El 26 de enero, el día antes del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el Consejo Rabínico de Voz Judía por la Paz (JVP) publicó un anuncio de página completa en periódicos, incluidos el New York Times y el Washington Post. Es una carta abierta al presidente Biden.
Comienza, “Como rabinos estadounidenses, le escribimos con una profunda dolor y furia”. Y abordando las lecciones del “genocidio cometido por el régimen nazi, incluido a seis millones de nuestros antepasados judíos”, el Consejo Rabínico escribe:
Con dolor, también recordaremos la actualidad como el momento en que Israel cometía un genocidio, con el aval y colaboración de Estados Unidos.
Estamos compelidos a hablar con claridad moral sobre lo que está pasando a los palestinos en este mismo momento. Al hacerlo, no es a pesar de nuestras historias sino debido a ellas. Sabemos desde el corazón lo que significa escuchar a oficiales israelíes deshumanizar a un pueblo, ser testigos a la matanza de masa por las fuerzas armadas israelíes contra decenas de miles de palestinos, presenciar la destrucción sistemática israelí de la infraestructura civil, las instituciones culturales, las universidades y los hospitales. Ver a Israel negar deliberadamente el alimento, la medicina y el albergue a los refugiados.
La carta termina:
Si las palabras “Nunca jamás” tengan algún sentido, tienen que significar “Nunca jamás para nadie”. Le pedimos fervientemente: por favor, honre la palabra y el espíritu del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto aprovechando su cargo para establecer un cese al fuego ante esta violencia trágica — y dejar de obstaculizar los esfuerzos en pro de construir una paz verdaderamente justa para todos aquellos que vivan entre el río y el mar.
Esta carta es importante, valiente e inspiradora.
Es importante porque dice la verdad sobre lo que está pasando ahora mismo. Y porque contradice y contribuye a minar la manera en que Israel y sus defensores y los gobernantes de Estados Unidos (tanto los imperialistas liberales como los negacionistas del Holocausto fascistas y antisemitas) invocan el Holocausto y los “intereses del pueblo judío” a fin de defender el genocidio israelí en Gaza.
Es valiente porque, como lo explicó Raymond Lotta, criticar a Israel es, para los gobernantes de Estados Unidos, un “tercer riel” en este momento en Estados Unidos (y en el resto del supuesto “mundo libre”) — algo que, si uno lo toca, se quema o se electrocuta. Estoy seguro de que los signatarios del Consejo Rabínico de la JVP son conscientes del precio que han pagado los académicos (hasta las alturas de la expresidenta de Harvard) por no jurar e imponer la lealtad incondicional a Israel. A la luz de esto, esta carta establece una norma importante.
La carta es inspiradora porque la interpretación de “Nunca jamás” es precisamente lo correcto y necesario en este momento. Encuentro mucho que hay que acoger, no sólo con relación a Israel sino con relación a lo que necesita la humanidad, en la afirmación de que “Si las palabras ‘Nunca jamás’ tengan algún sentido, tienen que significar ‘Nunca jamás para nadie’”. Aunque el Consejo Rabínico de la JVP sigue un marco filosófico diferente al de Bob Avakian (BA), el líder revolucionario y arquitecto del nuevo comunismo, considero que su posición sobre las lecciones del Holocausto es una parte de un hermoso tapiz al cual lo define y lo ancla la insistencia de BA en que la revolución la que la humanidad necesita no debe guiarse por la venganza sino alcanzar un mundo sin ningún tipo de opresión.
Recomiendo a los lectores de revcom.us que difundan la carta del Consejo Rabínico de la JVP, que se encuentra en inglés en el sitio web JVP. Y que defiendan a los que la publicaron.
(vídeo en inglés)
Bob Avakian sobre los dos significados de “nunca jamás”
De la película “REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión. Un Diálogo entre CORNEL WEST y BOB AVAKIAN”, noviembre de 2014.