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BOB AVAKIAN 
REVOLUCIÓN #72: 
A Kamala Harris, Tim Walz y los demás: No necesitamos su “promesa de Estados Unidos” — necesitamos una revolución para poner fin a su sistema.

Con su recién-nombrado “compañero de fórmula” vicepresidencial Tim Walz, Kamala Harris anda recorriendo el país tratando de enardecer a la gente en torno a “la promesa de Estados Unidos”. Y se habla mucho sobre la gran visión de los “fundadores” de este país.

Pero ¿qué es “la promesa de Estados Unidos” y quienes eran los “fundadores”?

Como lo muestra lo que este país ha hecho en concreto, aquí y por todo el mundo, desde su fundación hasta la actualidad, la verdadera “promesa” de Estados Unidos es que esclavizará, explotará, oprimirá, discriminará, degradará, saqueará y destruirá de manera generalizada a las personas y al medio ambiente.

Esa es la verdad concreta — es una parte importante de la verdad que no quieren que las personas conozcan — la verdad sobre la cual constantemente mienten y a la cual encubren. 

En cuanto a la “visión” de los “fundadores” de Estados Unidos, abruma este hecho: en el Capitolio en Washington, D.C., hay una pintura que celebra la firma de la Declaración de Independencia, en 1776, que declaró que “todos los hombres” (todos los hombres) “han sido creados iguales”. De los 47 hombres retratados en la pintura, la gran mayoría son dueños de esclavos. Incluye a Tomás Jefferson, el autor de la Declaración de Independencia.

Cuatro de los primeros cinco presidentes de Estados Unidos eran dueños de esclavos — entre ellos George Washington (“el Padre del País”), así como Jefferson y James Madison, el autor principal de la Constitución de Estados Unidos.

Durante el tiempo transcurrido desde aquel entonces, después de la Guerra Civil, la esclavitud fue remplazada por la segregación “Jim Crow” y el terror del Ku Klux Klan — seguidos, después de la Segunda Guerra Mundial, por la continuada segregación, discriminación y terror racista a manos de la policía, que desde 1960 ha matado a más negros que los miles que fueron linchados durante todo el período de la segregación abierta y el terror abierto del Ku Klux Klan. Estados Unidos es un país definido de hecho por su discriminación y su opresión brutal y asesina contra los negros, latinos e indígenas, y otra gente de color, a lo largo de la historia del país, y al día de hoy.

Además, como señalé en el mensaje número Tres:

Estados Unidos es un país en el que una mujer es agredida-golpeada cada 9 segundos. Es un país en que cada año grandes cantidades de mujeres son objeto de violaciones y agresiones sexuales; un país donde se ha arrebatado a las mujeres el derecho al aborto, se ha impuesto un control supremacista masculino sobre sus cuerpos y su ser mismo, en un sentido muy concreto una forma de esclavización femenina. Este es un país en que las personas LGBT son objeto de discriminación, persecución, intimidación, vilipendio y abusos, brutalización y asesinato directo.

Este es un sistema —el sistema del capitalismo imperialismo— en que más de 40 millones de mujeres están esclavizadas en el tráfico sexual internacional y en la llamada “industria del sexo”; en que, sobre todo en los países más pobres dominados por potencias imperialistas, cientos de millones de mujeres sufren una explotación cruel como parte clave de las “cadenas de suministro” de la economía mundial y del sistema imperialista capitalista general, en que Estados Unidos ha sido durante décadas la potencia dominante.

Mientras trafican con su perversión sobre “la promesa de Estados Unidos”, Harris, Walz y los demás tratan de borrar con disculpas la verdadera historia y la realidad concreta de este país hablando de que están trabajando para crear “una unión más perfecta”. Pero lo que en realidad están trabajando para “perfeccionar” es más parasitismo —más vil explotación y opresión— con la explotación especialmente cruel de las masas de personas en el mundo, entre ellas más de 150 millones de niños

Todo esto es la base del sistema del capitalismo-imperialismo que gobierna en Estados Unidos y domina al mundo.

No necesitamos más de su “promesa de Estados Unidos” ni su “perfeccionamiento” de la explotación parásita y la opresión asesina, con su destrucción masiva de las personas y del medio ambiente.

Estamos en el año 2024 y no en el 1776. No necesitamos reclamar la tradición ni construir a partir de la base de la revolución de 1776 que estableció una república que se ha construido sobre la esclavitud y la explotación capitalista. Necesitamos una revolución para abolir todo eso y dejarlo atrás. Eso es la verdadera promesa de un futuro digno de vivir, para las masas de personas en Estados Unidos y el mundo entero: una revolución cuyo objetivo fundamental es la emancipación de la humanidad de toda forma de esclavitud — de toda forma en que una parte de la humanidad es objeto del uso y abuso de otras. En que la humanidad en su conjunto pueda florecer de verdad y por fin convertirse en dignos guardianes de la tierra.

Y, como he mostrado en estos mensajes, esta revolución es posible en estos tiempos en que estamos viviendo, ahora.