Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— número 102.

Estas elecciones revelan nítidamente que en realidad existen “dos países” dentro de Estados Unidos.

En un sentido concreto, esto es una extensión de una división fundamental que ha existido desde el inicio del llamado “Estados Unidos” de América, fundado en la esclavitud y en el genocidio —una división que en realidad nunca se ha resuelto a lo largo de la historia de Estados Unidos— no mediante la Guerra Civil de la década del 1860 y no mediante los cambios que se llevaron a cabo durante la década del 1960 y en los años posteriores.

Tal como he declarado anteriormente, existe una línea directa de la Confederación pro-esclavitud, de los años de la Guerra Civil, al fascismo del día de hoy, con su determinación de hacer que Estados Unidos una vez más sea abierta y agresivamente supremacista blanco, supremacista masculino y anti-gente LGBT.

Esta división en “dos países” no puede resolverse de manera buena bajo este sistema. La elección de Donald Trump, un fascista descarado, como jefe de este sistema es una poderosa demostración al respecto.

No puede haber ninguna resolución buena bajo este sistema debido a que, a pesar de las falsas promesas y mentiras del “sector tradicional” de la clase dominante (representado por el Partido Demócrata), el sistema entero se basa en la despiadada explotación —y en la opresión por motivos de raza, sexo y género, en el saqueo del medio ambiente y de la gente por todo el mundo, así como en la devastación debido a las guerras— todo lo cual es parte integral del sistema gobernante del capitalismo-imperialismo.

Un “país” dentro de Estados Unidos —aquellos que apoyan al fascismo— demandan y celebran esta opresión y locura.

El otro “país” quiere un fin a esta opresión y locura — pero no se puede ponerle fin bajo este sistema.

Y, siempre y cuando las cosas continúen bajo los términos de este sistema —y se circunscriban dentro de los límites de este sistema— los fascistas tendrán la iniciativa, la cual la gente decente no puede tener.

¿Por qué? Debido a que el fascismo es una forma en que se puede gobernar y hacer funcionar este sistema del capitalismo-imperialismo, y existe un sector poderoso de la clase dominante que está decidido a imponer este fascismo. Pero, bajo este sistema no es posible poner fin a todas las injusticias cuya eliminación quieren ver las personas decentes. Y, aunque existe un sector de la clase dominante que se opone a este fascismo, esta oposición siempre corresponde a los términos de este sistema y está dentro de los límites de este sistema. No existe ninguna parte de la clase dominante que se arriesgará al tipo de trastornos que se necesitarán para vencer a este fascismo; y ninguna parte de la clase dominante que buscará hacer que se ponga fin a las atrocidades monstruosas e injusticas profundas las cuales son una parte integral de este sistema y de las cuales este sistema no puede prescindir.

Y así es el quid del asunto: las cosas ya no deben permanecer, y seguir siendo circunscritas, bajo los términos y dentro de los límites de este sistema y su clase dominante.

Ya es hora, y ya urge, para la única resolución revolucionaria positiva de todo esto: ya es hora de resolver esta divisoria fundamental derrotando final y decisivamente al “país” fascista — y además hacerlo como parte de poner fin a este sistema entero que ha engendrado este fascismo, junto con todas sus otras atrocidades. (Y respecto a las personas a las que de hecho se les ha mal dirigido para que formaran parte del “país” fascista, derrotar decisivamente este fascismo, como parte de deshacerse de este sistema entero, brindará los mejores medios para despertar a sacudidas a aquellas personas mal dirigidas y para ganárselas para que formen parte de una resolución emancipadora y revolucionaria de todo esto.)

Como dije al inicio: Ya no es hora de la desmoralización y la desesperanza, producto de aceptar las cosas bajo los términos de este sistema.

Ya es hora de la furia justa y la determinación revolucionaria — ya es hora de por fin hacer que se dé una resolución revolucionaria emancipadora decisiva de este conflicto, el que, en un sentido muy real, ha caracterizado a “Estados Unidos” desde los tiempos de su fundación en la esclavitud y el genocidio, al día de hoy, cuando constituye el opresor más mortífero y destructivo en el mundo, el que amenaza de manera peligrosa al futuro, y a la propia existencia, de la humanidad.

Ya es hora de adoptar y luchar por lo que nosotros, los revcom (comunistas revolucionarios), hemos expuesto con claridad en NECESITAMOS Y EXIGIMOS: UNA FORMA COMPLETAMENTE NUEVA DE VIVIR, UN SISTEMA FUNDAMENTALMENTE DIFERENTE:

Es necesario abolir y desmantelar el sistema capitalista-imperialista y las instituciones de gobierno existentes en Estados Unidos — y reemplazarlos por un nuevo sistema socialista basado en la CONSTITUCIÓN PARA LA NUEVA REPÚBLICA SOCIALISTA EN AMÉRICA DEL NORTE.