Mi nombre es Mona Roshan. Cuando tenía 20 años, fui arrestada por la República Islámica de Irán debido a mis actividades como mujer comunista revolucionaria. Estuve encarcelada durante tres años y di a luz a mi primer hijo mientras estaba bajo tortura a manos de la República Islámica.

Han pasado cuarenta y cinco años desde la rebelión contra el decreto de Jomeini sobre el hiyab obligatorio. La guerra contra las mujeres por parte del régimen fascista teocrático de Irán todavía continúa con toda su fuerza. Los 45 años de resistencia de las mujeres alcanzaron su punto máximo con el levantamiento “Mujer, Vida, Libertad” de 2022-2023, pero hasta el momento no ha logrado ir más allá de la protesta y convertirse en una revolución para derrocar a la República Islámica de Irán. Tras la represión del levantamiento Mahsa / Jina, coincidiendo con el genocidio de Netan-nazi en Gaza, el líder supremo fascista Jamenei sintió que podía proceder libremente, más que nunca, para llevar a cabo aún más represión contra las mujeres y asesinar a más prisioneros.

En los últimos siete meses, la represión contra las mujeres se ha intensificado y las ejecuciones se han acelerado. Cada cinco horas se ejecuta a un prisionero en Irán. Mientras hablamos, los presos políticos inician una huelga de hambre todos los martes para protestar contra las ejecuciones. Algunos presos políticos kurdos que llevan más de 10 años encarcelados han formado parte de estas ejecuciones.

Los ataques policiales contra mujeres sin hiyab en las ciudades se han ampliado junto con operaciones especiales contra mujeres estudiantes, y el Departamento de “Seguridad” está entregando en grupos a las fuerzas policiales a las estudiantes arrestadas. La policía ha condicionado la liberación de las detenidas a pruebas de virginidad y de adicción (según la declaración de estudiantes de Estudios Sociales de la Universidad de Teherán, transmitida por la BBC el 6 de junio de 2024).

Amnistía Internacional ha documentado la violación de mujeres en prisiones y centros de detención.

Narges Mohammadi, la defensora iraní de los derechos humanos encarcelada que ganó el Premio Nobel de la Paz 2023, ha solicitado que su próximo juicio se celebrara en público, para poder exponer la violación de mujeres detenidas y encarceladas por parte de las autoridades masculinas del régimen.

Las activistas iraníes están documentando la violación y agresión sexual de prisioneras por parte de las autoridades. Fui una de las víctimas del acoso sexual por parte de torturadores islamistas hace muchos años. Todos aquellos que luchan contra la República Islámica son considerados “en guerra contra Dios”, y en esta guerra, se trata a cualquier mujer capturada como una esclava que puede ser agredida sexualmente según las leyes islámicas. Las agresiones sexuales contra las mujeres siempre han sido un componente de las guerras reaccionarias. Pero en la República Islámica se emite una fatua/decreto legal para “legalizar” esta violación.

Cuando la República Islámica llegó al poder en 1979, Jomeini, entonces líder supremo, emitió un decreto que hacía obligatorio el hiyab islámico. Como mencioné anteriormente, hubo una gran revuelta masiva contra esto que duró de cinco a seis días. En esa revuelta, la Asociación de Mujeres Luchadoras, que estaba formada por los cuadros de la Unión de Comunistas de Irán, ahora Partido Comunista de Irán (MLM), jugó un papel importante. Las mujeres fueron las primeras fuerzas en desafiar a la República Islámica. Muchos izquierdistas en ese momento consideraron que la revuelta era insignificante e innecesaria porque no se trataba de los “derechos de los trabajadores”, a pesar de que la realidad muestra que la opresión de las mujeres es de hecho una línea divisoria aguda y una contradicción muy explosiva en la sociedad iraní.

Con la República Islámica en el poder, las formas tradicionales de opresión de las mujeres se sumaron a formas más modernas de opresión, y esta contradicción social se volvió aún más explosiva. La República Islámica generó una rara combinación de esclavitud islámica y relaciones sociales capitalistas-imperialistas, y apretó las cadenas sobre las mujeres.

El caso de Irán ilustra la observación de Bob Avakian de que dondequiera que prevalezca el fundamentalismo religioso, prevalecerán el patriarcado extremo y la misoginia agresiva.

Permítanme decir algunas cosas sobre el imperialismo.

