Primero, algunas verdades básicas sobre Palestina e Israel
Israel, con el respaldo de los imperialistas “occidentales” —y sobre todo, Estados Unidos— es la fuerza dominante y opresiva en su relación con el pueblo palestino. Israel se fundó, hace 75 años, sobre la base del terror masivo contra las masas del pueblo palestino, y ha cometido atrocidades repetidas contra el pueblo palestino desde ese entonces. Se trata de un hecho histórico.
Hamás no es revolucionario, y sus objetivos no son emancipadores — no es una fuerza para la liberación sino una fuerza opresiva en sí. Las atrocidades que Hamás comete contra civiles israelíes surgen de la naturaleza, los objetivos y los métodos reaccionarios de Hamás como fanáticos fundamentalistas religiosos (islámicos). Hay que condenar estas atrocidades. Pero no se trata de algún tipo de “nuevo Holocausto” con un genocidio contra los judíos — y no se compara ni de lejos con el horrible sufrimiento que Israel ha infligido a los palestinos durante generaciones. Hasta ahora, el número de civiles palestinos, entre ellos niños, a los que Israel ha matado a partir de este ataque por Hamás, ya es mucho mayor al número de civiles israelíes muertos en ese ataque — y eso es por encima de los miles más a los cuales Israel ha masacrado, solamente desde 2008.
La actualidad no es la de los años 1930 y la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis, siendo el poder gobernante en Alemania, cometieron horripilantes atrocidades y el asesinato en masa de millones de judíos. La situación actual no se trata de que los palestinos acorralen a judíos indefensos en campos de exterminio y los sometan al genocidio. De hecho, la situación es lo opuesto.
Israel es una potencia militar con armas nucleares, fuertemente avalado y abastecido por la potencia imperialista dominante en el mundo, Estados Unidos. Durante generaciones, Israel ha impuesto una opresión tipo apartheid a los palestinos y les ha negado los derechos básicos. Y, especialmente con relación a los más de dos millones de palestinos en Gaza, la mitad de ellos niños, Israel les ha negado hasta los medios para vivir más allá de la más mínima y desesperada existencia.
Para recalcar de nuevo algunos hechos básicos y cruciales: Israel es un país que se fundó, con el respaldo de grandes potencias imperialistas, como un estado racista, supremacista judío, hace 75 años, sobre la base de la limpieza étnica horrorosa — con matanzas y violaciones en masa de palestinos y la destrucción de aldeas palestinas enteras, expulsando a las masas de palestinos de sus tierras e incorporando esas tierras en el territorio cada vez más extendido de lo que se convirtió en el estado de Israel (que nunca existió antes de la Segunda Guerra Mundial). Y ahora Israel, con el respaldo total de los imperialistas estadounidense, está cometiendo de manera abierta el genocidio contra los palestinos.
Esto es la verdad. Describe la realidad esencial de esta situación y su historia. Esta verdad no es “antisemita” — es simplemente la verdad.
Otra verdad importante
¿Por qué Biden, y básicamente el gobierno entero y la clase dominante entera de Estados Unidos, apoyan a Israel en su genocidio contra el pueblo palestino, a los ojos del mundo entero? No se debe al “poder del cabildo judío” — ni a que, según alguna noción ignorante, ridícula e indignante, “los judíos lo controlan todo”. Se debe al “papel especial” de Israel como un bastión fuertemente armado de apoyo para el imperialismo estadounidense en una región estratégicamente importante del mundo (el “Medio Oriente”). Además, Israel ha constituido una fuerza clave en la comisión de atrocidades que han contribuido al mantenimiento de la dominación opresiva del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo.
Esto —el mantenimiento y la imposición de la dominación asesinamente opresiva del imperialismo estadounidense— es el mismo motivo por el cual Biden promueve la mayor intensificación de la guerra de sustitutos que Estados Unidos está librando contra Rusia en Ucrania, así como preparativos adicionales para una guerra con China, incluso a costas de arriesgar la propia existencia de la humanidad.
Todo esto es la verdad básica sobre la realidad esencial. Y pone de relieve con agudeza una vez más la profunda importancia de mi comentario de que Nosotros, la gente del mundo, ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas dominen al mundo y determinen el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes. Y es un hecho científico que no tenemos que vivir así.
Otros hechos importantes, y la perversa lógica de los partidarios sionistas de Israel
Hay que poner en claro un hecho muy importante: el sionismo no es lo mismo que el judaísmo.
El judaísmo es una religión, una cultura, y un pueblo que comparte esa cultura.
El sionismo es una doctrina e ideología política supremacista-judío racista. El estado de Israel se fundó sobre la base ideológica del sionismo, y continúa perpetuándolo como la racionalización de su existencia, y de su opresión y destrucción del pueblo palestino.
Además, se tiene la “lógica” perversa de los partidarios sionistas de Israel cuya posición equivale a lo siguiente:
“No lo entiendo. Cuando nosotros los judíos éramos las víctimas del genocidio, la gente decente en todas partes condenaba a aquellos que cometían ese genocidio. Pero ahora, cuando nosotros estamos cometiendo el genocidio contra los palestinos, la gente decente condena a nosotros. Simplemente no lo puedo entender. Ha de tratarse del antisemitismo”.
No —no se trata del antisemitismo— se trata de la oposición consecuente y justa a las atrocidades, sea quien sea que las cometa.
Bob Avakian es un líder revolucionario que ha desarrollado el nuevo comunismo, un marco totalmente nuevo para la emancipación humana. Ha desarrollado un enfoque estratégico de hacer una revolución real para derrocar el sistema del capitalismo-imperialismo. Es el autor de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, un plano concreto y una visión panorámica para una forma completamente nueva de vivir y un sistema fundamentalmente diferente.