El martes 26 de noviembre, el presidente Joe “Genocida” Biden y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (también conocido como Netan-nazi), anunciaron un cese el fuego entre Israel y Hezbolá de El Líbano, una organización fundamentalista islámica reaccionaria respaldada por Irán. Los dos habían estado combatiendo desde el 8 de octubre de 2023, cuando Hezbolá lanzó ataques con cohetes contra Israel en represalia por el genocidio israelí en Gaza. Israel respondió con sus propios ataques con misiles y luego lanzó una guerra total el 17 de septiembre de 20241.
El cese el fuego, que entró en vigor el 27 de noviembre, estipula que Israel y Hezbolá cesen sus ataques. Estipula que el ejército israelí, que invadió al sur de El Líbano, se retire en los próximos 60 días y que Hezbolá, cuyas fuerzas han dominado y operado durante mucho tiempo en el sur de El Líbano, se traslade unos 29 kilómetros al norte, lejos de la frontera libanesa con Israel (Israel no está obligado a desplazar a sus fuerzas lejos de su frontera con El Líbano). El ejército libanés, respaldado por Estados Unidos, y algunas fuerzas de la ONU se desplegarían en las zonas fronterizas del sur de El Líbano con la tarea de impedir que volviera Hezbolá. Estados Unidos e Israel supervisarían la ejecución del acuerdo, junto con Francia y otros países.
Un cese el fuego para consolidar los logros y prepararse para aún más horrores
El pueblo de El Líbano necesita urgentemente que se ponga fin a la arremetida de Israel, que ha matado a casi 4.000 libaneses, ha herido a más de 16.500 y causado una enorme devastación. Pero las declaraciones de Netanyahu y Biden dejaron en claro que este “cese el fuego” no guardaba relación alguna con poner fin a los horrores de la guerra en El Líbano ni en ninguna otra parte del Medio Oriente.
Todo lo contrario. El cese el fuego tiene el fin de legitimar el asesinato en masa israelí y consolidar sus logros militares en El Líbano, avanzar en su genocidio en Gaza y la limpieza étnica de la Cisjordania palestina y, de manera muy ominosa, allanar el camino para otras guerras y atrocidades de parte de Estados Unidos e Israel en toda la región.
Biden ofrece montones de mentiras mientras Netanyahu va directo a la yugular
Después de una defensa belicista a Israel y una condena a Hezbolá, Biden pronunció unas palabras engañosas de “esperanza”, de que este cese el fuego “nos recuerda que la paz es posible. Digámoslo otra vez: la paz es posible”.
En Israel, Netanyahu no se molestó en hablar de “la paz”. Fue directo a la yugular, lanzando un espeluznante llamado a los israelíes para que aprovechen este momento de dominio militar para ampliar por toda la región su “Guerra de Redención”2 de siete frentes, y explicando por qué este “cese el fuego” era la clave para hacer eso3.
Netanyahu prometió continuar el genocidio israelí en Gaza y “aniquilar” a Hamas, y también intensificar la limpieza étnica israelí en Cisjordania, declarando que “estamos eliminando a los terroristas, estamos destruyendo la infraestructura terrorista y estamos operando en todos los bastiones del terrorismo. No hay ningún lugar fuera de nuestro alcance”.
Elogió la aniquilación israelí de Hezbolá y los bombardeos indiscriminados israelíes de edificios de apartamentos y la matanza de civiles libaneses, declarando que “hemos derribado docenas de edificios de departamentos de múltiples plantas en Dahieh, Beirut. El suelo en Beirut está temblando”.
Elogió los ataques de Israel contra Irán, Irak, Siria y Yemen4.
Las tres razones asesinas de Netanyahu
En seguida, Netan-nazi enumeró tres razones por las cuales este cese el fuego iba a favorecer los objetivos de la guerra regional de Israel (entre ellos, en el caso de que Hezbolá intentara rearmarse, Israel lo atacaría, como ya lo ha hecho al cierre en varias ocasiones):
“La primera razón es para centrarnos en la amenaza iraní, y no voy a decir más al respecto”.
Momentos antes, Netanyahu le había llamado a Irán “la cabeza del pulpo” — la principal fuente de oposición a Israel y a Estados Unidos en la región. “Estoy decidido a hacer todo lo que se necesite para impedir que Irán obtenga un arma nuclear. Esa amenaza siempre ha sido mi máxima prioridad y es aún más así hoy… Para mí, quitar esa amenaza es la misión más importante para asegurar la existencia y el futuro del Estado de Israel”.
En primer lugar, cabe señalar que Israel ya ES la única potencia dotada de armas nucleares en el Medio Oriente. Aunque se ha negado a confirmarlo o negarlo, por lo general se cree que Israel posee entre 100 y 200 armas nucleares.
