¿Cómo va a adquirir el proletariado conciencia de clase y cómo va a conquistar a las amplias masas para que tomen una posición proletaria?
En ¿Qué hacer?, Lenin recalca que la forma en que las masas adquieren conciencia de clase proletaria es enseñándolas y capacitándolas a responder a todos los principales problemas sociales y mundiales, y a ver todas sus manifiestaciones en cada una de las otras capas sociales; pero hay que enseñarlas a hacer eso desde el punto de vista del proletariado consciente de clase y no de ningún otro. Hay que enseñarlas a ver no solo cómo entran en conflicto con la clase dominante en la esfera estrecha e inmediata de las relaciones económicas con los patrones (o con sus explotadores y opresores inmediatos), sino también en el sentido más amplio en el cual el proletariado como tal entra en conflicto con la clase dominante. Además, tienen que aprender a hacer lo que Lenin llama un "análisis y apreciación materialistas" de todos los principales problemas sociales y mundiales, y de sus manifiestaciones en diferentes clases y capas sociales, para así reconocer y distinguir la naturaleza y los intereses de cada una de las clases y capas sociales.
Este es un punto sumamente importante que hay que recalcar, porque especialmente en un país como Estados Unidos hoy día es muy fácil, incluso para nosotros, enredarse sobre qué es conciencia de clase proletaria, a diferencia de otras posiciones de oposición o radicales de las masas u otras capas. Y si esto no está claro y si no lo repasamos, es muy fácil desviarse hacia uno de esos otros puntos de vista. Por otro lado, como he señalado, también es relativamente fácil tomar una posición de superioridad o desdén, o simplemente cerrar los ojos, ante lo que está pasando en las otras capas sociales. Lo que Lenin recalca es que las masas jamás adquirirán conciencia de clase proletaria si hacemos eso; que la única forma en que van a adquirir esa conciencia de clase es si las capacitamos y llevamos a responder en la práctica de una manera materialista, con un "análisis y apreciación materialistas", ante todos los problemas y acontecimientos importantes, y sus manifestaciones en todas las clases y capas sociales.
Mejor dicho, las masas tienen que llegar a entender, si me lo permiten, la "fisonomía política" y las características de todas las clases y capas sociales: ¿cuáles son sus actitudes y respuestas características a los principales acontecimientos y, por medio de eso, cómo ver las características políticas e ideológicas de cada una de esas clases y capas sociales? ¿Cómo aprender a distinguir los intereses de clase (en los intereses de clase del proletariado de los demás), y a la vez ver que es necesario unirse con esas otras fuerzas de clase y que existen las bases para hacerlo, no obstante que tengan un punto de vista e intereses diferentes?
Ahora bien, esto es un proceso dinámico y complejo, y es fácil desviarse hacia la "izquierda", en el sentido de tomar posiciones estrechas y sectarias con respecto a otras capas e incluso hacia las masas proletarias o desviarse hacia la derecha y perder de vista la diferencia esencial entre la posición proletaria y las demás. Así que la cuestión crucial es cómo, en medio de todo eso, pueden aprender las masas proletarias a distinguir sus propios intereses de clase, los del proletariado, de los de otras clases y capas sociales; no solo del enemigo, la clase dominante, sino también de los amigos y aliados o posibles aliados.
La verdad oculta
Esto recalca un importante punto planteado al final de El falso comunismo ha muerto... ¡Viva el auténtico comunismo!: que el pueblo necesita materialismo. Lo necesita en un sentido general y lo necesita especialmente hoy, pues hay un idealismo desenfrenado. El pueblo necesita materialismo, en particular el materialismo histórico. Y no lo necesita solo en un sentido teórico general; no solo necesita conocer y aprender ese punto de vista y metodología en general, sino aplicarlo a la vida real, a todos los acontecimientos sociales y mundiales, y ver cómo afectan a cada una de las clases y capas sociales. Las masas necesitan materialismo, necesitan materialismo histórico; necesitan que se aplique y necesitan aprender a aplicarlo ellas mismas.
Hay tanta experiencia común de las masas que está tapada, específicamente de las masas proletarias, tanta opresión común que reconocen cuando se reúnen y comparten experiencias.
Una persona negra de un proyecto multifamiliar de Los Angeles puede tener vecinos mexicanos y tener muchas cosas en común con ellos (lo que el sistema les ha hecho y cómo han luchado), y así y todo no darse cuenta de eso y dejarse enredar en los antagonismos y problemas cotidianos (en lo que el sistema, espontáneamente, y la clase dominante, conscientemente, alientan). Así que es muy importante que nosotros apliquemos el materialismo histórico y mostremos los intereses comunes y, concretamente, las experiencias comunes y luchas comunes para que lo vean.
