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BOB AVAKIAN 
REVOLUCIÓN #60: 
La Corte Suprema fascista avala al Donald Trump fascista.

La dictadura abierta de la clase dominante capitalista-imperialista, y la urgente necesidad y verdadera posibilidad para la revolución

En una decisión reciente, la Corte Suprema, en lo esencial, avaló las afirmaciones de Donald Trump de que, como presidente, está por encima de la ley — que cualquier cosa que haya hecho en su capacidad de presidente es legal porque lo hizo como presidente.

¿Por qué la Corte Suprema falló así? Debido a que la mayoría de la Corte Suprema es una bola de fascistas. Como dejé en claro en el mensaje número Cincuenta y Tres:

Como forma de gobierno político, el fascismo representa la dictadura indisimulada de la clase dominante capitalista-imperialista, que esencialmente elimina la pretensión de la democracia y de los derechos para la gente y se apoya abiertamente en la violencia y el terror contra la gente para imponer esta dictadura. El fascismo cristiano es la fuerza impulsora del fascismo en Estados Unidos. 

El fascismo cristiano no es lo mismo que el cristianismo en general como religión — el fascismo cristiano es una versión fanática del fundamentalismo cristiano, parecido en muchos sentidos a los fundamentalistas islámicos del Talibán que ahora gobiernan Afganistán. Una vez más, del mensaje número Cincuenta y Tres:

Los fascistas cristianos, en el gobierno y fuera, han sido la fuerza impulsora en el movimiento para anular el derecho al aborto. Y eso es tan sólo una parte de su horrorosa agenda general. Los fascistas cristianos están decididos a suprimir todo lo que desafíe el mito de Estados Unidos como “la nación elegida por Dios”. 

Esta Corte Suprema es ahora un instrumento de los fascistasquienes nunca han aceptado, y están decididos a revocar, los cambios que se han operado en Estados Unidos durante los últimos 75 años, con la lucha contra la opresión racista y por los derechos de las mujeres y las personas LGBT, así como la reglamentación gubernamental que en realidad no para, sino que dice limitar, cosas como la devastación del medio ambiente (los fascistas cristianos son negadores lunáticos de la ciencia del cambio climático, así como de la ciencia de la evolución, y del método científico en general).

Como también señalé en el mensaje número Cincuenta y Tres:

Trump en privado desprecia a los fundamentalistas cristianos, pero hizo una “alianza impía” con los fascistas cristianos, y adoptó su agenda oscurantista — ¡y ahora muchos de los fascistas cristianos lo consideran el “salvador” de Estados Unidos! 

Y esa es la verdadera razón por la que la mayoría fascista cristiana de la Corte Suprema ha dictaminado de la forma en que lo ha hecho — otorgándole a Trump una maleta llena de “inmunidades” por los crímenes que cometió mientras era presidente, incluidos sus intentos de dar un golpe de estado para anular los resultados de las elecciones que perdió en 2020. El objetivo de estos fascistas en la Corte Suprema es hacer que sea mucho más difícil procesar a Trump por esos crímenes, y mucho más fácil que él vuelva a ser presidente y tenga en lo básico un poder ilimitado como presidente para llevar a cabo su agenda fascista y reprimir brutalmente a quienes se interpongan en su camino.

Como también he señalado, esta Corte Suprema, dominada por estos fascistas cristianos, ahora ha llegado a ser la institución de gobierno más poderosa en el país, con la base para decidir si cualquier ley o acto del gobierno es legal o no (y no hay “recurso de apelación” frente a las decisiones de esta Corte Suprema). Esta corte ya no considera que su papel sea decidir si algo está en conformidad con la Constitución capitalista de Estados Unidos, o zanjar disputas entre los gobernantes capitalistas del país, sobre la base de esa Constitución. Ahora se ha convertido en el instrumento de un sector —el sector fascista— de la clase dominante, representado por el Partido Republicano.

Una verdad fundamental es que ambos partidos políticos dominantes de este sistema —tanto los demócratas como los republicanos— son culpables, y no pueden evitar serlo, de los más horrendos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, como el genocidio contra el pueblo palestino que avalan y ayudan totalmente tanto los republicanos como el Genocida Joe Biden y los demócratas. ¿Por qué? Por la razón básica de que la opresión asesina y la explotación despiadada de las masas de personas en Estados Unidos, y literalmente de miles de millones de personas en todo el mundo, así como la destrucción acelerada del medio ambiente y las guerras por la dominación, incluido el peligro de una guerra nuclear entre potencias capitalista-imperialistas rivales — todo esto está integrado en este sistema del capitalismo-imperialismo, y ningún político o partido político puede cambiar eso.

Ahora bien, teniendo en cuenta que, entre otras cosas, esta Corte Suprema sería la máxima autoridad con respecto a si los resultados de las elecciones en Estados Unidos son “legítimos”, debería quedar aún más claro que los intentos de poner fin a injusticias y atrocidades trabajando dentro de los límites de este sistema —lo que incluiría participar en su proceso electoral— seguramente van a fracasar.

Todo esto trata algo crucial de lo que ya he abordado antes, y a lo que volveré pronto: la situación en el mundo en general y específicamente en Estados Unidos, donde el sector fascista de la clase dominante está agresivamente a la ofensiva, caracterizada por su disposición a romper con las “normas” de la forma en que se ha gobernado Estados Unidos, desde poco después de la Guerra Civil en la década de 1860, mientras que el otro sector de la clase dominante, representado por el Partido Demócrata, está a la defensiva, buscando desesperadamente apoyarse en esas “normas” — esta situación enfatiza por qué no sólo es urgentemente necesario, sino también posible, llevar a cabo una revolución para derrocar este sistema entero.

Es una situación tácticamente difícil pero estratégicamente más favorable para la lucha por hacer que se dé esta revolución.

Una vez más, esto es algo que abordaré más a fondo pronto.