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Para empezar, a fin de tener la base necesaria para lo que voy a abordar aquí, aclaremos algunas cosas básicas. En primer lugar, ¿qué se entiende por burguesía? Es otra manera de decir (es una palabra del francés que significa) la clase capitalista. ¿Qué quiero decir con “clase”? Una “clase” de personas es una parte de la sociedad que se define por su posición en el marco de las relaciones en esa sociedad y, en particular, su posición y papel en la economía. ¿Qué es, pues, la clase capitalista? Como señalé en los artículos sobre la explotación, la clase capitalista es una pequeña parte de la sociedad que domina al resto de la sociedad sobre la base de explotar a las personas — los capitalistas utilizan el trabajo de otras personas para acumular riqueza para sí mismos1. La clase capitalista gobierna la sociedad capitalista en su conjunto, como resultado de su papel dominante en la economía.
Y además, se tiene la pequeña burguesía. Esto significa literalmente la “pequeña” burguesía, pero en realidad se refiere a la clase media — a las personas dedicadas a los negocios en pequeño, a las personas con títulos de educación superior, a las personas en las artes, a los maestros y predicadores y otros que ocupan una posición intermedia entre los explotadores de pesos pesados (la clase capitalista dominante) y los proletarios, la masa de personas explotadas por los capitalistas2.
Con eso como base, vayamos al meollo del asunto.
En un artículo reciente, denuncié duramente a las cadenas sobre las personas que necesitan desesperadamente estar libres, incluida la búsqueda obsesiva del dinero, y la misoginia — odiar a las mujeres y someterlas a la degradación de innumerables maneras. Hablé de que todo esto “se promueve y propaga constantemente en la ‘cultura popular’, incluido en la música hip hop”. (También me referí a la manera en que esta basura ha pervertido esta forma de arte creativo del hip hop, que podría, y debería, ser una voz poderosa para la liberación, pero que se ha convertido en otra cosa bajo la dominación de este sistema del capitalismo-imperialismo)3.
En una aparición de invitado, como él mismo, en un episodio reciente del programa ficticio Billions de Showtime, el rapero y actor Killer Mike ofreció otro ejemplo contundente del profundo problema específico que yo indicaba. En primer lugar, en una conversación con el personaje Mike Prince, un parásito financiero multimillonario, Killer Mike ni siquiera se avergüenza de decir que le “gustan” los clubes de striptease, los cuales son una expresión concentrada de la degradación sexual de las mujeres.
Luego, en la misma conversación con el personaje Prince, Killer Mike en sí continúa exigiendo que Prince (que se postula para presidente) invierta en algunos bancos de negros. (Prince promete hacerlo, y a su vez, Killer Mike promete respaldar a Prince). Como se muestra en este programa, Killer Mike piensa y habla como un financiero parásito. Y, de manera importante, como expliqué en otro artículo, en el sistema capitalista los bancos son instituciones que ganan dinero sobre la base de la explotación de masas de personas. Tanto para los bancos como para todas las demás empresas capitalistas se aplica lo siguiente:
Lo más fundamental es lo siguiente: la fuente de la riqueza que estos diferentes capitalistas acumulan es la explotación de las personas obligadas a trabajar por un capitalista u otro (o corporación capitalista, etc.) en el proceso de producir las cosas que las personas usan4.
A diferencia de lo que se pregona continuamente en Estados Unidos, incluido por medio de películas y programas de televisión como Billions: “Es el trabajo de esas personas explotadas por los capitalistas —y no la ‘brillantez’ o el ‘genio empresarial’ de los capitalistas— lo que de hecho crea la riqueza que los capitalistas se apropian (se la toman por su propia ganancia y uso)”5.
Al mismo tiempo, el capitalismo no sólo se basa en la explotación despiadada de masas de personas, sino que ésta está impulsada por una competencia despiadada entre los propios capitalistas. Los capitalistas que ganan en esta competencia son aquellos que explotan a la gente de manera más efectiva y despiadada. O lo hacen así o enfrentan la perspectiva de ser devorados o aplastados por otros capitalistas. Y, para las masas de personas explotadas por los capitalistas, esto quiere decir que los capitalistas presionarán continuamente con más fuerza a esas masas o las echarán a la calle, de acuerdo con las necesidades de los capitalistas en sí, los que a su vez están impulsados por la competencia implacable entre los capitalistas. Esta es la razón por la que, a pesar de lo que algunos capitalistas individuales quizá quieran hacer, no existe ni puede existir algo llamado “capitalismo compasivo”.
