¿Cómo sabrán los revolucionarios de un país como Estados Unidos cuándo es posible iniciar la lucha revolucionaria por el poder? Y, ¿qué tiene que ver eso con la orientación estratégica del Frente Unico bajo Dirección Proletaria (FUDP)?
Con respecto al proceso de prepararse y de librar una guerra revolucionaria cuando maduren las condiciones, en la serie "Pregúntale al Presidente" (OR, No. 834), dije: "En todo momento el pueblo debe armar resistencia contra sus opresores y defenderse de sus ataques y de sus sabuesos. El partido debe dirigir a las masas en esas luchas y procurar que ese trabajo contribuya a la preparación omnímoda de la revolución, convirtiendo los lugares donde el pueblo vive y trabaja en plazafuertes de la revolución. Pero en Estados Unidos y otros países imperialistas, solo es correcto entrar en una `situación de guerra' y en acciones militares contra el sistema cuando se presenten las condiciones para llevarlas a la victoria. Como dijo Mao, la guerra revolucionaria es la guerra de las masas; solo cuando las masas estén listas y dispuestas a apoyar y a participar activamente en esa guerra será posible triunfar. El objetivo de la guerra popular maoísta no es desafiar al sistema militantemente, sino TUMBARLO; no es combatir, sino GANAR".
Asimismo, en ¿Verdaderamente podríamos ganar? dije: "Y cuando sea la hora propicia para lanzar la guerra revolucionaria, debe comenzar como insurrecciones populares, centradas en las zonas urbanas, destinadas al establecimiento de un régimen revolucionario, en la mayor cantidad de territorio posible, y luego librar una guerra civil para derrotar completa y definitivamente a la vieja clase dominante y sus fuerzas armadas contrarrevolucionarias" (OR, No. 480).
Aquí quiero hablar un poco sobre las tres condiciones de Lenin para la insurrección armada. Son tres condiciones que menciona específicamente con relación a la insurrección armada; esto es un tanto diferente a otras formulaciones suyas sobre una situación revolucionaria. En varias partes Lenin dice que esa situación se presenta cuando las clases dominantes ya no son capaces de gobernar como antes y cuando las masas ya no están dispuestas a seguir viviendo como antes; y en muchas de esas formulaciones recalca el papel crucial de una vanguardia para darle una manifestación revolucionaria consciente y organizada al hecho de que las masas no están dispuestas a seguir viviendo como antes, y para hacer la revolución y triunfar. Pero con respecto a las condiciones cruciales para una insurrección armada, Lenin dice lo siguiente, primero: "Para poder triunfar, la insurrección debe apoyarse no en una conspiración, no en un partido, sino en la clase más avanzada".
Este es un punto muy importante; dice "no en una conspiración", o sea, no en un pequeño grupo de intelectuales indignados o gente que quiere lanzar una lucha armada por su propia cuenta, divorciada de una movilización revolucionaria de las masas o de un ascenso revolucionario del pueblo. También dice que no debe apoyarse solo en un partido; que tiene que apoyarse en la clase más avanzada. Lenin, claro está, no dice que un partido no es importante y que no se necesita una vanguardia; lo que dice es que una insurrección no se apoya fundamentalmente en un partido. O sea, el partido por sí solo no puede llevar a cabo la insurrección. Ese es el primer punto.
El segundo punto es más o menos la continuación del primero: "La insurrección debe apoyarse en el ascenso revolucionario del pueblo". Eso también contrasta con la idea de apoyarse solo en una conspiración o solo en un partido, y pone en claro en qué debe apoyarse fundamentalmente la insurrección. Tiene que apoyarse fundamentalmente en la clase más avanzada y en un ascenso revolucionario del pueblo. Mejor dicho, no puede ser la clase revolucionaria-el proletariado en esta época-en cualquier estado de organización y conciencia, sino una clase políticamente consciente que se manifiesta por medio de un ascenso revolucionario y moviliza amplias masas.
