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BOB AVAKIAN 
REVOLUCIÓN #95: 
En respuesta a una pregunta crítica hecha por el miembro de una pandilla: la revolución responde que SÍ.

Les habla Bob Avakian —REVOLUCIÓN— número Noventa y Cinco.

Hace un tiempo, se citó al miembro de una pandilla que dijo: “Las pandillas nunca terminarán — ¿ustedes van a dar trabajo a todos nosotros?”.

Hizo esta pregunta a los que manejan el sistema que ahora gobierna en Estados Unidos (y domina el mundo): el sistema del capitalismo-imperialismo. La verdad es que este sistema en este país se ha robado una vida digna a grandes cantidades de personas, excluyéndolas de todo acceso a la economía formal —especialmente a los jóvenes en las comunidades urbanas oprimidas— y esto ha impulsado el crecimiento de las pandillas y la violencia entre las personas obligadas a vivir en esta situación.

Pero, con un sistema completamente diferente el cual una revolución real podría crear, será posible cambiar esta situación de manera radical, y una parte básica de eso será una economía completamente diferente — lo que, sí, proporcionará a todos trabajo con sentido.

Como los revcom hemos puesto en claro, en la declaración Necesitamos y Exigimos: Una forma completamente nueva de vivir, un sistema fundamentalmente diferente, este sistema fundamentalmente diferente no se basará en la Constitución de los Estados Unidos, escrito por explotadores capitalistas y propietarios de esclavos al servicio de sus propios intereses. Se basará en una Constitución radicalmente diferente: la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de mi autoría. (Esta Constitución y “Necesitamos y Exigimos” están disponibles en revcom.us).

Como expone “Necesitamos y Exigimos”, con el sistema basado en la Constitución para la Nueva República Socialista se tendrá:

Una economía completamente diferente: para satisfacer las necesidades fundamentales y servir a los intereses más elevados.

Con la nueva economía socialista, todos contarán con una garantía de empleo, y la gente ya no estará obligada a trabajar, en condiciones de explotación roba-vidas y aplasta-almas, para crear riqueza para los parásitos capitalistas. Se convertirán la tecnología y otros medios para crear riqueza en propiedad común de la sociedad, y el gobierno los utilizarán, de manera planificada, para satisfacer las necesidades de las personas para una vida decente, digna de los seres humanos, tanto de manera material como intelectual y cultural, sobre una base en continua expansión, y para llevar adelante la transformación revolucionaria de la nueva sociedad y del mundo entero, con el objetivo final de emancipar a toda la humanidad. La nueva economía socialista no operará sobre la base de cadenas de suministro global de explotación y saqueo de los recursos del planeta. Se dará atención sistemática y continua al desarrollo de la economía sobre una base ambientalmente sustentable. Se utilizarán las ideas y propuestas de las masas de personas como un recurso importante en la planificación y el desarrollo de la economía socialista. Se desencadenará el potencial creativo de las personas —el que con tanta frecuencia se sofoca bajo este sistema del capitalismo-imperialismo— a fin de contribuir a las metas emancipadoras.

Por supuesto, con el nuevo sistema no será posible plasmar todo esto de la noche a la mañana. Para efectuar los cambios básicos en la economía, acorde con lo que expone “Necesitamos y Exigimos”, se necesitará un período de transición con el nuevo sistema, marcado por la lucha profunda que hará falta para romper con las formas en que el sistema capitalista-imperialista ha dominado y deformado la economía, y para lograr en concreto el desarrollo económico ambientalmente sustentable que no depende de las cadenas de suministro globales de explotación y saqueo de los recursos del planeta.

Pero desde el principio con este nuevo sistema emancipador, y durante este período de transición, se habilitará a todos a trabajar, y la orientación y enfoque básico será el de proporcionar los medios para que las masas de personas apliquen sus energías e iniciativa creativas —entre ellas, definitivamente, las personas que han estado privadas de una vida digna bajo este sistema del capitalismo-imperialismo— al proceso de llevar a cabo la transición necesaria y a construir la nueva economía socialista “para satisfacer las necesidades de las personas para una vida decente, digna de los seres humanos, tanto de manera material como intelectual y cultural, sobre una base en continua expansión, y para llevar adelante la transformación revolucionaria de la nueva sociedad y del mundo entero, con el objetivo final de emancipar a toda la humanidad”.

Así que, una vez más, la respuesta a esa pregunta básica es: Sí, la revolución tiene trabajo para todos, y el sistema socialista creado por esta revolución les proporcionará a todos trabajo productivo con sentido — al servicio de plasmar el objetivo más edificante y emancipador de poner fin a toda explotación y opresión, de todas las personas en todas partes.

Como he venido enfatizando en estos mensajes, esto es un tiempo poco común en que la revolución se ha vuelto más posible, debido a las divisiones profundas y continuamente agudizantes a lo largo de la sociedad, y especialmente a los conflictos amargos entre los gobernantes opresivos de este sistema. Por lo tanto:

Éste no es un momento de tomar partido con un grupo de opresores u otro. Este es un momento poco común —una oportunidad muy poco común — una oportunidad que quizá ocurra únicamente una vez en la vida— una oportunidad de aprovechar las profundas divisiones entre los opresores gobernantes y hacer frente al sistema entero de ellos, con el fin de hacerlo caer todo, y erigir algo mucho mejor en su lugar.

Ahora mismo, hay trabajo crucial y urgente que clama por hacerse — el trabajo de desarrollar las bases para la revolución que posibilitará todo esto: que se llegue a ser parte de El Cuerpo Revcom Por la Emancipación de la Humanidad… que se gane a la revolución a más personas… que cantidades rápidamente crecientes de personas se organicen para la revolución… que actúen en colectivo para preparar la situación, al pueblo, y a la dirección para esta revolución — que trabajen activamente para estar listos para la hora cuando sea posible jugársela el todo por el todo, con una verdadera oportunidad de ganar.