Los asesinatos policiales de George Floyd y Breonna Taylor en 2020 desencadenaron un hermoso levantamiento sin precedentes de personas a través de Estados Unidos (y reverberó en todo el mundo). Fue una expresión global de indignación por la degradación, la brutalidad y el asesinato a manos de los cerdos policías estadounidenses y la opresión sistémica de los negros y otras personas de color.
Desde entonces, varios investigadores han examinado los datos que revelan que los informes de las autoridades estadounidenses subestiman en gran grado el número de asesinatos policiales. Además, debido a que no se compilan los datos nacionales de balazos o lesiones a manos de la policía que no resultan en la muerte, se oculta a la vista el alcance total de la amenaza y el uso de la fuerza y violencia policial que es la piedra angular para mantener a este sistema.
Un informe publicado en octubre de 2021 en la revista médica británica Lancet encontró:
La cantidad de personas muertas a manos de los agentes de policía en Estados Unidos se ha subestimado enormemente en las estadísticas de los informes oficiales durante las últimas cuatro décadas, con 17.000 muertes adicionales durante ese período, según nuestra nueva investigación.
Los investigadores en el reporte del Lancet compararon datos del oficial Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de Estados Unidos (NVSS por sus siglas en inglés) con tres bases de datos no gubernamentales de código abierto sobre la violencia policial fatal durante el período de estudio de 40 años (1980-2019). Descubrieron que hubo más de 30.000 muertes a manos de la policía durante esas cuatro décadas, 17.000 más de lo informado por el NVSS. Eso significa que durante esos 40 años, no se informaron sobre los asesinatos policiales en un 55,5 de los casos. ¿Cómo es esto posible?
“El mismo gobierno responsable de esta violencia también es responsable de informar sobre ella”
La revisión de los investigadores de décadas de datos encontró que muchas de las muertes a manos de policías están “clasificadas erróneamente” porque la persona responsable de certificar la causa de la muerte “no menciona la participación policial” —por error o a propósito— al describir “cómo ocurrió la lesión”. Esto sucede con más frecuencia cuando la víctima es negra o hispana. Durante el mismo período de 40 años, se estimó que los negros tenían 3,5 veces más probabilidades de morir a causa de la violencia policial que los blancos.
Sin embargo, la causa más siniestra que encontraron los investigadores fueron los “conflictos de intereses” dentro del sistema de investigación de muertes que “desincentivan” (desalientan) a los agentes de investigación forense y los médicos forenses que completen los certificados, que les desincentivan que indiquen la participación de la policía. En muchos casos, estos funcionarios forenses están integrados en los departamentos de policía. Además de aquellos que se encubren por voluntad propia para proteger a los cerdos y el sistema para el que trabajan, una encuesta de miembros de la Asociación Nacional de Examinadores Médicos en 2011 encontró que el 22 por ciento de los que respondieron informaron haber sido presionados por un funcionario electo o designado para cambiar la causa o la forma de muerte en un certificado. Como dijo uno de los coautores del informe del Lancet: “El mismo gobierno responsable de esta violencia también es responsable de informar sobre ella”.
La base de datos en línea Mapping Police Violence [Mapeo de la Violencia Policial] encontró que, según datos de múltiples fuentes, la policía mató al menos a 1201 personas en 2022. Los negros fueron el 26 por ciento de los asesinados por la policía ese año a pesar de ser solo el 13 por ciento de la población. Más personas fueron asesinadas por la policía en 2022 que en cualquier otro año de la última década. (El 97 % de las personas asesinadas por la policía en 2022 murieron por disparos de la policía. Las armas Taser, la fuerza física y los golpes con vehículos policiales representaron la mayoría de las otras muertes). Descubrieron que el 59 % de los asesinatos policiales en 2022 (685 muertes) comenzaron como paradas de tráfico, respuestas policiales a crisis de salud mental o situaciones en las que, según los informes, la persona no amenazaba a nadie con un arma. Los negros no solo tenían más probabilidades que los blancos de ser asesinados por la policía, sino que también era más probable que no tenían ningún arma y menos probable que estaban amenazando a alguien cuando los mató la policía. Sin embargo, en solo 11 de estos 1201 casos, el uno por ciento, los policías que cometieron los asesinatos fueron acusados de un delito.