El tercer punto, al que le quiero dedicar un poco más de atención, es: "La insurrección debe apoyarse en ese momento de viraje en la historia de la revolución en ascenso, en que la actividad de la vanguardia del pueblo está en su apogeo, en que son mayores las vacilaciones en las filas del enemigo y en las filas de los débiles, fríos, indecisos amigos de la revolución". Esto en tercer lugar. Y Lenin recalca que al plantear el problema de la insurrección esas tres condiciones para la lucha armada y la toma del poder son lo que distinguen el marxismo del blanquismo, o sea, del terrorismo. (Es importante tener en cuenta que Lenin se refiere específicamente al camino de la insurrección en países imperialistas y no al camino de la guerra popular prolongada en los países del tercer mundo, aunque en esos casos también la guerra revolucionaria tiene que ser una guerra de las masas, tiene que movilizarlas y en ese sentido apoyarse fundamentalmente en un pueblo revolucionario, y no en una conspiración o solamente en un partido.)
Quiero volver a la formulación de la tercera condición o criterio para la insurrección, y en particular a las partes que he subrayado. Lenin dice que la insurrección armada debe apoyarse en un determinado momento de viraje en la historia de la revolución, en el desarrollo de la situación revolucionaria y del movimiento revolucionario.
Sabemos que en un sentido general la insurrección depende de una situación revolucionaria, pero Lenin recalca que dentro de esa situación revolucionaria se apoya en un momento clave de viraje: en ese momento en que la actividad de la vanguardia del pueblo está en su apogeo y en que son mayores las vacilaciones en las filas del enemigo y en las filas de los débiles, fríos, indecisos amigos de la revolución.
Aquí Lenin toca la estrategia para la revolución, analiza cómo abordar el problema de la neutralidad amistosa y subraya el hecho de que en cierto sentido eso podría ser determinante.
Ingredientes clave para la revolución
En las memorias de Henry Kissinger sobre sus años en la Casa Blanca con Nixon, menciona cosas directamente relacionadas con lo que dice Lenin. Específicamente, habla de una situación a la que le faltan ciertos ingredientes clave para una insurrección triunfante, aunque por otro lado contiene algunos de esos elementos; y eso es sumamente interesante.
Kissinger menciona que la clase dominante estuvo prácticamente paralizada por la situación de los años 60 y principios de los 70, con la guerra de Vietnam y los muchos y tumultuosos trastornos sociales en Estados Unidos: el movimiento contra la guerra; el movimiento de liberación negra y otros movimientos radicales de nacionalidades oprimidas; el trastorno social general, con enajenamiento y radicalización de amplios, muy amplios, sectores de la juventud blanca (se podría hablar de toda una generación) de la clase media y de la clase trabajadora; y el surgimiento del movimiento de la mujer a un nuevo nivel. Kissinger reconoce que la clase dominante perdió la lealtad de muy amplios sectores de la población. (Lo reconoce hasta cierto punto y en cierta medida, conforme a su punto de vista.)
Ante esa situación, y ante las difíciles contradicciones y alternativas que se le presentaron sobre la guerra de Vietnam y esos trastornos y luchas dentro de Estados Unidos, la clase dominante en gran medida se paralizó, titubeó y se dividió. Kissinger incluso dice que esa situación creó una especie de vacío político, un vacío en el que (para él) una pequeña minoría radical ganó la iniciativa política. Ese es precisamente uno de los factores clave del desarrollo de una situación revolucionaria; específicamente, tiene que ver con el tercer criterio de Lenin para la insurrección, cuando la vacilación llega a su apogeo. (Eso es algo relativo: los revolucionarios no pueden quedarse cruzados de brazos esperando que llegue a su máximo apogeo, en un sentido metafísico, porque si lo hacen van a ser testigos de su propio aplastamiento y masacre. Pero cuando esa vacilación llega a su apogeo se presenta uno de <%-2>los ingredientes clave que les avisa a los revolucio<%0>narios que han llegado a ese punto de viraje del que Lenin habla-ese punto que a veces llamamos "cuando y Júpiter se alinee con Marte"-y es hora de lanzar la insurrección armada.)
La otra parte del tercer criterio de Lenin para la insurrección armada son las vacilaciones, no solo en las filas del enemigo, sino también en las filas de los débiles, fríos, indecisos amigos de la revolución. ¿Cuál es la importancia específica de eso?
