Por la noche del 10 de septiembre, Donald Trump hizo una declaración desde el Despacho Oval en la que culpaba a la “izquierda radical” por el asesinato de Charlie Kirk. Trump lo hizo a pesar de que la identidad y la motivación del tirador eran y siguen siendo desconocidas. Trump está estableciendo términos de culpa y represalia, azuzando a la base social de MAGA y movilizando el aparato represivo para perseguir a los individuos, organizaciones y medios de comunicación que se oponen a su régimen y movimiento.
Trump enumeró selectivamente incidentes de violencia contra figuras de extrema derecha y fascistas, actos que no guardan ninguna relación con una lucha justa por un futuro mejor. Trump crea una imagen falsa de las intenciones y los métodos de los que alzamos la voz y estamos comprometidos con la acción en masa de millones de personas para crear un futuro en el que los inmigrantes, las mujeres, las personas LGBTQ, el pueblo negro, y la gente del mundo reciban un tratamiento como seres humanos plenos.
La verdad es que la inmensa mayoría de la violencia política reciente la han perpetrada la “derecha radical” y los fascistas declarados como aquellos que están asociados con el movimiento MAGA de Trump. De hecho, los extremistas de derecha han matado a más de 330 personas en Estados Unidos durante la última década — lo que supone un 75% de las personas asesinadas debido a la violencia política. Esto incluye el ataque violento y mortífero al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Trump y su movimiento fascista MAGA están aprovechando el horroroso asesinato de Charlie Kirk para satanizar aún más a sus opositores y acelerar su represión del derecho a la protesta y el disentimiento en la I enmienda.
Trump incluso afirmó que los estadounidenses que utilizan su derecho a la libertad de expresión para reconocer públicamente los paralelismos entre el ascenso de los nazis y lo que está pasando hoy bajo Trump son “directamente responsables del terrorismo que estamos presenciando hoy en nuestro país”.
¡Que no se permita este ataque ilegítimo al derecho de la I enmienda a expresarse libremente, a extraer las lecciones de la historia y a actuar en consecuencia con determinación y de forma no violenta!
Que las decenas de millones de personas decentes en este país no permitan que el régimen fascista de Trump aproveche el asesinato horroroso y criminal del líder juvenil fascista Charlie Kirk para ponernos a la defensiva política, asustarnos para que nos callemos y nos sometamos a la ofensiva fascista multifacética de Trump — que incluye una arremetida cada vez más despiadada y creciente contra las comunidades latinas por parte de sus golpeadores enmascarados del ICE y la Patrulla Fronteriza.
NOS NEGAMOS A ACEPTAR UN ESTADOS UNIDOS FASCISTA: El fascismo no es una palabrota. Es una forma diferente de gobierno brutal. Callarnos o capitular por adelantado ante estas amenazas únicamente facilitará un encierro total de la sociedad y el gobierno — sin ningún debido proceso, sin derechos, sin estado de derecho y con nefastas consecuencias para toda la humanidad.
Crece cada vez más la necesidad de una implacable lucha no violenta de millones de personas para expulsar del poder al régimen fascista de Trump. El 5 de noviembre, desde todos los rincones del país, hace falta que un millón de nosotros acudamos a Washington, D.C. y llenemos las calles con protestas no violentas. A partir de ese día, no pararemos hasta que el régimen sea sacado del poder.