El 2 de marzo, Hamdan Ballal, junto con sus codirectores, ganó el Óscar por su documental No Other Land. Esta película da vida vívidamente a una realidad en gran parte censurada en Estados Unidos: los violentos y crecientes ataques y apropiaciones de tierras por parte de colonos israelíes contra los palestinos en la Cisjordania ocupada.
El 24 de marzo, una turba de colonos israelíes enmascarados, armados con porras, cuchillos y rifles de asalto, junto con soldados israelíes, llevaron a cabo otro ataque brutal, esta vez contra el propio Hamdan Ballal. Ballal gritó: “Me estoy muriendo”, mientras lo golpeaban brutalmente y sangraba profusamente, ante los ojos de los soldados israelíes. Los soldados israelíes lo detuvieron durante la noche en una base militar, con los ojos vendados y esposado. Israel informó inicialmente del incidente como un enfrentamiento entre colonos y “terroristas” que lanzaban piedras.
Ballal no había tirado piedras. “Fue una venganza por nuestra película”, dijo. La película se centró en la misma zona donde tuvo lugar el ataque: el pueblo de Susya, en la región de Masafer Yatta, donde vive.
La paliza que recibió Ballal pone de relieve, al igual que su película, los crecientes ataques contra los palestinos en Cisjordania. Desde el 7 de octubre de 2023, ha habido más de 1.860 ataques por parte de colonos, policías y militares israelíes que han matado al menos a 870 palestinos, 177 de ellos niños. Esto ocurre en medio de crecientes amenazas del gobierno de Netanyahu, con el respaldo del régimen fascista de Trump-MAGA, de anexar toda Cisjordania. “Los colonos actúan como una mafia”, dijo Ballal después de ser atacado. “Son criminales que se comportan como una organización criminal”.
Uno podría haber pensado que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, que le otorgó un Óscar a Ballal y supuestamente defiende la libertad artística, habría alzado la voz inmediatamente en su defensa, entre otras razones para protegerlo de futuros ataques, incluso de la muerte. Pero en cambio, guardó silencio1.
Este silencio provocó la protesta de muchos en la industria cinematográfica, incluido el codirector de Ballal, Yuval Abraham, y el miércoles 26 de marzo, la Academia emitió un comunicado. Pero era genérico, sin hacer mención específica alguna de Ballal, su paliza o su película, porque, como explicó la Academia a sus miembros, tenía muchos miembros y tenía que respetar “puntos de vista únicos”.
Esta evasión provocó más indignación. El jueves circuló una carta abierta de los miembros de la Academia condenando la inacción de la Academia y apoyando firmemente a Hamdan Ballal. Esta carta en parte declaraba lo siguiente:
Condenamos el brutal ataque y la detención ilegal del cineasta palestino ganador del Óscar Hamdan Ballal por parte de colonos y fuerzas israelíes en Cisjordania.
Como artistas, dependemos de nuestra capacidad de contar historias sin represalias. Los realizadores de documentales a menudo se exponen a riesgos extremos para iluminar al mundo. Es indefendible que una organización reconozca una película con un premio en la primera semana de marzo y luego no defienda a sus realizadores apenas unas semanas después…
El ataque a Ballal no es sólo un ataque contra un cineasta, es un ataque contra todos aquellos que se atreven a dar testimonio y decir verdades incómodas.
Continuaremos vigilando a este equipo de filmación. Ganar un Óscar ha puesto sus vidas en creciente peligro, y no nos andaremos con rodeos cuando la seguridad de otros artistas esté en juego.
Hasta la tarde del 30 de marzo, la carta había sido firmada por 872 miembros de la Academia, incluidos Jane Fonda, Mark Ruffalo, Olivia Colman, Emma Thompson, Richard Gere, Susan Sarandon, Joaquin Phoenix, Penélope Cruz y muchas otras figuras prominentes.
Esta protesta obligó a los líderes de la Academia a emitir una declaración el 28 de marzo expresando su pesar por la declaración del miércoles y pidiendo disculpas “al Sr. Ballal y a todos los artistas que se sintieron no apoyados por nuestra declaración anterior y queremos dejar en claro que la Academia condena la violencia de este tipo en cualquier parte del mundo”2.
Todos los que apoyan la justicia y los derechos fundamentales del pueblo palestino deben mantenerse alerta y estar listos para salir en defensa de Hamdan Ballal o de cualquier otro palestino, artista o no, que sea objeto de ataque.