El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los despachos mediáticos de @BobAvakianOfficial
Sí, podría triunfar una revolución para derrocar este sistema del capitalismo-imperialismo.
Aquí mismo en Estados Unidos, en este mero momento en que vivimos.
Esta revolución será posible cuando se gane firmemente a millones de personas a comprender, y que estén decididas a actuar según el entendimiento, de que NECESITAMOS Y EXIGIMOS: UNA FORMA COMPLETAMENTE NUEVA DE VIVIR, UN SISTEMA FUNDAMENTALMENTE DIFERENTE. El momento en que vivimos, ahora, es un momento en que se podría ganar a millones de personas a ver la necesidad urgente para este cambio radical y a trabajar activamente para hacerlo surgir.
Mucha gente dirá: si hubiera millones de personas que estuvieran decididas a hacerlo surgir, ¿por qué no podría darse pacíficamente, sin toda la violencia y destrucción que implicaría luchar concretamente para derrocar este sistema?
Aquí va la respuesta: la fuente fundamental de la violencia en el mundo es este sistema del capitalismo-imperialismo; que por mucho los más grandes perpetradores de la violencia injusta son las clases dominantes de las potencias capitalista-imperialistas, sobre todo Estados Unidos; y que la razón fundamental por la que no es posible obtener pacíficamente la abolición de este sistema se debe a la naturaleza de este sistema en sí. Sí, toda persona decente que se preocupe por la justicia y el futuro de la humanidad podría desear que los gobernantes de este sistema simplemente renunciaran y se hicieran a un lado, y permitieran que surgiera una forma mucho mejor de organizar la sociedad. Pero eso simplemente nunca va a pasar.
A pesar de la movilización de muchos millones de personas para demandar un fin a este sistema, aquellos que lo gobiernan nunca permitirían que su sistema fuera barrido sin intentar aplastar violentamente cualquier esfuerzo de ese tipo.
Pero muchas personas —entre ellas muchas personas a las que les encantaría ver el tipo de cambio radical emancipador del que hablo— argumentarían: “Eso es precisamente la cuestión —nunca podríamos lidiar con ‘todo eso’— nunca podríamos hacer frente a toda la enorme maquinaria de violencia de este sistema”.
Bueno, eso es cierto, no podríamos triunfar así — y no lo haremos así.
Hay que hacer frente con seriedad a un gran monstruo militar como éste, con un enfoque estratégico con fundamentación científica. Tiene que hacerse derrotando a semejante fuerza poderosa por etapas, y no hacer frente a todo el poderío militar que ésta tendrá, especialmente al comienzo de la revolución.
Esto significa luchar únicamente bajo términos favorables, y en cualquier momento dado enfrentar y derrotar a partes de esa fuerza militar opresiva — asestar golpes repetidos que hagan que se desintegre su maquinaria de violencia masiva, de modo que cantidades cada vez más grandes de personas de entre sus filas se pasen a unirse a las fuerzas revolucionarias.
Por supuesto, tendrán que existir las condiciones que hagan que todo esto sea posible. Y podría haberlas.
En mensajes anteriores (Número Ocho y Número Nueve), he abordado el hecho de que éste es un momento en el que existen una crisis cada vez más profunda y divisiones profundas y amargas en toda la sociedad y entre los de arriba. Todo lo que está sucediendo ahora está encaminado hacia una crisis total en Estados Unidos, y pronto podría convertirse en semejante crisis, en la que se esté batallando directamente sobre cómo será la naturaleza misma de la sociedad, y la forma en que se gobierna, de una manera que no ha ocurrido desde la Guerra Civil en la década de 1860. Este es un momento poco común —una oportunidad muy poco común— una oportunidad que quizá se dé únicamente una vez en la vida — una oportunidad de aprovechar las profundas divisiones entre los opresores gobernantes y acometer su sistema entero, con el objetivo de hacer caer toda la cosa, y poner algo mucho mejor en su lugar.
Y he enfatizado los siguientes puntos cruciales: en esta situación en desarrollo, que se está volviendo cada vez más intensa, las fuerzas para la revolución que se necesita con urgencia podrían crecer, rápidamente, de pocas personas a miles, y luego a millones de personas, y llegar a estar en posición de jugárselo el todo por el todo. Y: Al haber ganado a millones para la revolución, podría darse una verdadera posibilidad de que esta revolución triunfe.
Con semejante fuerza revolucionaria organizada, es posible ejercer un impacto creciente en toda la sociedad, cambiando los términos en la manera en que las masas de personas ven las cosas, y la manera en que cada institución tiene que responder.