Como insiste Killer Mike, los bancos de negros sin duda están sometidos a la discriminación, como los negros en general —y hay que oponérsele a esa discriminación—, pero, no obstante, son instituciones capitalistas, que se basan en la explotación en masa y están impulsadas por las leyes básicas de la economía capitalista.
Aparentemente, la idea expresada por Killer Mike es que apuntalar a los bancos de negros (y a la burguesía negra en general) conducirá de alguna manera a una mejora significativa para las masas de negros. Ésta es una noción trillada, propagada por la burguesía y sus representantes en todas partes — de promover sus propios intereses servirá a los intereses del pueblo más en general. De hecho, como analizaré más a fondo, los intereses de la burguesía, de cualquier nación, son fundamentalmente diferentes a los intereses de las masas de personas.
Pero, antes de abordar este tema general más a fondo, es necesario señalar que toda la escena hiphopera de Atlanta, de la que ha surgido Killer Mike, es un pozo de mierda en el que la música rap se entrelaza con el tráfico de drogas y la degradación de las mujeres, incluido por medio de clubes de striptease. Pero el problema no se limita a Killer Mike y a la escena hiphopera de Atlanta. En el contexto de las últimas elecciones presidenciales (2020), al rapero y actor Ice Cube se le ocurrió un programa para el capitalismo negro y coqueteó con la idea de apoyar al abierta y descaradamente racista Donald Trump, quien expresó “interés” en este esquema capitalista.
Todo esto es una aguda ilustración de lo que señalé en Breakthroughs (Abriendo Brechas), en referencia a la situación entre las masas de negros y otros oprimidos:
[E]xiste el fenómeno de que en la esfera de la cultura, por ejemplo, cierto sector relativamente pequeño pero influyente de personas ha logrado subir de entre estas masas a una posición básicamente burguesa…. [A]barca a las personas que no solo han utilizado la esfera de la cultura sino también en algunos casos el ámbito del crimen para forjar una posición en la que lleguen a ser muy ricas, y luego invierten en líneas de cosméticos y ropa y cosas por el estilo — se convierten en verdaderos burgueses, aunque al mismo tiempo son parte de una nación o pueblo oprimido. Y en una medida muy importante, sostienen la perspectiva correspondiente6.
Esa “perspectiva correspondiente” no es una perspectiva que puede dirigir a las masas negras, ni a las masas de personas en general, a estar libres.
Por qué los programas y aspiraciones burgueses y pequeñoburgueses no pueden conducir a una verdadera liberación
Es importante tener en cuenta que la burguesía negra y la pequeña burguesía negra son clases de personas no sólo en Estados Unidos en general, sino más particularmente en la nación negra oprimida en Estados Unidos. Por un lado, estas clases de negros están sometidas, de diversas maneras, al trato perjudicial y discriminatorio que se dirige contra los negros en su conjunto en esta sociedad supremacista blanca; y, a pesar de su posición económica y social, las personas en la pequeña burguesía negra, e incluso en la burguesía negra, todavía pueden llegar a ser víctimas de la brutalidad y el asesinato por parte de la policía, lo que refuerza las relaciones opresivas de este sistema en su conjunto. Por otro lado, la burguesía negra y la pequeña burguesía negra ocupan posiciones por encima de las masas de personas negras —y, en diversos grados, tienen posiciones privilegiadas en la sociedad en general, pese a la discriminación a la que están sometidas— y su perspectiva espontánea es fundamentalmente una expresión de sus posiciones de clase7.
Junto con la promoción del capitalismo negro como la supuesta “salvación” para los negros, se tiene la promoción generalizada de la “wokeness” (concienciación), lo que incluye a sectores de la pequeña burguesía negra (por ejemplo, muchos negros en el ámbito académico y en los medios de comunicación). Los revcom (comunistas revolucionarios) hemos llamado la atención sobre lo siguiente:
“Woke” solía significar una conciencia justa de la opresión racial, pero desde hace mucho se ha transformado en una demencia fanática y mentalidad de viles turbas. Una sed de sangre para singularizar y rebajar a los individuos, a la vez que elude de manera cobarde, y a menudo, obstaculiza activamente la verdadera y necesaria lucha contra el sistema, ¡especialmente su derrocamiento por medio de una revolución real!
