En un discurso reciente, Joe Biden aprovechó la ocasión del Día en Memoria del Holocausto para proclamar que “hemos visto un feroz auge de antisemitismo en Estados Unidos y en todo el mundo”.

De seguro, todas las personas decentes deberían oponerse firmemente, y lo hacen, al verdadero antisemitismo (el odio y los ataques contra los judíos). Pero eso no es lo que Biden persigue en realidad. Su discurso estuvo especialmente dirigido a las protestas que se están sosteniendo en las universidades (y en la sociedad en general) contra el verdadero genocidio que se está llevando a cabo ahora mismo, ante todo el mundo — la matanza genocida del pueblo palestino por parte de Israel, con el apoyo total de Estados Unidos. El título de un artículo de la Associated Press (AP), que informa sobre este discurso de Biden, indica claramente que estas protestas son el blanco de la difamación de Biden: “In Holocaust remembrance, Biden condemns anti-semitism sparked by college protests and Gaza war” [Biden condena resurgimiento del antisemitismo, provocado por protestas en las universidades y la guerra en Gaza, en ceremonia de recordación del Holocausto].

Como señalé nítidamente en el mensaje número Treinta y Uno, la afirmación de que estas protestas se caracterizan por el antisemitismo, incluidas supuestas amenazas, o actos, de violencia física contra los judíos, y llamamientos al genocidio contra el pueblo judío “es otra gran mentira — la cual también la propagan los políticos del Partido Demócrata”. La verdad es lo siguiente:

[L]a expresión de odio contra los judíos, los ataques físicos o la amenaza de semejantes ataques contra judíos, o los llamados concretos a cometer el genocidio contra los judíos, no constituyen para nada el esencial contenido y carácter de estas protestas. Los de arriba y su aparato propagandístico han inventado o han exagerado muchísimo las acusaciones de que las declaraciones y acciones de los manifestantes sean antisemitas, a fin de desviar la atención del verdadero genocidio, contra el pueblo palestino, y para “justificar” la represión brutal contra las personas que se le oponen a este genocidio. 

En este discurso, Biden prometió una vez más su apoyo total y ayuda continua a Israel para perpetuar este genocidio:

“Mi compromiso con la seguridad del pueblo judío, con la seguridad de Israel, con su derecho a existir como estado judío independiente, es inquebrantable, aun cuando estemos en desacuerdo”.

Como he demostrado en estos mensajes (en particular el número Seis), y lo que demuestra lo que está pasando ahora mismo, “la seguridad de Israel” se apoya en la continua opresión cruel y matanza abierta de masas del pueblo palestino, incluidos enormes cantidades de niños, y así se impone. Las protestas contra esta situación no constituyen “antisemitismo”. Como lo expresan muchos judíos que participan activamente en estas protestas, la oposición a este genocidio perpetrado por Israel corresponde a la mejor tradición de la declaración “Nunca Jamás” —nunca jamás se permitirá que se dé el tipo de terribles atrocidades y horrendo genocidio de judíos perpetrados por los nazis hitlerianos durante la Segunda Guerra Mundial, contra cualquier pueblo— y es aún más escandaloso cuando Israel perpetre el genocidio en nombre de “la seguridad del pueblo judío”.

Nadie debería dejarse engañar por los burdos intentos de Biden de difamar a las justas protestas contra el verdadero genocidio que él apoya totalmente. Al contrario, la gente debería ver más allá del raído camuflaje de las mentiras de Biden para ver la naturaleza verdaderamente monstruosa no sólo del propio Genocida Joe Biden, sino en lo más fundamental del sistema —el sistema del capitalismo-imperialismo— del que Biden es un despiadado y violento funcionario y ejecutor.

Para repetir una vez más este entendimiento crucial, el motivo por el que Biden —y el gobierno y la clase dominante de Estados Unidos en su conjunto— apoyan totalmente a las acciones genocidas de Israel se debe a que Israel desempeña un “papel especial” como bastión fuertemente armado de apoyo para el imperialismo estadounidense en una parte estratégicamente importante del mundo (el “Medio Oriente”). E Israel ha sido una fuerza clave en la perpetuación de atrocidades que han ayudado a mantener el régimen opresivo del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo.