En una conversación que sostuve hace tiempo con un artista de palabra hablada, él me preguntó cómo uno se pondría a crear una gran obra. Le respondí que yo no me propongo producir grandes obras, sino que satisfacer grandes necesidades. Dado que, con esta orientación y objetivo, sigo produciendo “en profusión” artículos, además de obras importantes —y en particular ahora “Algo terrible, o algo verdaderamente emancipador”¹— y en vista de que el sitio web revcom.us está repleto de obras mías, me siento inducido a responder a lo siguiente de un estudiante que hizo la siguiente crítica:

Todo fluye hacia abajo desde Avakian; nada fluye hacia arriba desde las masas. ¿Estamos a favor del centralismo democrático o del centralismo burocrático? En serio, tengo que saberlo. Porque, de lo contrario, tengo que zafarme de esto, carajo, si eso no es lo que se está promoviendo por aquí.

Tengo entendido que, como resultado de conversación y lucha sobre esto, desde ese entonces este estudiante ha cambiado de opinión, y no ve la cuestión de la misma manera; pero, de todos modos, vale la pena hablar de esto, porque supone cuestiones de método y principio que tienen importancia más allá de la forma específica en que él hizo su crítica.

En primer lugar, hay que decir que en efecto hace falta que haya mucho más “fluir hacia arriba” —más iniciativa y efervescencia que salgan desde “las filas” de la revolución, a varios niveles— que contribuyan a seguir desarrollando la línea y la política y la ciencia del propio nuevo comunismo.

Al mismo tiempo, y quizás no sea de sorprender, lo que dice este estudiante refleja una falta de entender en qué se basa el “todo” que “fluye hacia abajo desde Avakian”, en qué se basa en última instancia (y qué lo provoca) y la forma en que esto es una expresión de la relación entre la dirección y los dirigidos (otra manera de referirse al concepto del “centralismo democrático”).

Las cosas que escribo para publicarse (y el trabajo que hago en general) se basan en lo que aprendo por medio de informes y otros aspectos de nuestro enfoque colectivo general, incluido lo que sale en nuestro sitio web y en El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!, así como al prestar atención más ampliamente a acontecimientos importantes en la sociedad y en todo el mundo. Un ejemplo de esto es el artículo de 2020 sobre la necesidad de que los negros se emancipen de la religión (“Bob Avakian sobre emanciparse de la esclavitud mental y de toda opresión”)². Mi sentido de la importancia de escribir ese artículo se basó en lo que estábamos aprendiendo por medio de nuestro trabajo y lucha entre las masas, como se refleja en informes, etc., y en un sentido aún más amplio en mi reconocimiento general de que la religión actúa fuertemente como una cadena mental sobre las masas de los negros. Como resultado de difundir este artículo entre las masas de personas, salió un informe que citaba a un joven negro en Chicago que preguntó: “¿De dónde proviene nuestra moral si no somos religiosos?” Sobre esa base, y al reconocer que se trata de una pregunta importante que influencia no sólo a alguien come ese joven sino a las masas de personas mucho más ampliamente, escribí un artículo que trata el tema (“La moral sin la religión, una emancipación que es real”)³.

Este es sólo un ejemplo de los muchos que se podría citar. Este mismo tipo de proceso (o dialéctica) se aplica en general, por ejemplo, a los muchos artículos que he escrito en los últimos años, incluidos aquellos de 2020 hasta la actualidad (y este mismo artículo, en respuesta a lo que preguntó ese estudiante, es otro ejemplo de este proceso).

Lo que he señalado aquí debería arrojar luz sobre las dinámicas concretas en juego, y la forma en que en realidad tenemos que aplicar lo que es efectivamente el centralismo democrático, con mucho más iniciativa y “efervescencia” desde abajo, sobre la base del nuevo comunismo. Y, de conformidad con eso, uno de los objetivos importantes de lo que hago, lo que incluye las cosas que escribo, es precisamente alentar y estimular la iniciativa “desde abajo”, sobre la base del mismo método y enfoque fundamental del nuevo comunismo.