Y esta “wokeness” (concienciación) supone
Reglas estrafalarias y caprichosas aplicadas mediante amenazas de la cultura de la cancelación. Afirmaciones no científicas pretensiosas de “representar a los marginados”. La insistencia en que la gente “permanezca en su carril” en la lucha contra la opresión. La demencia “woke” (concienciada) manifiesta mucho de lo que es perjudicial con el sistema capitalista-imperialista y su cultura dominante, ¡contribuyendo a la pesadilla para la humanidad!8
Esta es otra expresión de la forma en que, hoy, gran parte de la perspectiva y de las acciones de la pequeña burguesía supuestamente “progresista”, incluida gran parte de la pequeña burguesía negra, en realidad es muy perjudicial — se le opone y es un obstáculo a una verdadera lucha por la emancipación de los negros y de todos los oprimidos.
En los medios de comunicación convencionales, mediante el sistema electoral burgués y de muchas otras maneras, los representantes de la burguesía negra y de la pequeña burguesía negra —y muchos representantes de este sistema del capitalismo-imperialismo en general— tratan de presentar las cosas como si estas clases más privilegiadas de negros fueran “modelos a seguir” para los negros en su conjunto (y para la gente en general), y lo que estas clases están esforzándose por lograr es supuestamente la manera de superar la discriminación y la desigualdad. Pero aquí va la verdad: los objetivos y las aspiraciones de la burguesía negra y de la pequeña burguesía negra no pueden conducir a la liberación de las masas negras —o de los oprimidos en general— por la siguiente razón básica: no ven más allá, y no se esfuerzan por ir más allá, de este sistema del capitalismo-imperialismo, que explota sin piedad y oprime asesinamente a masas de personas, en Estados Unidos y por todo el mundo. En cambio, se esfuerzan por participar, y por sacar una tajada más grande para sí mismas, en este monstruoso sistema (aunque a veces a eso lo acompaña la afirmación de que mejorar su posición beneficiará a las masas de negros, y mejorará la posición de las masas de negros). Pero el hecho es que ello no cambiará, ni podrá cambiar, la condición de opresión de las masas de los negros, y de otros oprimidos. Ni siquiera cambiará el hecho de que, a pesar de su posición de mayor privilegio, la burguesía negra y la pequeña burguesía negra, como parte de la nación negra oprimida, todavía estarán sometidas a la discriminación y la brutalidad, y no podrán escapar a éstas, a las cuales los negros en su conjunto estarán sometidos bajo este sistema, en el que está incorporada la supremacía blanca. Para eliminar todo eso, es necesario eliminar este sistema del capitalismo-imperialismo, mediante una revolución real.
También hay una corriente entre la burguesía negra y la pequeña burguesía negra —por ejemplo, con alguien como Farrakhan— la que anhela establecer un país negro separado, en el que ellos mismos sean la clase dominante de semejante país. En este sentido, hay importantes cuestiones de comprensión y principios. Primero, hay que defender el derecho a la autodeterminación de la nación negra oprimida, incluido el derecho a formar un país separado — y se defiende en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, que he escrito (esta Constitución está disponible en revcom.us). Al mismo tiempo, un país negro separado gobernado por una burguesía negra y que operara según los principios del capitalismo sólo podría funcionar por medio de la explotación de las masas de negros. Y, como país capitalista en un mundo dominado por el sistema del capitalismo-imperialismo y las grandes potencias capitalista-imperialistas, ese país capitalista negro sólo podría ocupar una posición subordinada y dominada dentro de ese sistema mundial general.
Todas estas son razones básicas por las que, a pesar de sus pretensiones, la burguesía y la pequeña burguesía, de cualquier nación o país, no pueden dirigir a la liberación de las masas de personas, con la eliminación de todas las relaciones de explotación y opresión. Y, una vez más, los representantes de estas clases ni siquiera tienen por objeto poner fin a todas las relaciones de explotación y opresión, sino más bien tienen por objeto establecer o mejorar su posición dentro de dichas relaciones.
