Peter Maass es un periodista cuyo trabajo incluye la cobertura de la guerra en Bosnia a principios de la década de 1990 (que incluyó masacres y violaciones en masa llevadas a cabo por la mayoría serbia contra la minoría musulmana bosnia después de la desintegración de Yugoslavia) y las invasiones y ocupaciones estadounidenses de Irak y Afganistán. En un artículo de opinión del 9 de abril en el Washington Post, Maass escribe poderosamente contra la guerra genocida que Israel está llevando a cabo hoy contra el pueblo palestino en Gaza, aportando su propia experiencia como testigo de crímenes de guerra del pasado: “Cuando Israel bombardea y tirotea a los civiles, bloquea la ayuda alimentaria, ataca a hospitales y corta el suministro de agua, recuerdo los mismos ultrajes en Bosnia”.
Maass recuerda haber visto a un civil lesionado por los disparos de francotiradores serbios en Bosnia mientras intentaba arrastrarse hasta un lugar seguro. Dice que pensaba en ese incidente “mientras veía un vídeo angustiante desde Gaza no hace mucho. El vídeo muestra a una abuela, Hala Khreis, que intenta salirse de un vecindario que las fuerzas israelíes están cercando. Al caminar con cautela, se agarra de la mano de su nieto, que tiene 5 años de edad y lleva una bandera blanca. De repente, suena un disparo y ella cae muerta. Los rifles de francotirador tienen miras de alta potencia: los tiradores pueden ver a quién tirotean”.
Maass también aporta su propia historia familiar. Entre sus antepasados se incluyen a aquellos que donaron grandes cantidades de fondos al proyecto sionista de migración judía a Palestina, y a la fundación del estado de Israel. Como señala, muchos judíos en Estados Unidos “se sienten una conexión con la creación de Israel”. Pero hace una pregunta crucial y urgente: “¿Qué debe hacer un judío ahora?” Y responde: “Cada uno toma sus propias decisiones, pero mi experiencia con los crímenes de guerra me enseñó que ser judío significa oponerse a cualquier nación que cometa crímenes de guerra. Cualquiera”.
Maass señala acertadamente que las acciones de Israel en Gaza se consideran genocidio según las normas jurídicas internacionales, y que “Las víctimas del genocidio —tal como lo fueron los judíos en el Holocausto— no están dotadas del derecho a perpetrar un genocidio”. Como señala, en el movimiento de protesta contra la guerra de Israel en Gaza hay judíos que declaran “No en nuestro nombre”. Maass describe que, al caminar al lado de una reciente protesta frente a la casa del demócrata de peso Chuck Schumer en Brooklyn, vio “a una mujer que llevaba una kufiya alrededor de su cintura, que llevaba una pancarta de cartón con un mensaje escrito a mano: ‘Enfermera judía contra la ocupación’. No sólo protestaba contra la matanza de civiles sino contra la ocupación militar del territorio palestino durante décadas, lo que es el problema subyacente”.
Y de mucha importancia, Maass escribe que, debido al papel de Estados Unidos en esta guerra genocida, es imperativo que no sólo los judíos sino todos los que viven en Estados Unidos alcen la voz en oposición: “El gobierno de Estados Unidos es el principal partidario de Israel, en virtud de las bombas y otro armamento que sigue suministrando al gobierno extremista del primer ministro Benjamín Netanyahu. Todos estamos implicados”.
Lea el artículo de Peter Maass (en inglés) en el Washington Post aquí.