Se trata de fuerzas con las que siempre estamos en un proceso de unidad-lucha-unidad, y hacia las cuales siempre tenemos la orientación estratégica de ganarlas aunque no son firmes aliadas del proletariado. Son fuerzas que luchan duro, o que en ciertos momentos cruciales luchan duro, por su posición y programa de clase, al mismo tiempo que nosotros luchamos por los nuestros: ese es un aspecto esencial del frente único. Pero cuando las cosas llegan a cierto punto en el desarrollo de la situación revolucionaria en que (repito, no en un sentido absoluto, metafísico, sino relativo) esas fuerzas no luchan con tanta fuerza por su línea como en otras ocasiones-cuando empiezan a darse cuenta de las limitaciones e impracticabilidad de su propio programa, entran en cierta parálisis política y ven que su programa e inclinaciones no dan abasto, y por ende están dispuestas a apoyar al proletariado revolucionario, o por lo menos a tomar una posición de neutralidad amistosa-ese es uno de los factores clave que avisan a los revolucionarios que han llegado a ese momento de viraje cuando es hora de lanzar la insurrección armada.
Este aspecto específico al que se refiere Lenin (y en un sentido general sus tres criterios o principios para la insurrección) es crucial en nuestro trabajo y para ganar: para una auténtica revolución proletaria que involucre a millones de personas.
Si bien es cierto que al principio la insurrección armada solo contaría activamente con una minoría de la población, y que por necesidad tendría que ganar a su lado muchas fuerzas del enemigo durante la insurrección y la guerra civil, no deja de ser cierto que son las masas, dirigidas por su partido, las que tienen que llevar a cabo la insurrección (y la guerra civil), y no un partido aislado de las masas o una conspiración fraguada por un puñado de personas (o la vanguardia del proletariado luchando sola).
Momento clave de viraje
Ahora bien, ¿que relación tiene esto con la orientación estratégica general, la orientación general y los medios y métodos para reconfigurar las fuerzas de clase en un país como Estado Unidos?
Bueno, si los revolucionarios no han aplicado consecuentemente la estrategia del Frente Unico bajo Dirección Proletaria, no estarán en la posición más fuerte para tomar el poder, aun si las condiciones objetivas llegaran a ser sumamente favorables. No estarán en la posición más fuerte de contar con un pueblo revolucionario y en particular con un movimiento proletario consciente de clase capaz de ponerse a la cabeza y luchar por sus intereses en semejante situación.
Por todo lo que se ha dicho, si los revolucionarios no han estado aplicando esa estrategia sino otra, no estarán en la posición más fuerte para que prevalezcan el punto de vista y los intereses del proletariado. Tampoco estarán en condiciones para que se cumpla, en la mayor medida posible, lo que dice Lenin con respecto a los débiles, fríos, indecisos amigos de la revolución: esos grupos sociales que no son los más fuertes aliados, ni los sectores más progresistas de las capas medias, sino amplias capas de la clase media que hay que conquistar, por lo menos a la neutralidad amistosa.
La revolución no habrá logrado que, en la mayor medida posible, esas fuerzas de la clase media lleguen a decir: "Bueno, dejemos que hagan lo que van a hacer; no le bloqueemos el camino a la revolución; apoyémosla o por lo menos tomemos una posición amistosa, porque nos damos cuenta de que no hay otra salida y porque los fines por los que hemos luchado no cuadran con lo que se necesita". No se va a poder sacar el máximo provecho de ese factor si no se ha estado aplicando consecuentemente y a fondo la estrategia del FUDP. Los revolucionarios no podrán aprovechar esa situación, aun si esa disposición toma cuerpo entre los débiles, fríos, indecisos amigos de la revolución. No podrán aprovecharla en un sentido político ni concretamente en asuntos de organización y militares.
Todo eso se debe a que la estrategia del FUDP no es un truco ni una táctica cortoplacista, sino una cuestión de reconfiguración estratégica para la toma del poder; y lo que es más, es una orientación estratégica para avanzar por medio de la transición socialista al comunismo mundial.
Por todas esas razones, es un punto crucial de orientación que verdaderamente se comprenda y se aplique la estrategia del Frente Unico bajo Dirección Proletaria.