Pasar al contenido principal

Vídeo destacado de la semana de Bob Avakian (con traducción al español):

La “alianza impía” entre Trump y los fascistas cristianos fundamentalistas: una explicación

¿Cómo es posible que Trump, el “agarrador de coños en jefe”, haya recibido un apoyo tan ferviente de millones de fascistas cristianos? Este corto de video da una explicación de la “alianza impía”.

Este discurso, de Bob Avakian, se dio en 2017, durante el primer régimen fascista de Trump, y es aún más crucial ahora, con lo que Bob Avakian ha llamado la “segunda venida” del régimen de Trump y este fascismo que ahora está emprendiendo “desmanes sin restricciones”. 

No podemos convivir con este fascismo de Trump y MAGA — hace falta sacarlo del poder antes de que cometa atrocidades aún más terribles y elimine toda posibilidad de una verdadera resistencia.

La profunda pregunta a la que todas las personas decentes están enfrentadas ahora es: ¿Nos pondremos de pie, a millones, para hacer lo que se necesite hacer con urgencia, para expulsar a este régimen fascista de Trump que es una plaga verdaderamente terrible para la humanidad y una amenaza muy seria para el futuro de la humanidad?

Esto implica asumir el Llamamiento de @RefuseFascism (Rechazar el Fascismo) a una protesta no violenta sostenida para expulsar del poder al régimen fascista de Trump.

Thumbnail, Trump Pence Must Go
Thumbnail, Trump Pence Must Go

 

La “alianza impía” entre Trump y los fascistas cristianos fundamentalistas: una explicación

Una de las características más notorias y significativas, de esta versión propiamente estadounidense del fascismo, es la “alianza impía” entre Trump y los fascistas cristianos fundamentalistas. Como señalé en otro discurso reciente:

“Trump, creo que es justo decir, no pudiera haber ganado las elecciones si los fascistas cristianos no sólo hubieran — no sólo si se le hubieran opuesto, sino si no hubieran tenido entusiasmo por él…. Y estas fuerzas (…Jerry Falwell, Jr. y todos estos otros tipos) no se pusieron en contra de él —incluso cuando salió la grabación… en que Trump habla de agarrar coños… porque… reconocían: ‘Aquí está alguien que opera fuera de las reglas generales y de la manera que esto se hace en el “pantano de Washington”, quien sí cumplirá y dará resultados [como prohibir el aborto y suprimir a la gente gay]’…. Y Trump, por su parte, reconoció que si no lograra conseguir el apoyo de estas fuerzas, no iba a ser capaz de ganar….

“Claro que Pence es un eje crítico de… esta unión entre lo que representa Trump… y los fascistas cristianos…. Las instituciones burguesas establecidas… como la CNN, el Partido Demócrata y así sucesivamente, siguen diciendo: ‘Él no puede hacer eso, no se hacen las cosas así’. Pero luego él lo hace porque no está jugando según esas reglas. No está trabajando en el marco de las normas tales como han existido. Va directamente contra ellas, precisamente como parte importante de lo que está haciendo”.

Y aunque Pence tiene un papel muy importante en todo esto, no es el único fascista cristiano en este régimen. Además de la designación de Neil Gorsuch, que es un fascista cristiano, a la Corte Suprema — restableciendo así, después de la muerte de Antonin Scalia, la mayoría de derecha en la Corte, el gabinete de Trump está colmado de fascistas cristianos.

Quizás parezca duro e incluso extremo referirse a estos fundamentalistas cristianos como fascistas. Pero en el libro El Club de las Buenas Noticias, El sigiloso ataque de la derecha cristiana contra los niños de Estados Unidos, la autora Katherine Stewart cita unos comentarios de Rich Lang, ex fundamentalista cristiano que rompió con eso y se convirtió en pastor cristiano liberal: 

“Cuando renací —recuerda Lang— la fe era algo interno, algo que se debía reflejar en la vida. Pero en los 80, algo sucedió. El cristianismo fundamentalista volvió a la esfera pública con el propósito de reorganizar el país como nación cristiana, según la definen….

“Eso es similar a los nazis cuando quisieron empezar con la Juventud Hitleriana. Habría que empezar por ahí si se quisiera construir un movimiento fascista….

“Esa es la palabra: ‘fascismo’. A nadie le gusta usarla en este país. Creo que en Estados Unidos, más allá de las apariencias, esa es la mayor tentación de nuestros tiempos… y hay que llamarla como es: ‘fascismo cristiano’”.

Luego, Stewart resume las opiniones de Lang así: “El fundamentalismo de hoy, como el fascismo en el pasado, dice él, supone un fuerte sentimiento de persecución, generalmente de liberales ateos o un ‘otro’ religioso; la creencia de que se pertenece a una raza pura o grupo nacional responsable de una grandeza en tiempos lejanos, que sufre una injusta opresión en el presente, y es el legítimo gobernante del mundo; el impulso a someterse sin condiciones a la autoridad absoluta; y el implacable impulso de conseguir poder y control. Es, dice Lang, un tipo de movimiento supremacista, cuya esencia es la religión en vez de la raza”. 

Después, Stewart cita la siguiente escalofriante observación de Lang: 

“La gente no tiene idea de lo que pasa…. 

“¿Qué implica el que la iglesia conservadora en auge en Estados Unidos sea una iglesia del fin de los tiempos? ¿Qué implica educar a una generación de niños para que crean que son la última generación? Qué va a pasar si seguimos diciéndoles: ‘No se preocupen por el medio ambiente, y provoquen la guerra, porque nos van a sacar de aquí, y olvídense de amar al prójimo, porque ellos simplemente van a ser borrados’”.

