El siguiente mensaje es de Bob Avakian Oficial en Substack, y la traducción del inglés al español hecha por revcom.us. Escuche en inglés y lea en español los mensajes mediáticos de @BobAvakianOfficial
Hace poco, se aprobó una ley en Luisiana que estipula que los Diez Mandamientos se exhiban en todas las escuelas públicas. ¿Qué hay de malo en esto? Muchísimo.
Y eso lleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué algunos políticos poderosos promueven los Diez Mandamientos como si fueran estupefacientes? Debido a que estos políticos son fascistas cristianos — fundamentalistas religiosos que son odiadores racistas al pueblo negro y a otras personas de color, inmigrantes, mujeres, personas LGBT y todo lo que está relacionado con la justicia y la ilustración.
Esto nos lleva de nuevo a lo que tiene de mal exigir obediencia a los Diez Mandamientos.
Algo grande que está mal, desde el mero principio, es que se trata de una forma de adoctrinar a los niños con una perspectiva religiosa específica — la versión asesina de la religión de los fascistas cristianos.
Y un problema muy grande es lo que en realidad contienen los Diez Mandamientos: defienden e insisten en todo tipo de horrores, incluida la esclavitud. (Lo encontrarás en el décimo mandamiento, si lo lees completo; “siervo” y “sierva” (“manservant” y “maidservant” según la versión en inglés “King James” de la Biblia), es simplemente una forma anticuada de decir “esclavo”).
Además, según la Biblia, si los niños no obedecen el mandamiento “Honra a tu padre y a tu madre”, pues les corresponde la muerte. (Esto, junto con otros horrores, se encuentra en Deuteronomio, así como en Éxodo y Levítico, en el Antiguo Testamento de la Biblia).
En realidad, los Diez Mandamientos insisten en que es la autoridad del padre (y de los hombres en general) la que hay que “honrar y obedecer”, porque en esos Diez Mandamientos se deja claro que, junto con los esclavos, las esposas son propiedad de sus esposos. Eso, también, está en el Décimo Mandamiento —puedes leer el Décimo Mandamiento completo en Deuteronomio (o Éxodo)— no en la versión abreviada que los fascistas cristianos están pregonando, que oculta lo que en realidad contiene el Décimo Mandamiento.
¿Y cuál es, según Deuteronomio, el castigo para las mujeres que no son “propiedad pura” de sus esposos — es decir, mujeres que no son vírgenes cuando se casan? ¡Una vez más, les toca la muerte!
Hay muchos otros horrores relacionados con los Diez Mandamientos, incluida la insistencia en que a las personas que adoran a algún dios que no sea el “único dios verdadero” de la Biblia también les toca la muerte. Eso es lo que se desprende del primer mandamiento: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”.
Así que, cuando los Diez Mandamientos dicen que “No matarás”, solo significa que a los antiguos israelitas (“el pueblo elegido de Dios”) no se les permite matar a menos que “dios”, por medio de Moisés (o algún otro líder de los antiguos israelitas), les ordene matar —y, en la Biblia, se les ordena matar de formas horribles de todo tipo, incluida la matanza de personas que adoran a un “dios” diferente— todas, incluidos los niños — excepto las mujeres vírgenes: se debería tomarlas como esclavas sexuales para los hombres conquistadores israelitas. Así lo dice Moisés en la Biblia.
Lo mismo ocurre con “no hurtarás” — una vez más Moisés, en nombre del “dios” de los antiguos israelitas, les ordena repetidamente que saqueen y hurten a personas que adoran a algún otro “dios”.
Ya está muy mal —es verdaderamente terrible— que estos Diez Mandamientos se utilicen para lavarle el cerebro a los niños en Luisiana; pero se trata de solamente una parte de un movimiento mucho más amplio de los fascistas cristianos para obligar a todos a inclinarse ante la autoridad de estos maníacos fundamentalistas cristianos. Los funcionarios fascistas cristianos de Oklahoma ya están tomando medidas para imponer el mismo tipo de cosas en las escuelas de ahí.
Como dije en el mensaje número Cincuenta y Tres:
El fascismo cristiano no es lo mismo que el cristianismo en general como religión. El fascismo cristiano insiste en que el gobierno y el dominio sobre la sociedad deben basarse en la adhesión absoluta a una interpretación textual de la Biblia cristiana, como la “verdad del evangelio” que debe hacerse cumplir — cuando la realidad es que la Biblia, en su interpretación textual, implica horrores muy reales, que he demostrado en varias obras, incluido mi libro ¡Fuera con todos los dioses! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo.
Los fascistas cristianos, en el gobierno y fuera, han sido la fuerza impulsora en el movimiento para anular el derecho al aborto. Y eso es tan sólo una parte de su horrorosa agenda general. Los fascistas cristianos están decididos a suprimir todo lo que desafíe el mito de Estados Unidos como “la nación elegida por Dios”. Por eso, según estos fascistas cristianos, el desenmascaramiento del racismo, a lo largo de la historia de Estados Unidos y al día de hoy, no puede permitirse y debe eliminarse de la educación escolar y de otras partes de la vida pública. No es accidente que la base más fuerte del fascismo cristiano se encuentre entre las personas blancas del Sur, que se han opuesto vehementemente a la lucha contra el racismo en Estados Unidos, y en realidad nunca han aceptado la derrota de la Confederación de los propietarios de los esclavos en el Sur estadounidense en la Guerra Civil (que se refleja en el hecho de que insisten en que los monumentos a la Confederación no deben ser derribados).
Y, como también he llamado fuertemente la atención antes, sobre lo que están haciendo estos fascistas cristianos:
Podemos reconocer la sombra amenazante de una situación en la que se requerirá que no sólo los niños escolares, sino todas las personas en la sociedad, juren lealtad a un Estados Unidos fascista cristiano blanco.
Si te cuesta trabajo creer lo que he dicho aquí —o quieres examinarlo más a fondo—, puedes encontrar un análisis relacionado en la Primera parte de mi libro ¡Fuera con todos los dioses! — particularmente en las secciones “La interpretación textual de la Biblia es un horror” y “¿Y qué de los Diez Mandamientos?”
Sí, la gente debería tener el derecho a la religión — y este derecho se defiende en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de mi autoría, que expone una visión panorámica y un plano concreto para un sistema radicalmente diferente y verdaderamente emancipador.
Pero eso es muy distinto a que el gobierno de este sistema le lave el cerebro a los niños con una versión asesina de la religión y obligue a todos a inclinarse ante ella.
Y en lo fundamental, lo que se necesita, para de verdad emanciparse de toda forma de opresión, es una revolución para deshacerse de todo este sistema de capitalismo-imperialismo, e ir más allá de él — una revolución guiada por un enfoque y método científico, no religioso. En las palabras de la sección final de mi libro ¡Fuera con todos los dioses!, lo que la gente en todas partes necesita —para por fin liberarse completamente— es “Liberación sin dioses”: la única verdadera liberación que existe.