El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial
Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— número 100.
El odio hacia cualquier gente, como pueblo, es algo a lo que cualquier persona decente debería oponerse firme y activamente. Y esto incluye claramente el antisemitismo dirigido contra el pueblo judío — que ha adoptado expresiones terribles, y ha tenido consecuencias terribles, durante siglos.
Pero hoy, si bien el antisemitismo sí existe —y por supuesto, hay que oponérsele activamente—, hay una campaña deliberada de fabricar (inventar directamente) el antisemitismo donde en realidad no existe, o al menos exagerar muchísimo el antisemitismo, a fin de distraer la atención de los crímenes verdaderamente horrendos y genocidas que Israel está llevando a cabo contra el pueblo palestino, con el apoyo total del gobierno de Estados Unidos y de todos sus políticos de peso, de ambos partidos de la clase dominante (tanto demócratas como republicanos). Esta arma del supuesto “antisemitismo” se ha utilizado particularmente contra las protestas justas, especialmente entre los estudiantes universitarios — cuando la realidad es que estas protestas se han dirigido en su inmensa mayoría contra este genocidio (y contra la complicidad de las universidades en Estados Unidos, así como contra la injerencia activa del gobierno estadounidense, en este genocidio). Y se tiene el hecho de que cantidades importantes de personas que participan en estas protestas son ellas mismas judías.
No importa —basta con afirmar que oponerse a las acciones de Israel es “antisemita”— y voilá, ¡podrás decir que hay toda una ola de antisemitismo!
La verdad es que el antisemitismo no ha sido ni de lejos un aspecto importante —y definitivamente no ha sido un elemento que define— estas protestas. Una vez más, la pretensión de que el antisemitismo ha sido un problema serio en estas protestas tiene como objetivo específico desviar la atención de los crímenes verdaderamente monstruosos que están cometiendo Israel y Estados Unidos — y además justificar las medidas de los poderes gobernantes en Estados Unidos para suprimir sistemáticamente a las protestas contra estos crímenes monstruosos.
En cuanto a la afirmación de que estas protestas han “perturbado la vida universitaria” — pues, eso es como sostener que los activistas de los derechos civiles de los años 1960 estaban “perturbando el funcionamiento normal” de una sociedad brutalmente segregada. Sí —lo estaban perturbando— ¡con razón y lo hicieron con mucha justicia! Y hoy, en la medida en que las protestas están perturbando el funcionamiento normal de las universidades, muchas de las cuales son cómplices del genocidio, y en la medida en que estas protestas están causando perturbaciones en el país en general, cuando el gobierno de Estados Unidos es culpable de dar su apoyo total al genocidio — ¡esa perturbación, también, es profundamente correcta y justa!
Declarar que estas protestas contra el genocidio son “antisemitas” es como afirmar que constituyó “intolerancia” oponerse a los miles de linchamientos de personas negras, que se dieron durante básicamente 100 años en Estados Unidos después de la Guerra Civil, hasta la década de 1960. No. El crimen monstruoso de ese entonces fueron los linchamientos, no la oposición a los linchamientos; y el crimen monstruoso de hoy es el genocidio que están llevando a cabo Israel y Estados Unidos, no la oposición a dicho genocidio.
Nadie debe dejarse engañar por estas afirmaciones deshonestas, inventadas y exageradas de antisemitismo, cuyo propósito es distraer la atención de las atrocidades genocidas y de calumniar y suprimir las protestas contra este genocidio.
Todas las personas honestas y decentes deberían participar activamente en las protestas contra este genocidio, trabajar para conseguir que estas protestas sean aún más grandes y poderosas — y buscar incansablemente las razones fundamentales por las que está ocurriendo este genocidio, y por qué los gobernantes de Estados Unidos lo están apoyando.