Pasar al contenido principal

BOB AVAKIAN 
REVOLUCIÓN #61: 
Cómo puedes importar en esta revolución.

En los mensajes del Uno al Once he abordado, con cierta profundidad, por qué nos hace falta una revolución real, de qué se trata esta revolución y cómo esta revolución podría tener una verdadera oportunidad de ganar. En este mensaje voy a abordar qué tanto importará el que cada vez más personas se sumen a esta revolución — ahora, y de manera continua.

Para aquellos que ansían un mundo fundamentalmente diferente y mucho mejor — la revolución es el camino. La revolución es difícil —la revolución requiere sacrificio— pero la revolución puede llegar a poner fin a todos los horrores causados por este sistema del capitalismo-imperialismo, los que, según nos dicen, debemos aceptar ya que “así son las cosas”, o incluso “así dicta el destino”. 

Además: en estos tiempos en que estamos viviendo, ahora, esta revolución es posible. Y tú puedes jugar un papel importante en determinar si esa posibilidad tiene una oportunidad o no de llegar a ser una realidad.

Las fuerzas organizadas de esta revolución necesitan crecer —y crecer rápidamente— desde pocos a muchos cientos, y luego, a miles de personas.

En el mensaje número Nueve, enfatizo la siguiente cuestión crucial: con miles de personas organizadas en las filas de la revolución, será posible ganarnos a millones para la revolución; y al ganarnos a millones para la revolución, podría haber una verdadera posibilidad de que triunfe esta revolución. (Otra vez, en mis mensajes anteriores, especialmente del Ocho al Once, explico por qué eso es cierto).

Al entrar en la revolución y formar parte de sus filas organizadas, estás ayudando a hacer nacer esa fuerza crucial de miles: al hacer que esta revolución sea una fuerza creciente y cada vez más poderosa —al continuamente atraer e integrar a más personas en la revolución— mientras continúas aprendiendo más sobre esta revolución y desarrollando la capacidad de ser un líder de la revolución.

Al actuar, junto con otros, para desarrollar y manifestar la fuerza organizada, y la influencia, de esta revolución:

Estás participando en cambiar la manera en que cada vez más personas ven las cosas, así cambiando la situación en Estados Unidos en su conjunto.

Formas parte de atraer e integrar a más personas en las filas organizadas de la revolución y de preparar a masas de personas, de diferentes sectores de la sociedad, para la revolución.

Estás contribuyendo a fortalecer la dirección la que necesitan las masas de personas para esta revolución.

Existen millones de personas a las que de verdad les encantaría ver un cambio fundamental en la forma en que la sociedad está organizada y en que las personas se relacionan entre sí — pero simplemente no saben lo que eso implicaría o cómo podría ocurrir.

Al reunirte, y al actuar en colectivo, con otros en las filas de revolución, por esos millones de personas —y por los otros millones que aún ni han pensado en cómo las cosas podrían ser radicalmente diferentes, de modo mejor— llegas a formar parte de dar vida a la realidad de esta posibilidad.

Y quiero decir lo siguiente particularmente a todos aquellos a los que se les ha dirigido de modo que crean que a nadie le importa lo que piensan sobre las cosas, y que si intentan cambiar las cosas, no importará: Es cierto que en sí y de por sí no tienes ningún poder — pero, junto con otras personas como una creciente fuerza revolucionaria, puedes formar parte de la cosa más poderosamente inspiradora que existe — cambiar radicalmente el mundo de una manera verdaderamente emancipadora, por medio de una revolución real.

La idea de que no cuentas para nada, y de que no puedes hacer nada para cambiar las cosas, es lo que los de arriba quieren que creas. Pero la realidad es todo lo opuesto — y por eso no quieren que la conozcas. Especialmente cuando las personas, que no cuentan para nada a los ojos de este sistema, se han puesto de pie y se han levantado juntos —no que luchen por la basura la que, según nos dice este sistema, nos debería importar, sino que luchen por la justicia y la liberación, con una visión amplia, una magnanimidad intelectual y una generosidad del espíritu— eso ha sido una inspiración para la gente en un sentido muy amplio, en Estados Unidos (y de hecho por todo el mundo) de una manera que quizá no hubiera parecido posible antes de que sucediera.

Eso ha ocurrido muchas veces anteriormente — y puede volver a ocurrir. Urge que ocurra, ahora. Especialmente en este momento, cuando hay grandes trastornos, grandes peligros y al mismo tiempo grandes posibilidades positivas en este mundo… cuando las escisiones están desgarrando a todo Estados Unidos, y aquellos que gobiernan sobre nosotros están fuertemente divididos de un modo en que no han estado desde la Guerra Civil allá por los años 1860, y cuando es muy probable que el desenlace de todo eso sea un cambio radical, de un tipo u otro. Tiene que ser un cambio radical revolucionario — tiene que tratarse de lo más inspirador y edificante que existe: una revolución para barrer con esta monstruosidad asesina de sistema y emprender la marcha en el camino de emancipar a toda la humanidad. Y, sí — tú puedes, y debes, jugar un enorme papel en todo esto. 

Esto me vuelve a la siguiente verdad crucial: con miles de personas organizadas en las filas de la revolución, será posible ganarnos a millones para la revolución; y al ganarnos a millones para la revolución, podría haber una verdadera posibilidad de que triunfe esta revolución.

Esto es el reto… Esta es la posibilidad… Esta es la preciada oportunidad la que no se debe perder —una oportunidad poco común para hacer la revolución— la que no se debe despilfarrar (desperdiciar, desaprovechar) sino la que toda persona que ansíe un mundo radicalmente diferente y emancipador debería aprovechar activamente.