurar y ganar una revolución real que posibilita que la humanidad avance más allá de un mundo donde miles de millones de seres viven amolados por una explotación que enriquece a otros, donde la supremacía masculina y la supremacía blanca dominan, se destruye el medio ambiente, se impone la ignorancia, y un país (Estados Unidos) aterroriza y trata de controlar el mundo mientras contiende y batalla contra otras potencias por la supremacía e impone un sistema mundial de superexplotación y opresión.
Un elemento clave de arrancar un futuro positivo a estos tiempos extraordinariamente peligrosos es de zafarse de los confines del Partido Demócrata (y de los “grupos feministas” vinculados con ellos) y movilizar la furia justificada de las mujeres y de otros contra esta esclavización. Como Bob Avakian, el arquitecto del nuevo comunismo, lo describió en su artículo, “ESTE ES UN MOMENTO POCO COMÚN EN QUE LA REVOLUCIÓN SE VUELVE POSIBLE — POR QUÉ ES ASÍ Y CÓMO APROVECHAR ESTA OPORTUNIDAD POCO COMÚN”:
En lugar de ser una cola del burro demócrata —con sus esfuerzos por mantener en marcha este sistema monstruoso, y lidiar con el creciente peligro fascista, apoyándose en los “procedimientos normales” de este sistema y los fútiles esfuerzos por “curar las divisiones” que se están profundizando día a día—, es necesario que las personas trabajen para la revolución que se necesita con urgencia, y lidien con el peligro fascista como parte de hacer eso.
¡Ya es hora de que llenemos las calles con indignación! ¡Ya es hora de organizarnos para una revolución real!
¡UN FETO NO ES UN BEBÉ! ¡EL ABORTO NO ES ASESINATO! ¡LA MUJER NO ES INCUBADORA!
¡LA MATERNIDAD OBLIGATORIA CONSTITUYE LA ESCLAVIZACIÓN DE LA MUJER!
¡ABORTO A SOLICITUD Y SIN PEDIR DISCULPAS!
¡ROMPER LAS CADENAS! ¡DESENCADENAR LA FURIA DE LA MUJER COMO UNA FUERZA PODEROSA PARA LA REVOLUCIÓN!