Esa es la observación de alguien muy familiarizado con estos fascistas cristianos. Y, en Estados Unidos, con su historia de genocidio, esclavitud y racismo, cualquier forma de fascismo, incluido uno cuya base sea “supremacía cristiana” —todo impulso de “recuperar una grandeza del pasado”— necesariamente está entrelazado con supremacía blanca.

El Partido Republicano ha estado moviéndose en una dirección fascista desde fines de los años 60, con más saltos desde ese tiempo, haciéndose más y más abiertamente fascista. 

En su campaña por la presidencia en 1968, Richard Nixon adoptó lo que se ha llamado “La estrategia del Sur” en la que ha persistido el Partido Republicano desde ese entonces. Este es un llamado directo a la supremacía blanca — al racismo de los blancos en particular (pero no sólo) en los estados del Sur, que están llenos de rabia porque la gente negra no se quiere “quedar sumisa”. 

El Partido Republicano no es “el partido de Lincoln” — como a veces demagógicamente dice ser, se ha convertido en el partido de la Confederación

Con Ronald Reagan, el Partido Republicano dio otro salto en el camino del fascismo. Reagan, muy a propósito, comenzó su campaña por la presidencia en 1980 en Filadelfia, Misisipí, el lugar donde, en 1964, tres luchadores por los derechos civiles fueron secuestrados y brutalmente asesinados por supremacistas blancos. En Filadelfia, Misisipí, Reagan proclamó su apoyo por “los derechos de los estados”, algo que, especialmente en el Sur, desde hace mucho han sido palabras cifradas que significan azuzar a turbas de supremacistas blancos que linchan gente negra. 

Y después de que George W. Bush llevó las cosas aún más por el rumbo del fascismo —incluso con el uso abierto de la tortura, y la promoción activa del fundamentalismo cristiano—, el régimen de Trump y Pence ha dado el salto hacia al fascismo total. 

Hay una línea directa que conecta la Confederación esclavista de los años 1860 con los fascistas de hoy, y una conexión directa entre su supremacía blanca, su franco odio y repudio tanto a la gente LGBT como también a las mujeres, su repudio abierto a la ciencia y al método científico, su cruda xenofobia tipo “Estados Unidos Ante Todo”, y su proclamada “superioridad de la civilización occidental”, y su belicoso uso del poderío militar, incluso con sus declaraciones y abiertas amenazas de que están dispuestos a usar armas nucleares para destruir países. 

Otra terrible verdad que tenemos que enfrentar — es que en el contexto de las profundas y agudas contradicciones que se están dando o que están volviendo a darse de formas que están desgarrando el propio tejido social de Estados Unidos y ensanchando las grietas en sus cimientos, al mismo tiempo que el imperio estadounidense se enfrenta con desafíos serios a nivel internacional, el fascismo es una de las posibles formas de resolver todo esto bajo los términos de este sistema y su clase dominante, aunque todo esto sea un horror para la humanidad.

Pese a que la Constitución sí instituye la separación entre iglesia y estado, y los fascistas cristianos erran o mienten cuando insisten en que los documentos fundacionales de Estados Unidos lo establecen como una nación cristiana — la realidad es que el cristianismo siempre ha sido la religión de estado no oficial de Estados Unidos, y la identidad de Estados Unidos en toda su historia ha sido la de una “nación cristiana blanca”, basada en la supremacía masculina y la supremacía blanca, e impulsada por un “destino manifiesto” de dominar no solo el continente norteamericano, sino todo el mundo. Todo esto se ha cuestionado y ha sido el centro de una intensa lucha desde los 60, y de maneras importantes desde la Guerra Civil. Aunque acontecimientos internacionales, como la desaparición de la Unión Soviética, le han dado un mayor ímpetu a la globalización de la economía capitalista mundial, esta globalización muy aumentada ha impulsado cambios que han agudizado las contradicciones en Estados Unidos y en el mundo, en particular con una emergente China capitalista que le planta cara al dominio económico mundial estadounidense, a la vez que esta globalización aumentada, en condiciones de la dominación del imperialismo occidental, ha provocado caos en países en todo el tercer mundo, como en Medio Oriente (y otros lugares donde el islam es la religión dominante), echando más leña a un virulento fundamentalismo islámico que le ha declarado la guerra a un “Occidente decadente”, a los “infieles” y otros orientados hacia Occidente y que facilitan su dominación imperial. 

Para conseguir cualquier solución positiva a todo esto, incluso sin abolir y superar todo este sistema, es necesario y crucial romper con la “rutina” y el “funcionamiento normal” del proceso político.

 

• Súmese a la campaña nacional para difundir estos e-mensajes, y a difundir el mensaje de esta revolución. Acuda a bobavakianofficialeverywhere.org

• Acuda a revcom.us/es y lea “Necesitamos y Exigimos: Una forma totalmente nueva de vivir, un sistema fundamentalmente diferente”. 

• Únete a EL CUERPO REVCOM Por La Emancipación De La Humanidad (@therevcoms), quienes trabajan activa y urgentemente por esta revolución.

• Los administradores restringen los comentarios en esta cuenta para alentar el debate sobre el contenido de estos mensajes de las redes sociales. Promovemos el pensamiento crítico y el diálogo constructivo. Bloqueamos a los fascistas y a los troles. Para participar en debates por Zoom sobre estos mensajes o responder de otras maneras, envíe un mensaje directo a esta cuenta.