Liberación real — una revolución verdaderamente emancipadora
Carlos Marx, el fundador del comunismo, enfatizó la siguiente cuestión muy importante: Los representantes políticos e intelectuales de cada clase dicen que los intereses particulares de la clase de la que forman parte también representan los intereses generales del pueblo y de la sociedad en general. Pero la realidad es que hay únicamente una clase cuyos intereses representan los intereses de las masas de la humanidad y, en última instancia, de la humanidad en su conjunto — no en un sentido estrecho, sino en el sentido más amplio y fundamental. Esa clase es el proletariado —de todas las razas, naciones y países—, la clase de personas explotadas bajo este sistema del capitalismo-imperialismo, que sólo puede poner fin a su condición de explotada aboliendo este sistema del capitalismo-imperialismo y arrancando de raíz todas las relaciones de explotación y opresión, en todas partes9.
Una vez más, el reforzamiento de la burguesía negra y de la pequeña burguesía negra no ha eliminado, no eliminará ni podrá eliminar la discriminación, la desigualdad y la opresión — no se deshará ni podrá deshacerse de la situación del pueblo negro en su conjunto como un pueblo oprimido. No es posible deshacerse de esta opresión bajo este sistema por la razón básica de que la supremacía blanca está integrada en este sistema y en cada parte de Estados Unidos —en el empleo, la educación, la vivienda, etc.— y todo esto lo imponen las instituciones gobernantes, incluidos los policías asesinos y otros ejecutores violentos de este sistema.
Es posible e importante ganarnos a sectores importantes de la pequeña burguesía hacia la revolución que se necesita con urgencia para eliminar la explotación y toda opresión — y esto se aplica definitivamente a la pequeña burguesía, y hasta a algunas personas en la burguesía, de la nación negra oprimida. Pero estas clases, y los intereses que representan como tales, nunca podrán dirigir una revolución que corresponda a los intereses de las masas de negros oprimidos y explotados, y de los oprimidos y explotados en general.
Una vez más, esto se debe a que la perspectiva, los objetivos, las aspiraciones y los esfuerzos espontáneos de estas clases son de conseguir un lugar mejor para sí mismas dentro de este sistema del capitalismo-imperialismo, el que es la fuente y causa fundamental de esta explotación y opresión — y es imposible abolir esta explotación y la opresión sin abolir este sistema.
Al mismo tiempo, algo muy importante en relación con todo esto es que las personas pueden adoptar, y sí adoptan, perspectivas y objetivos que corresponden a los intereses de una clase distinta de la clase a la que pertenecen esas personas. Ahora mismo, por ejemplo, lamentablemente se tiene que en la clase explotada de proletarios (y los oprimidos en general) en Estados Unidos (y en otros países), masas de personas han sido condicionadas a adoptar, y han adoptado, la perspectiva y los valores de este pútrido sistema del capitalismo-imperialismo. Por otro lado, también es cierto que, si bien la clase dominante de este sistema seguirá decidida a mantener este sistema, con los medios más asesinos y destructivos, es posible ganarnos a masas de personas —no sólo en el proletariado, sino entre otros sectores de la sociedad— a que reconozcan la necesidad urgente, y la posibilidad, de que la revolución derroque este sistema y cree algo mucho mejor. Los seres humanos son seres pensantes y, como tales, es posible que sectores amplios de la gente lleguen a reconocer que la única manera de deshacerse de la locura y la angustia de vivir bajo este sistema —el único camino hacia un futuro que sea digno de vivir para las masas de la humanidad y, en última instancia, para la humanidad en su conjunto— es emprender y llevar a cabo esta revolución. Pero, especialmente dado el gran peso de este sistema capitalista-imperialista, y las formas en que obra para condicionar a las personas, es posible ganarse a masas de personas al respecto únicamente si aquellos que reconocen la necesidad de esta revolución libran una lucha feroz para que amplios sectores de personas rompan con las necias formas en que este sistema las ha condicionado a pensar y actuar, y ganárselas para que se conviertan en emancipadores revolucionarios conscientes de la humanidad, con el objetivo de nada menos que poner fin y arrancar de raíz toda explotación y opresión en todo el mundo.
A manera de resumir y concluir con el siguiente tema crucial: son únicamente las crecientes filas de comunistas revolucionarios las que podrán dirigir, y las que deberían dirigir, una revolución verdaderamente emancipadora — la que en concreto tenga por objeto la abolición de toda explotación y opresión, en representación de los intereses fundamentales y más excelsos de la clase explotada bajo el capitalismo, el proletariado, en el derrocamiento de este sistema del capitalismo-imperialismo y en la creación de un sistema radicalmente diferente y mucho mejor — con una base económica (modo de producción) fundamentalmente diferente, e instituciones políticas, relaciones sociales y cultura emancipadoras — tales como se establecen de manera panorámica y concreta en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte.
