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Acerca de Bill Maher —

una observación adicional sobre el chovinismo pro estadounidense

y el individualismo parásito

Como parte de los retos generales que he lanzado a la gente para que haga frente a la verdadera naturaleza e historia de Estados Unidos, y al sistema que gobierna en este país y domina el mundo —el sistema del capitalismo-imperialismo— lancé este reto a Bill Maher:

OYE, BILL MAHER — AQUÍ VA UNA VERDAD “POLÍTICAMENTE INCORRECTA” QUE NO SE PUEDE “CANCELAR”: ESTADOS UNIDOS NO TIENE, Y NUNCA HA TENIDO, GRANDEZA —SALVO EN UN SENTIDO— ES EL MÁS GRANDE OPRESOR Y DESTRUCTOR DEL MEDIO AMBIENTE DEL MUNDO

¿Te atreves a asumir el reto de tratar de refutar esto?*

Pero, en el tiempo transcurrido desde que se lanzó este reto, las cosas sólo han ido de mal en peor con Bill Maher.

Maher es alguien que, al menos en el pasado reciente, ha intentado hacerse pasar por “cool” y ha rendido pleitesía a un público que se considera a sí mismo progresista, en un sentido general. Pero a medida que las cosas se han ido agudizando en Estados Unidos, y en el mundo en general, Maher se ha revelado cada vez más como lo que realmente es y hacia dónde está encaminado. Si bien critica a la “cultura de la cancelación” —y no puede sino señalar algunas cosas correctas al refutar este fenómeno cada vez más desquiciado y perjudicial—, su crítica se mantiene firmemente bajo los términos de este sistema del capitalismo-imperialismo, al que en sí hay que “cancelar” a la mayor brevedad posible.

Maher no sólo es un defensor descarado y agresivo del imperialismo estadounidense monstruosamente criminal, sino que también se encuentra cada vez más en la misma posición que los fascistas abiertos y otros defensores de la locura, por ejemplo, al oponerse a (o al “plantear serias dudas sobre”) las vacunas que han resultado seguras, eficaces y cruciales para prevenir o limitar significativamente los efectos devastadores de enfermedades y pandemias.

Al igual que algunos autoproclamados “libertarios”, al parecer Maher es defensor de una especie de “libertad individual” absoluta —por ejemplo, la “libertad” de no dejarse vacunar contra enfermedades serias— lo que acaba oponiéndose a los derechos y el bienestar de los demás, y causa un daño concreto a la sociedad y, en última instancia, a la humanidad en su conjunto.

Esto no es más que otra variante del individualismo extremo que se fundamenta y se “nutre” del parasitismo del imperialismo estadounidense — que se ceba de la terrible explotación, y superexplotación, de literalmente miles de millones de personas en todo el mundo, incluidos cientos de millones de mujeres y más de 150 millones de niños, especialmente en el tercer mundo (América Latina, África, el Medio Oriente y Asia).

Este individualismo parásito no es digno de admirarse, o conservarse, independientemente de la forma en que se disfrace y se alardee como una especie de derecho a la “expresión individual” y manifestación de la “libertad individual” — la “libertad” para ayudar a perpetuar y cebarse de una horrible explotación y opresión.

 

* El reto a Bill Maher está disponible en revcom.us. [volver]