El fin del año nos brinda una oportunidad de poner las cosas en perspectiva y reflexionar sobre la vida, ver a viejos amigos y familiares... y tomar la decisión de hacer que el año venidero cuente para muchísimo más. Los momentos en los que hacemos eso ahora son, como ha analizado Bob Avakian, días en los que las cosas se transformarán radicalmente, de una forma u otra — ya sea de una forma reaccionaria y asesina que agrave inconmensurablemente los horrores que la humanidad debe soportar hoy O... de una forma radicalmente emancipadora. Son momentos urgentes, y aunque nos tomemos tiempo para reflexionar y celebrar, cantar, bailar y reír, también debemos mirar hacia delante. 2023 debe ser un año en el que todos los que leemos hoy este editorial tengamos que formar parte de organizar y dirigir a cientos y luego a miles de personas para poner la revolución en el mapa en la mente de millones de personas.
Pero volvamos a las semanas que vienen. Si usted se ha adentrado en las Entrevistas con Bob Avakian este otoño —si ha seguido a BA durante años, o acaba de enterarse de él—, esos amigos y parientes a los que va a visitar y con los que se va a poner al día necesitan también la oportunidad de conocerlo. Tómese un tiempo para sentarse con ellos y ver en grupo las entrevistas... lo suficiente como para que se adentren en ellas. Conversen juntos sobre ellas. Difundir estas Entrevistas —tanto de manera amplísima y audaz en la sociedad, como en serios debates en pequeños grupos— es lo que está al frente ahora mismo en la construcción de un movimiento para la revolución.
Para prepararse, lea aquí, aquí, aquí y aquí la serie “Cambiar el terreno del juego”. Utilice la serie como base. A partir de lo siguiente, de la Primera parte de la serie:
Una vez más, piense en estas entrevistas y en cómo era verlas.
De veras piense en eso un momento...
Piense en quién y qué destacan... de qué hablan estas entrevistas y cómo hablan al respecto... piense en su contenido... en su estilo... piense en cómo le inspiraron y le conmovieron... en cómo le desafiaron... lo que iluminaron... en lo que le hicieron pensar y en lo que le hicieron sentir.
Piense honestamente si alguna vez ha visto y oído algo parecido...
Luego, eche un vistazo a la página con las experiencias que la gente ha tenido difundiendo las Entrevistas y las diferentes formas en que la gente les ha respondido. Reflexione sobre la experiencia de recaudar fondos y darle a la gente la oportunidad de apoyar algo que puede importar de veras. De ahí, salga en la sociedad con estas Entrevistas. Es importante apreciar profundamente estas Entrevistas — eso es crucial; pero también hay que difundirlas en la sociedad. El mundo está en llamas, necesita desesperadamente que se salve, y no va a ser otra persona aparte de usted la que eche una mano para hacerlo. La dirección está ahí; la comprensión está ahí; el plan está ahí. Así que dé el primer paso y —si ya lo ha dado—, sueñe con cosas más excelsas y piense en cosas más grandes y escríbanos.
Un mensaje a los Revcom y a los demás que anhelan un mundo mejor
Las Entrevistas con Bob Avakian:
ALGO que “cambia el terreno del juego”
A continuación, vuelva a leer la serie “Cambiar el terreno del juego”, que lo preparará para el rechazo con el que se topará. La serie le enseña cómo interpretarlo y cómo manejarlo. Prepárese para la interferencia y la lucha; pero prepárese igualmente para las respuestas positivas que puede ver en la misma página de parte de las personas que tal vez nunca antes hayan oído hablar de BA — prepárese para avanzar a partir de ellas y encontrar formas en que esas personas se conviertan en sembradoras mientras exploren más a fondo las Entrevistas.
Algo más, y de mucha importancia: cuando lea la nueva entrega de la serie “Cambiar el terreno del juego”, haga una pausa y vuelva a leerla. Tómese unos días para reflexionar y pensar en las relaciones las que explora... hable de ello con sus amigos y camaradas... y luego envíenos sus ideas sobre estas relaciones.
Para dar el salto del que hablamos el año que viene —es decir, para poner la revolución de veras en el mapa, para hacer avances sólidos respecto al objetivo de activar a un pueblo revolucionario que cuenta con millones de personas—, no sólo necesitamos sus esfuerzos, necesitamos su experiencia, lo que piensa, sus observaciones e ideas. ¿Cómo ponemos estas poderosas Entrevistas de forma impactante en la sociedad, ahora, más allá de las aguas poco profundas y hacia las olas y corrientes tormentosas?
Esa es la cuestión que tenemos que resolver. Y no hay tiempo que perder.
Todo depende de gestar un pueblo revolucionario, de entre los más amargamente oprimidos, y de todas las partes de la sociedad, que primero cuente con miles y luego con millones de personas, como una poderosa fuerza revolucionaria, organizada desde el principio y de forma consecuente con una perspectiva que abarca todo el país, impactando a toda la sociedad y cambiando los términos de la manera en que las masas de personas ven las cosas y la forma en que cada institución tiene que responder. Todo debe centrarse ahora en realmente hacer nacer y organizar esta fuerza revolucionaria.