Pasar al contenido principal

LA CORTE SUPREMA:
LOS FASCISTAS CRISTIANOS
ROBANDO EN EL NOMBRE DEL SEÑOR

Hace algún tiempo, salió una canción de R&B “Stealing in the Name of the Lord” (Robando en el nombre del Señor). Y eso es exactamente lo que, en este momento, está haciendo la mayoría fascista cristiana en la Corte Suprema: está utilizando la religión como arma para robarle a la gente sus derechos básicos.

En su última sesión, esta Corte Suprema emitió una serie de decisiones indignantes, como la revocación de la acción afirmativa en la educación, lo que indica una determinación de revocar cualquier concesión a la lucha contra toda la historia de horrenda opresión, y la persistente discriminación sistemática, en particular contra el pueblo negro. Aquí quiero llamar la atención al fallo de la Corte Suprema que defiende el “derecho” de una diseñadora web a cometer discriminación contra la gente LGBT — y más específicamente a la “lógica” de esta decisión.

Como se pone al descubierto contundentemente en un artículo reciente en revcom.us: (La Corte Suprema avala la discriminación anti-LGBT como “libertad de expresión”: Un asalto a la humanidad de la comunidad LGBT, un nuevo eslabón en una cadena de teocracia fascista cristiana), este fallo de la Corte Suprema avala el “derecho” de discriminar al coincidir con la diseñadora web que apeló a la Corte Suprema supuestamente sobre la base de que su derecho a la libertad de expresión fue violado porque una ley estatal le prohibía discriminar contra personas LGBT. Lo que realmente está en juego es que esta diseñadora web es una fundamentalista cristiana que considera que cosas como el matrimonio entre personas gay es un “pecado”, una “abominación” y, por lo tanto, prestar un servicio a tal matrimonio va en contra de su religión. Esa es la “libertad de expresión” de esta diseñadora web que supuestamente se estaba violando.

Este fallo de la Corte Suprema no solo es espantoso en sí, pero piensen en sus implicaciones más amplias: si, según la Corte Suprema, es “legal” discriminar sobre la base de la “libertad religiosa” —o el derecho a la “libertad de expresión” para expresar “opiniones religiosas” hace que sea legal discriminar contra grupos enteros de personas—, podría aplicarse a toda una gama de personas contra las que ahora está “bien” discriminar. Una vez más, al igual que en las generaciones antes del movimiento por los derechos civiles, los dueños de lugares públicos (como hoteles, restaurantes, tiendas, piscinas, etc.) y las personas que venden o alquilan sus casas pueden “legalmente” negarse a servir, vender o alquilar a los negros — ¡si esta negativa se hiciera en el nombre de su religión (o el “derecho” a la “libertad de expresión” de expresar su religión al negarse a servir a las personas)! Las y los secretarias (os) de las oficinas gubernamentales pertinentes podrían negarse a expedir licencias de matrimonio a parejas interraciales. Y así sucesivamente.

El mismo tipo de “lógica” se aplicaría a la discriminación contra las mujeres, ya que la Biblia y las escrituras “judeocristianas” en general, así como las escrituras del islam, son en sí flagrantemente patriarcales, al poner a las mujeres en una posición claramente desigual y oprimida. Y que no se olvide que esta es la misma Corte Suprema que, hace poco más de un año, arrebató el derecho al aborto.

Las terribles implicaciones de esto tienen amplias repercusiones. Todo ello hecho al servicio de la religión fundamentalista: Fascismo Cristiano.

Necesitamos una Constitución radicalmente diferente y mucho mejor, para un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. Y la tenemos: la Constitución para la Nueva Republica Socialista en América del Norte. Esta Constitución garantizará la libertad religiosa, pero NO el “derecho” a oprimir a las personas en el nombre de la religión. Dice lo siguiente:

No se negará ni se restringirá el derecho de sostener creencias religiosas y prácticas religiosas, a excepción de los casos de la violación de la ley y mediante el debido proceso legal. A la vez, no se permitirá que se utilicen la religión y las prácticas religiosas para llevar a cabo la explotación y acumular capital privado, en contravención de la ley, ni para participar en otras formas de contravención de la ley; ni se les podrá conceder derechos o privilegios a personas, grupos o instituciones religiosos que no se apliquen al pueblo de esta República en general*.

Aquí, en esta Constitución radicalmente nueva, se defiende claramente el derecho a la religión, pero no el uso de la religión para explotar a otros, en violación de la ley — y no unos “derechos o privilegios religiosos” especiales para violar la posición clara y firme de esta nueva Constitución socialista contra la discriminación y la opresión por motivos de nacionalidad y raza, sexo y género.

Ya es hora, y desde hace mucho ya ha pasado la hora, de deshacerse de este sistema capitalista-imperialista, que ha engendrado esta Corte Suprema; ya es hora de dejar atrás la Constitución de los Estados Unidos, que se ha interpretado a lo largo de la atroz historia de Estados Unidos, y se está interpretando hoy, de modo que meta a sectores enteros de la población en un estatus de “segunda clase”. Ya es hora para una revolución, para derrocar este sistema opresivo y reemplazarlo por un sistema emancipador radicalmente diferente y mucho mejor, basado en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte.

*******

* Este pasaje sobre la religión en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte se encuentra en el Artículo III, Sección 2, parte 3F. La forma en que esta Constitución presenta una visión panorámica y medidas específicas para abolir y arrancar de raíz la discriminación y la opresión por motivos de nacionalidad y raza, sexo y género, se encuentra en el Preámbulo de esta Constitución y se explica más en una serie de Artículos en esta Constitución, en particular el Artículo II y el Artículo III, Secciones 3 y 4. [volver]