Cuando haya madurado la situación revolucionaria, en que el sistema esté en una crisis tan profunda que no pueda gobernar de la “manera habitual” en que se ha condicionado a la gente a aceptar —cuando millones de personas sientan en lo más profundo de su ser que este sistema tiene que largarse y que estén preparados a hacer lo que sea necesario para que eso ocurra— en tal momento podría ser posible que las fuerzas combatientes de la revolución se organicen, entrenen y desplieguen para aplicar el siguiente enfoque estratégico:
Emprender, en primer lugar, acciones bien planificadas para contrarrestar las fuerzas represivas violentas de este sistema, comenzando en pequeña escala, pero realizadas a lo largo del país, de manera que impida que esas fuerzas represivas concentren un poderío destructivo masivo contra estas acciones.
A partir de estas acciones iniciales, continuar cobrando impulso y acumulando fuerzas de combate adicionales, al ganar enfrentamientos bien seleccionados a una escala cada vez mayor — adquiriendo experiencia en el combate y “endureciendo” a las fuerzas revolucionarias, mientras se resistan y derroten a los esfuerzos del enemigo por atraer las fuerzas revolucionarias hacia confrontaciones que conducirían a una derrota importante o incluso a la aniquilación total de la revolución. Adaptarse rápidamente a las circunstancias cambiantes, sacar lecciones rápidamente de cualquier contratiempo y actuar de manera decisiva para recuperar y mantener la iniciativa.
Cambiar el equilibrio de fuerzas en un sentido que sea más favorable para la revolución, por medio de un proceso continuo que combine derrotar al enemigo a una escala cada vez mayor y trabajar sistemáticamente para hacer desintegrar a las filas del enemigo y ganarse a cantidades cada vez más grandes de personas para que se pasen al lado de la revolución.
Cuando el equilibrio de fuerzas se haya inclinado decisivamente a favor de la revolución, concentrar fuerzas para derrotar finalmente a las fuerzas que queden del viejo sistema opresivo.
En todo esto, apoyarse fundamentalmente de masas de personas, de muchos sectores de la sociedad, para el apoyo y la defensa, las comunicaciones, la inteligencia, la logística y el suministro de material, al tiempo que se utilicen equipos tomados al otro lado en formas que concuerden con el enfoque estratégico descrito aquí.
Un factor importante en todo esto es la contradicción de que entre las filas de las fuerzas armadas de este sistema hay grandes cantidades de personas que se ha reclutado del pueblo negro, los latinos, las mujeres y otros oprimidos, mientras que esa opresión está integrada en el propio sistema del capitalismo-imperialismo por el que se supone que esas personas deben estar combatiendo. Esta contradicción es parte importante de la base para ganarse hacia la revolución a muchas personas que comienzan formando parte de las fuerzas armadas de este sistema, a medida que se desarrollen las cosas y se derroten los esfuerzos por aplastar la revolución, así dando lugar a una dinámica cada vez más favorable para la revolución.
Lo que he abordado aquí es el enfoque básico y algunos de los factores básicos que pueden hacer que sea posible que la revolución tenga una verdadera oportunidad de triunfar, cuando se hayan gestado las condiciones necesarias.
En revcom.us se encuentra la declaración muy importante La revolución — Desarrollar las bases para jugárselo el todo por el todo con una verdadera oportunidad de ganar: Orientación estratégica y enfoque práctico, y una serie de cinco entregas Revolución: Una verdadera oportunidad de ganar, en que abordo de manera más extensa y a fondo el enfoque estratégico que podría posibilitar que esta revolución triunfe. Para cualquiera que tenga seriedad —para cualquiera que esté dispuesto a pensar con seriedad sobre si una revolución no sólo es necesaria sino que en concreto es posible en Estados Unidos— cabe ir a revcom.us y explorar esas obras. (Y, si usted no tiene seriedad, y no está dispuesto a explorar esto con seriedad, pues no se moleste en decir que no hay forma en que esta revolución siquiera podría ser posible — porque no tiene ninguna base concreta para decir eso, y simplemente está pensando lo que se supone que todos deberían pensar).
Para aquellos que sí tienen seriedad —y aquellos que están cuestionando de manera honesta si todo esto es real— en el mensaje que viene voy a seguir examinando dimensiones clave de la situación en desarrollo que están relacionadas con la manera en que se podría librar la lucha de modo que la revolución tenga una verdadera oportunidad de triunfar.