Este es un llamado urgente a la comunidad de Columbia para que se una a una histórica movilización hacia Washington, D.C. El 5 de noviembre, nos reuniremos a las 11 a.m. en el Monumento a Washington para iniciar protestas no violentas e incesantes con la demanda de sacar al régimen fascista del presidente Donald Trump. Esta convocatoria fue iniciada por RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo), pero todas las personas que se preocupan por la humanidad, independientemente de su ideología o procedencia, son bienvenidas y necesarias para lanzar un poderoso movimiento no violento que saque del poder al régimen fascista de Trump.
Los jóvenes de hoy alcanzan la mayoría de edad en un momento de gran peligro existencial. El segundo mandato de Trump no es simplemente otra administración que implementa un conjunto de malas políticas. Para instaurar una forma de gobierno brutal y abiertamente dictatorial, el régimen de Trump está cambiando velozmente la forma en que se gobierna Estados Unidos. Ignora las órdenes judiciales y la separación de poderes. Amenaza, procesa y acusa con sed de venganza a sus críticos y enemigos políticos. Está desplegando ilegítimamente las fuerzas armadas estadounidenses en nuestras calles y está azuzando a agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para desaparecer a inmigrantes y aterrorizar a las comunidades. Está agrediendo y eviscerando los derechos conquistados con tanto esfuerzo por las personas negras, las mujeres y las personas LGBTQ, incluidos los derechos al voto y reproductivos, así como el derecho al matrimonio entre personas del mismo género.
Tras la investidura del presidente Trump, Columbia se convirtió en uno de los primeros objetivos y campo de pruebas de la guerra del régimen contra las universidades. Ceder ante las exigencias destructivas de Trump convirtió a Columbia en un símbolo de capitulación y allanó el camino para nuevos ataques contra la libertad académica. En los campus de todo Estados Unidos, la administración exige que las instituciones educativas impartan una versión edulcorada de la historia estadounidense, supriman los derechos de la Primera Enmienda de los estudiantes y eliminen los programas de diversidad, equidad e inclusión. Decidido a aplastar los campus universitarios como centros de disentimiento, pensamiento crítico, ciencia y la razón misma, el régimen de Trump retiene fondos cruciales para la ciencia y la investigación, exige acuerdos financieros exorbitantes, dicta los planes de estudio y las políticas de admisión, arresta a estudiantes internacionales que se atreven a expresarse y niega el derecho a la libertad de expresión garantizado constitucionalmente a todos los estudiantes y profesores.
Por estas razones, la comunidad académica de Columbia —estudiantes, personal administrativo y docentes— tiene un papel y una responsabilidad especiales para convertirse en una fuerza importante de resistencia no violenta contra el régimen fascista de Trump.
Las protestas masivas no violentas han puesto al descubierto durante mucho tiempo la injusticia y la ilegitimidad de los regímenes tiránicos ante el mundo. En Estados Unidos, hay más personas que se oponen a las acciones de este régimen que las que lo apoyan, pero debemos demostrar nuestra fuerza colectiva. Imaginen que cientos de estudiantes, profesores y todas las organizaciones del campus dedicadas a la justicia, el medio ambiente, la ciencia, etc., falten o cancelen clases para ir a Washington el 5 de noviembre y marchar por las calles con pancartas que digan: “¡Los estudiantes de Columbia exigen la salida inmediata de Trump!”. Imaginen el mensaje contundente que esto transmitiría a estudiantes y profesores de todo el país.
El 5 de noviembre en Washington comienza este proceso de llenar las calles una y otra vez para exigir la destitución del régimen. Únicamente así se puede generar una crisis política tan profunda que el régimen no pueda gobernar, implementar su programa ni aferrarse al poder. Nuestro terremoto político desde abajo puede compeler y capacitar a las fuerzas dentro de las estructuras gobernantes para que saquen del poder legítimamente a Trump. Esto transformaría por completo el panorama político, donde el pueblo y nuestras esperanzas de un mundo justo —no los fascistas en el poder— son los que marcan las reglas.
Tal vez usted se pregunte: ¿Vale la pena alterar la vida y los planes de uno para unirse a nuestro movimiento, sobre todo cuando no hay garantía de éxito? El líder revolucionario Bob Avakian, quien advirtió con perspicacia sobre el auge del fascismo en este país durante al menos treinta años, abordó esta cuestión directamente en una importante declaración reciente: “En estos tiempos extraordinarios, las cosas pueden cambiar muy rápidamente, a gran escala y con un impacto enorme”.
No vivimos en tiempos normales. Nos encontramos en una época de profundos cambios. Lo vemos a diario con la retórica política y las acciones de Trump, pero también con las manifestaciones sin precedentes de angustia y protesta, como la de los 7 millones de personas que marcharon hace apenas una semana. El Día Sin Reyes mostró nuestra fuerza. Ahora debemos dar un paso más allá, pasando de protestas periódicas a una protesta no violenta e incesante que exija la salida del régimen ya. No esperaremos a unas futuras elecciones las que el régimen ya está trabajando para subvertir, y no cejaremos hasta que se cumpla nuestra demanda.
Hace más de un año, estudiantes en Columbia, con valentía y convicción, impulsaron un movimiento estudiantil contra el genocidio en Gaza. El mundo entero estaba mirando. Ahora, en 2025, el mundo sigue mirando. ¿Verán a Columbia ponerse de pie para impedir que Estados Unidos se deslice hacia el fascismo?
Estudiantes, docentes, personal administrativo y demás empleados de Columbia: Organicen su campus para ir a Washington el 5 de noviembre. Llenen el autobús que saldrá de Harlem. Comprométanse a participar en esta movilización, lleguen temprano si pueden para ser voluntarios y quédense el mayor tiempo posible. Si lideran un grupo estudiantil, conviértanse en una organización asociada. Lean la convocatoria completa para el 5 de noviembre y obtengan más información en refusefascism.org.
El futuro está por escribir. El que nos toca depende de nosotros.
Coco Das es escritora, lideresa nacional de Rechazar el Fascismo y una directora del sitio web RefuseFascism.org.
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