
Militares bangladesíes patrullan las calles de Daca, Bangla Desh, después de las protestas estudiantiles, 20 de julio de 2024. Foto: AP/Rajib Dhar
Este mes de julio, miles de personas han salido a las calles para protestar contra el gobierno de Bangla Desh bajo la primera ministra jeque Hasina. Bangla Desh es un país en el sur de Asia dominado por el imperialismo y, como señala la carta de unos partidarios del nuevo comunismo en Bangla Desh que aparece en esta edición de revcom.us, este gobierno ha “despojado a la población de todos los derechos, principalmente para proteger los intereses de los imperialistas y de la clase dominante clientelista entrelazada con el imperialismo”. Las protestas se han topado con una sangrienta racha de represión. Ha asesinado a casi 200 manifestantes; los líderes de las protestas estudiantiles dicen que la cifra es varias veces mayor. Ha encarcelado a cientos de personas. Las imágenes de video de las protestas analizadas por Amnistía Internacional confirman que la policía y las fuerzas paramilitares utilizaron gases lacrimógenos y armas de fuego letales, incluidas escopetas, rifles de asalto y lanzagranadas, contra manifestantes no armados. En un hospital de la capital, Daca, más de 250 personas requerirán cirugías oculares después de recibir disparos en la cara de perdigones o balas de goma disparados por la policía y el ejército.
Las protestas se iniciaron como oposición de los estudiantes y jóvenes a los cupos para los empleos gubernamentales. Estos cupos son una forma de clientelismo y privilegio para familiares y otras personas relacionadas con el partido gobernante. Para 2018, hasta el 56 por ciento de los empleos gubernamentales ya estaban reservados bajo cupos, lo que suscitó el descontento entre amplios números de estudiantes excluidos de estos trabajos mejor remunerados. Las protestas llevaron al gobierno de Hasina a abolir el sistema de cupos. Pero en junio de 2024, se restableció el sistema de cupos del 56 por ciento, lo que desencadenó nuevas protestas. El 21 de julio, ante las protestas, la Corte Suprema dictaminó que el 93 por ciento de los empleos gubernamentales deben otorgarse en función del mérito. Pero esto no trató la rampante corrupción y favoritismo que, según la gente, caracteriza al gobierno de Hasina y la situación de muchos millones de personas desempleadas y subempleadas, incluidos entre los jóvenes.

Una marcha de estudiantes de la Universidad Alia, India, en solidaridad con los estudiantes manifestantes en Bangla Desh, 22 de julio de 2024. Foto: AP
El gobierno está tratando de suprimir las noticias sobre las protestas. Pero se han difundido algunas imágenes de teléfonos móviles que muestran a las fuerzas de seguridad disparando a los manifestantes y arrojando cadáveres a la calle. Algunos estudiantes dicen que han sido torturados. El ejército y la policía han estado rodeando los vecindarios, entrando en los hogares y deteniendo a la gente en la calle. Los manifestantes están respondiendo con lucha, incluso atacando vehículos policiales. Esta racha de represión es una continuación de la brutal represión de los últimos 15 años. Entre 2009 y 2022, se han registrado casi 2.500 ejecuciones extrajudiciales (sin ningún debido proceso judicial).
Por ahora, según informes noticiosos, han dispersado a los manifestantes, pero éstos han prometido volver a las calles si no se cumplen sus demandas. Muchos manifestantes dicen que esta lucha ya no se trata nada más del sistema de cupos, sino de justicia para aquellos que han sido asesinados y de oposición al régimen gobernante en su conjunto.