La República Islámica y los fundamentalistas islámicos han propagado y promovido un concepto distorsionado de imperialismo que no sólo no se corresponde con la realidad, sino que también es altamente reaccionario. En resumen, se oponen a cualquier pensamiento, cultura y relaciones racionales que surgieron después del ascenso del capitalismo y las revoluciones antifeudales en el siglo XVIII, cuyos aspectos progresistas se concentraron en el movimiento de la “Ilustración”. Uno de los logros importantes de la Ilustración fue el pensamiento crítico, el pensamiento científico y racional en oposición a las opiniones religiosas idealistas y supersticiosas que refuerzan el sistema de siervos y la servidumbre.

Hoy todos esos puntos de vista anticuados se han integrado en las relaciones patriarcales tradicionales.

Pero es importante señalar que los fundamentalistas islámicos presentan sus puntos de vista reaccionarios como “lucha antiimperialista” o “liberación del imperialismo”, aprovechando el hecho de que “Occidente”, que fue la cuna de estos desarrollos antifeudales, se convirtió en un vampiro destructivo, saqueador y colonialista. Sí, estas fuerzas fundamentalistas utilizan lo que es el imperialismo para pintar su regreso reaccionario a puntos de vista tradicionales y relaciones sociales teocráticas opresivas como algo “emancipatorio”.

Mientras se integraban en el marco de dependencia del sistema capitalista imperialista global, revivieron y promovieron relaciones sociales tradicionales y opresivas, especialmente las relaciones tradicionales relacionadas con la opresión de las mujeres. Por lo tanto, en Irán se ha legalizado el encarcelamiento de mujeres que tienen puesta ropa e hiyab holgados, así como los asesinatos por honor.

Desafortunadamente, muchos intelectuales insatisfechos con la opresión imperialista ayudaron a formular esta cosmovisión y programa social reaccionarios. Tomemos, por ejemplo, a Ali Shariati en Irán, que se inspiró en personajes como Frantz Fanon en Argelia, Julius Nyerere en Tanzania, Jomo Kenyatta en Kenia, Léopold Senghor en Senegal...

Shariati abogó por “regresar a uno mismo”, regresar al Islam chiita, como el camino hacia la liberación. De esta manera, preparó las bases teóricas para que el régimen del ayatolá llegara al poder en Irán. Una de sus alumnas es Zahra Rahnavard, esposa de Mir Hossain Mossavie, quien integró el hiyab en un discurso anticolonial y una herramienta para que lo utilizara el régimen del ayatolá.

En opinión de estos teóricos, el quitarle el velo a las mujeres fue una agresión colectiva del Occidente imperialista contra el pueblo iraní. Esta teoría [de que quitar el velo fue una creación del Occidente] hizo un gran servicio al desviar la atención del hecho de que en la era del imperialismo capitalista todos los países, independientemente de la versión de gobierno que tengan, están integrados en este sistema mundial y operan y funcionan en gran medida de acuerdo con las leyes del capital mundial. Y las clases explotadoras capitalistas, independientemente de su ideología particular, actúan de acuerdo con las leyes del capitalismo y al servicio de las necesidades de la explotación y la superexplotación con fines de lucro.

En Irán, las leyes capitalistas arrastran a las mujeres al abismo de la explotación capitalista. La superestructura islámica de la Sharia intenta mantenerlas en las cadenas de la esclavitud religiosa. Es interesante que el criterio de Rahnavard para la “mujer perfecta” incluya ambos. Ella dice que una “mujer perfecta” es aquella que es activa en la sociedad y tiene “originalidad”. Por ser “activa” quiere decir convertirse en una empleada bajo la dinámica del capitalismo. Y por “autenticidad” quiere decir someterse a la esclavitud del patriarcado tradicional/religioso. Y la observancia del hiyab islámico por parte de las mujeres es una señal para el sistema capitalista religioso que consiente tanto a la explotación capitalista como a la opresión religiosa tradicional.

Explico estos antecedentes porque muchos intelectuales que quieren unirse a la lucha contra el imperialismo recurren a teorías obsoletas en lugar de un enfoque científico: el nuevo comunismo. Lo más probable es que ustedes hayan encontrado este tipo de puntos de vista en los campamentos universitarios que se han establecido en muchas universidades para defender al pueblo palestino. Principalmente ven el problema como colonialismo y no como todo el sistema capitalista-imperialista en sí. Aunque llaman a su movimiento “El movimiento de liberación del imperialismo” o “Anticolonialismo”, sin embargo, su entendimiento no es poner fin a todos los sistemas anticuados de opresión y explotación.