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NOTAS de Bob Avakian
Lo siguiente se refiere a artículos y otras obras mías (excepto el número 8, que fue escrito por un grupo de los revcom). Todas estas obras están disponibles en revcom.us.
1. “La explotación: Qué es, cómo ponerle fin”; y “Poner fin a la explotación, y a toda opresión”. [volver]
2. Se analiza la posición y el papel de diferentes sectores de la pequeña burguesía en Breakthroughs (Abriendo Brechas): El avance histórico hecho por Marx, y el nuevo avance histórico del nuevo comunismo, Un resumen básico. [volver]
3. “Estado de emergencia: Cadenas sobre las personas que desesperadamente necesitan estar libres, Un mensaje de Bob Avakian, líder revolucionario, autor y arquitecto de un marco totalmente nuevo de emancipación humana: el nuevo comunismo”. Un vídeo basado en una grabación que hice de este artículo también está disponible como parte de El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! de YouTube (episodio n.° 164). [volver]
4. “La explotación: Qué es, cómo ponerle fin”, nota #2. Esa nota también señala las siguientes cuestiones importantes:
Más allá de aquellos que participan directamente en explotar a las personas en el proceso de producir la riqueza del sistema capitalista, hay otros explotadores capitalistas también. Por ejemplo, hay bancos y otras instituciones financieras que sacan ganancias por medio de préstamos a las corporaciones y otras empresas que explotan a las personas directamente. (Estos préstamos se tienen que pagar, con una cantidad adicional de dinero — el “interés”.) Además, con frecuencia estas instituciones financieras invierten por su cuenta en las corporaciones que explotan a las personas directamente. Y, por su parte, corporaciones de gran escala también participan en transacciones financieras. El capital financiero se entreteje con el capital que se usa directamente para explotar a las personas en el proceso de la producción. También hay capitalistas mercantiles — por ejemplo, aquellos que venden ropa, o comida y otras necesidades básicas. Y hay aquellos que invierten en la bolsa de valores —pero esto solo se equivale a un tipo de apuestas— de apostar a cuáles empresas capitalistas tendrán más éxito en explotar a las personas. [volver]
5. “La explotación: Qué es, cómo ponerle fin” (énfasis añadido). [volver]
6. Breakthroughs (Abriendo Brechas). [volver]
7. Se tiene el hecho de que, aun con la discriminación y la desigualdad sistemáticas a las que está sometido el pueblo negro en su conjunto bajo este sistema, todavía comparte, en diferentes grados, el botín parásito del imperio estadounidense — la forma en que el capitalismo-imperialismo estadounidense se ceba de la explotación de personas en todo el mundo, especialmente en el tercer mundo de América Latina, África, el Medio Oriente y Asia. (Un parásito vive de otros seres vivos — y literalmente o en efecto les chupa la sangre a otros seres vivos. El capitalismo-imperialismo estadounidense es un imperio altamente parásito, cuyo funcionamiento y acumulación de riqueza y poder se basan en la explotación despiadada de personas en todo el mundo, lo que incluye la superexplotación de enormes cantidades de niños en el tercer mundo.) Todos aquellos que se encuentran en este Estados Unidos parásito reciben algunos de los “beneficios” (el botín) de esta explotación mundial, aunque se distribuye entre diferentes clases de personas de una manera muy desigual. La burguesía negra y la pequeña burguesía negra, debido a sus posiciones dentro de la estructura económica y social de Estados Unidos, reciben sustancialmente más de este botín que las personas en el fondo de la sociedad, entre ellas las masas de negros, cuyas condiciones de opresión y privación sistemática y brutal superan con creces cualquier botín que reciban como resultado de vivir en este país parásito. [volver]
8. Una impugnación de siete puntos:“WOKE” ES UNA FUERZA DESTRUCTIVA en la vida política, intelectual, artística y ética de una sociedad. [volver]
9. Este señalamiento importante de Marx se analiza en Esperanza para la humanidad — sobre una base científica, Romper con el individualismo, el parasitismo y el chovinismo pro estadounidense, en la sección “Intereses particulares e intereses generales — intereses de clase divergentes y los intereses más elevados de la humanidad”. Esta obra está disponible en revcom.us en la sección Obras escogidas de BA. (La obra de Marx que se analiza es El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte.) [volver]