Por ejemplo, muchos negros a veces no saben lo que sus vecinos tuvieron que vivir en México, lo que les llevó a parar en el proyecto. La burguesía nos les dice lo que pasó en Chiapas u otras partes de México ni por qué tuvieron que dejarlo todo, por qué se vinieron tantos salvadoreños ni lo que tuvieron que vivir. Hay importantes obras como la película "El Norte" y otras que enseñan algo de eso, lo cual es muy importante. El arte y la cultura pueden desempeñar un papel importante, pero nuestro Partido tiene un papel general insustituible e indispensable de mostrarle esto clara y vívidamente a las masas, de tal forma que les permita ver sus intereses de clase comunes y que las diferentes experiencias, incluso internacionales, tienen conexiones e intereses de clase comunes; mostrarlo de tal forma que les permita ver, también, cómo eso se distingue de otras clases y capas sociales, pero, asimismo, ver las bases que existen para unirse o conquistar (por lo menos a neutralidad amistosa) a esas otras capas. Eso es algo que la gente tiene que comprender.
Por otra parte, los mexicanos que viven en un proyecto con vecinos negros (digamos mujeres negras que reciben welfare) puede que no comprendan qué han tenido que vivir esas mujeres y qué las llevó a recurrir al welfare. Tienen que saberlo. No estoy hablando de conocimiento divorciado de la práctica social, sino del conocimiento que se adquiere por medio de la totalidad del trabajo y la lucha revolucionarios.
Reconfiguración estratégica
A la luz de lo que acabo de decir, es muy importante entender que la unidad del proletariado no es una "coalición de los oprimidos"; y que el núcleo sólido1 del frente único no es la fusión del punto de vista y los intereses del proletariado con los de otras fuerzas de clases (aun cuando así lo expresen quienes son, estratégicamente, los aliados más cercanos y firmes del proletariado, o incluso aun cuando lo expresen espontáneamente las masas proletarias y el proletariado de las nacionalidades oprimidas). El frente único tampoco es una coalición pragmática, ya sea a corto o largo plazo, que pretenda unir a todos en torno a un "mínimo común denominador"; o algo en lo cual "todos hacen lo que quieran y al final todos saldrán beneficiados"; ni mucho menos se puede basar en la idea de que "todos usen a todos", "tú me ayudas, yo te ayudo". No tiene nada que ver con eso.
El Frente Unico bajo Dirección Proletaria es una orientación y un método, una estrategia, para la reconfiguración de fuerzas de clase: la reconfiguración estratégica de fuerzas de clase en la cual los intereses y puntos de vista del proletariado adquieren la dirección por medio de un tortuoso y complejo proceso de unidad-lucha-unidad.
Al construir ese frente único surgirán fuertes tendencias, ya sea al seguidismo de otras fuerzas de clase (como la tendencia a seguir el punto de vista de otras fuerzas de clase que expresen las masas), y/o al sectarismo hacia esas fuerzas. Digo "y/o" porque se puede hacer las dos cosas a la vez. Por ejemplo, en el trabajo estudiantil, es posible ser seguidista y sectario al mismo tiempo. Con las capas intermedias de las nacionalidades oprimidas, asimismo, los revolucionarios pueden tomar una posición seguidista y sectaria a la vez; eso lo hemos descrito como oscilar entre considerarlas "fabulosas o una porquería".
¡Si vamos a equivocarnos, nos podemos equivocar de muchísimas maneras, con una variedad de combinaciones! Eso es fácil. Pero para hacer bien las cosas se necesita una combinación diferente, mejor dicho, una síntesis correcta. Así que al construir el frente único surgirán fuertes tendencias al seguidismo y/o al sectarismo hacia otras fuerzas de clase y, tanto dentro del Partido como con los avanzados que trabajan con él, habrá que luchar para derrotar y superar esas fuertes tendencias, así como para fortalecer y profundizar nuestra comprensión y aplicación de nuestra ideología y línea en ese proceso.
Aquí se ve otra vez el problema mencionado en "El heartland...de la locura babilónica" sobre dónde hay que tener los pies plantados. Tenemos que formar amplias alianzas, porque si no lo hacemos no vamos a ganar; vamos a perder tanto militar como políticamente. En una palabra, perderemos o no daremos la talla. En este juego si uno no da la talla el enemigo lo aplasta y eso desmoraliza a las masas, así que hay que prevenirlo. Tenemos que tener nuestros pies firmemente plantados en los intereses y punto de vista del proletariado y no de otra clase; y precisamente desde ese punto de vista veremos lo necesario que es la unidad, y reconoceremos y seremos capaces de forjar el camino hacia una unidad mucho más amplia que si estuviéramos plantados en las capas de la pequeña burguesía, incluso si se tratara de sus sectores más alienados y radicales.
Precisamente desde la posición del proletariado se puede ver que las masas (en particular el proletariado avanzado, pero las amplias masas también) necesitan entender la estrategia del Frente Unico bajo Dirección Proletaria. No es algo que solo nosotros los revolucionarios tenemos que comprender y aplicar; también tenemos que popularizarla entre las masas: ellas necesitan saber cuál es nuestro plan para reconfigurar las fuerzas de clase y lograr la configuración que nos permitirá ganar, conquistar el poder y seguir adelante. Si vamos a llevar a cabo esta revolución, las masas necesitan saber lo que estamos haciendo, abrazarlo y encarnarlo. Así que hay que popularizar nuestra estrategia y línea general, y hay que contrastarlas con otras orientaciones y criterios que no serán capaces de unir a todos los que se pueda unir y por tanto no traerán la verdadera solución.