Pero lo que es de mayor importancia, esta declaración constituye una amenaza muy siniestra, sobre todo teniendo en cuenta que en el año 2024, por primera vez, Israel e Irán se han atacado abierta y directamente uno al otro. Ahora Israel ha paralizado a las dos fuerzas armadas (Hamas y Hezbolá) en las que Irán se había apoyado como amortiguador contra Israel, lo que presenta un camino mucho más despejado para una escalada importante contra Irán, en el caso de que Israel así lo decidiera. También debemos tener en cuenta que en su historia Israel ha aprovechado el “período de transición” entre las distintas administraciones presidenciales de Estados Unidos para lanzar agresiones importantes.
“La segunda razón es de dar un respiro a nuestras fuerzas y reponer las reservas”, dijo. Habló de retrasos “en las entregas de armas y municiones”, que pronto se resolverían, lo que le daría a Israel “más fuerza de ataque para completar nuestra misión”.
En otras palabras, el cese el fuego ayudaría a Israel a prepararse para intensificar la guerra regional más amplia que ha estado librando.
“Y la tercera razón para un cese el fuego es separar a los frentes y aislar a Hamas”.
La decisión de Hezbolá de aceptar este cese del fuego —después de prometer que iba a continuar con sus ataques con cohetes siempre y cuando Israel agrediera a Gaza— implica que ahora Israel tiene más libertad de continuar su campaña de genocidio en Gaza y su arremetida simultánea y brutal de limpieza étnica en Cisjordania.
“Les prometí una victoria, y la conseguiremos”, declaró Netan-nazi. “En el último año, volteamos la tortilla. Nos atacaron desde siete frentes y contraatacamos con fuerza. Estamos cambiando la faz del Medio Oriente”.
Esto no es ninguna retórica, sino una advertencia. Es una declaración de la violencia masiva reaccionaria que Israel se dispone a desatar —con el apoyo total de Estados Unidos— en un intento de despejar todos los obstáculos y llevar el dominio israelí-estadounidense del Medio Oriente a un nivel totalmente nuevo — un dominio que es la clave para el poderío global y el funcionamiento del capitalismo-imperialismo estadounidense, y para la estabilidad y la hegemonía regional de Israel.
Biden hace de padrino del genocidio, masacres en masa y ambiciones regionales de Israel
Biden, por su parte, disipó una vez más cualquier ilusión de que los imperialistas estadounidenses no estén totalmente detrás del genocidio de Israel en Gaza, su incursión asesina en El Líbano, sus ataques contra Irán y sus aliados, y sus planes para reconfigurar la región.
Biden condenó a Hezbolá como organización “terrorista” en siete ocasiones distintas mientras elogiaba la campaña de Israel para aterrorizar literalmente a millones de libaneses5.
Biden acogió la campaña de asesinatos indiscriminados de Israel contra los líderes de Hezbolá, preguntando de modo macabro: “¿Cuántos altos líderes de Hezbolá han resultado muertos, incluido su líder histórico, Nasralá?”
Biden llamó a continuar los objetivos bélicos israelíes-estadounidenses, declarando que no se iba a permitir que Hezbolá “volvería a amenazar a la seguridad de Israel”. Y dio permiso explícito a Israel —bajo este dizque cese el fuego— para emprender ataques al interior de El Líbano en el caso de que considerara que se estaba violando el acuerdo.
Biden afirmó que el acuerdo de cese el fuego “anuncia un nuevo comienzo para El Líbano”. Se refiere a un gran esfuerzo de parte de Estados Unidos e Israel para reducir o destruir a Hezbolá, que está respaldado por Irán, y poner a El Líbano bajo el control de fuerzas pro-estadounidenses y pro-israelíes. Esto incluye fortalecer al ejército libanés respaldado por Estados Unidos (que ha recibido más de 3.000 millones de dólares en ayuda militar estadounidense desde 2006) para que desempeñe un papel clave6.
Bob Avakian: ¡¿Qué más necesitan conocer, para decir que se vaya todo este maldito sistema?!
Este cese el fuego y las declaraciones de Netanyahu y Biden —con la amenaza abierta de una guerra aún peor bajo las palabras de “paz”— subrayan la urgencia de la advertencia del líder revolucionario Bob Avakian en su mensaje mediático @BobAvakianOfficial REVOLUCIÓN #99:
Ahora, este apoyo a Israel en la ejecución de matanzas gratuitas se ha ampliado para abarcar a El Líbano y a otros países y pueblos en el Medio Oriente — incluido Irán. Esto realza el peligro de una guerra más amplia y aún más destructiva.
Y que no haya dudas ni confusionismos al respecto: la responsabilidad de la fuerte escalada del conflicto militar en el Medio Oriente, y de lo que resulte, recae sobre Israel — y sobre el gobierno de Estados Unidos, que sigue dando su apoyo total a Israel.
¡¿Qué más necesitan conocer, para decir que se vaya todo este maldito sistema?!