Hay muchas contradicciones en el mundo y estas contradicciones tienen ciertas particularidades, incluida la opresión de las mujeres y las relaciones patriarcales en el mundo. Estas contradicciones se están intensificando con una ferocidad cada vez mayor. Se intensifica también la lucha en Estados Unidos entre los republicanos fascistas y los demócratas genocidas.

Estos dos anticuados no son opciones para la humanidad, con su opresión de las mujeres, sus guerras imperialistas, su destrucción del medio ambiente y el genocidio en Gaza... todo esto es parte del funcionamiento básico de este sistema.

¿Pero qué debemos hacer? O ¿qué se debe hacer?

Mientras participamos en muchas batallas diferentes contra todos estos crímenes contra la humanidad, nosotros(as), los(as) revolucionarios(as), libramos estas batallas con el objetivo y la meta de una revolución real.

La revolución que necesitamos requiere una teoría revolucionaria, que Bob Avakian ha desarrollado aún más. Este es el nuevo comunismo. “Representa una continuación, pero también representa un salto cualitativo más allá y, en algunos aspectos importantes, una ruptura con la teoría comunista tal como se había desarrollado anteriormente”.

Así como las revoluciones socialistas del siglo XX, primero en la Unión Soviética y luego en China, no habrían sido posibles sin el marxismo, fundado y desarrollado por Marx, y desarrollado aún más por Lenin y Mao, las revoluciones socialistas de nuestro tiempo no son posibles sin el nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian.

Es posible vincular las batallas de hoy con la revolución que necesitamos aplicando el nuevo comunismo. En otras palabras, al librar las principales luchas de hoy, como la lucha por liberar a los prisioneros políticos o por detener el genocidio en Gaza, aunque los objetivos inmediatos de estas luchas particulares no son necesariamente los mismos que luchar por el comunismo, al participar en estas luchas, los revolucionarios los abordan a través de una lente científica. Estas batallas inmediatas son parte de la preparación del terreno para la revolución. Muchas de las fuerzas para la futura revolución provendrán de las luchas de hoy.

Por lo tanto, debemos enfrentar las teorías erróneas y las formas equivocadas de pensar que mantienen a la gente encerrada en el sistema, y luchar para que rompen con estas ideas predominantes. Un gran número de personas siente la necesidad de un cambio radical. Para que la gente vea que existe una manera real de lograr tal cambio, debemos desafiar el pensamiento de la gente y brindarles una comprensión científica.

La gente debe llegar a comprender científicamente por qué no resultará nada positivo de ponerse del lado de la República Islámica de Irán o del imperialismo estadounidense. Cualquiera que odie y se oponga al imperialismo estadounidense puede llegar a comprender por qué también debería odiar y oponerse a la República Islámica. Y cualquiera que odie y se oponga a la República Islámica también debería llegar a comprender por qué también debería odiar y oponerse al imperialismo estadounidense.

Más específicamente, cualquiera que quiera seriamente detener el genocidio estadounidense e israelí en Gaza podría llegar a comprender que también deben unirse a la lucha para exigir la liberación inmediata de los prisioneros políticos de Irán... para poner fin de inmediato a las ejecuciones en Irán... y el fin inmediato de la represión de las mujeres por parte del régimen islámico y su draconiana ley del hiyab en Irán.

Y, por otro lado, cualquiera que apoye seriamente el levantamiento de Jina y sus demandas, cualquiera que luche por la liberación de Toomaj Salehi y su voz... cualquiera que luche por la liberación inmediata de los prisioneros políticos en Irán y el cese de las ejecuciones... podría a través de la lucha lleguen a comprender y unirse al movimiento para detener el genocidio en Gaza por parte de Estados Unidos e Israel también.

Todos nos enfrentamos al mismo sistema que es una amenaza existencial para el futuro de la humanidad y que también está destruyendo el planeta. Este es el momento de difundir el mensaje de la revolución real... de luchar contra los crímenes del sistema y transformar el pensamiento de la gente para la revolución... y de acumular rápidamente las fuerzas para hacer la revolución y ponerse en posición para hacer la revolución con el fin de poner fin a este sistema y emancipar a la humanidad.

Gracias.