Pasados por alto entre los subestimados: la criminalización, y el asesinato, de los enfermos mentales
El reporte de 2016 del Treatment Advocacy Center [Centro de Promoción del Tratamiento] Overlooked in the Undercounted: The Role of Mental Illness in Fatal Law Enforcement Encounters [Olvidados entre los a que apenas cuentan: el papel de la enfermedad mental en los encuentros fatales con las fuerzas del orden] descubrió que el riesgo de morir cuando la policía los detiene es 16 veces mayor para las personas con enfermedades mentales graves no tratadas que para otras personas. Algunas estimaciones muestran que al menos una cuarta parte de las personas asesinadas por la policía padecían una enfermedad mental grave, mientras que otros estudios informan que hasta la mitad de las personas asesinadas por la policía en un año padecían una enfermedad mental grave. Los autores del Informe del TAC también enfatizan que con demasiada frecuencia se pasa por alto el papel de la enfermedad mental grave, incluso cuando la atención se centra en la deficiencia del conteo.
La magnitud de las lesiones no fatales a manos de la policía es escandalosa
¿A cuántas personas lastiman los cerdos en Estados Unidos en un año? Se estima que 250.000 personas (¡un cuarto de millón!) sufren lesiones a manos de la policía, y 85.000 de ellas requieren tratamiento hospitalario. Pero el gobierno ni siquiera recopila o realiza un seguimiento de estos datos sobre balazos no fatales y otras lesiones causadas por policías. Como señaló un investigador: “Es una locura para mí que no sepamos con qué frecuencia los policías disparan a las personas en Estados Unidos”.
Tanto los negros como los latinos tienen el doble de probabilidades que los blancos de experimentar la amenaza o el uso de la fuerza por parte de policías en encuentros iniciados por la policía. Y los negros tienen casi cinco veces más probabilidades que los blancos de sufrir una lesión que requiera atención médica en un hospital cuando los detiene la policía.
Para acabar con el terror policial hay que acabar con el sistema que necesita el terror policial
El alcance de la violencia y el terror llevado a cabo por los brutales ejecutores de este sistema de capitalismo-imperialismo es asombroso. Y el hecho de que los negros y otras personas oprimidas sean los objetivos desproporcionados de su brutalidad y asesinato no es un accidente.
La supremacía blanca se ha vertido en los cimientos e está integrada en las instituciones y el funcionamiento continuo de este sistema desde su mismo comienzo en la esclavitud y el asesinato de millones de africanos y el genocidio de los pueblos indígenas. No puede haber ni habrá ningún esfuerzo serio por parte de los poderes para superar estos siglos de opresión y degradación porque hacerlo interrumpiría por completo la “cohesión” social de la supremacía blanca que mantiene unido a Estado Unidos1.
No es posible reformar este sistema; hay que derrocarlo. El hecho es que se puede poner fin a todo esto por medio de una revolución para abolir todo este sistema y crear un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. En el Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian de 2014, REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión, BA se basa en la Constitución de la Nueva República Socialista en América del Norte para pintar un cuadro poderoso y conmovedor de cómo este terror policial será detenido de inmediato bajo la nueva sociedad socialista revolucionaria. Y describe cómo la orientación de la policía popular —que realmente sirven y protegen a la gente— sería antes arriesgar sus propias vidas y, si fuera necesario, dar sus vidas, antes de siquiera considerar brutalizar a una persona. (Escucha el extracto, en inglés).
Compare esto con los cerdos fanfarrones y de gatillo fácil en Amerikkka hoy. ¿Por qué deberíamos conformarnos con menos?
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Fuentes:
- More than half of US police killings are mislabelled or not reported, study finds, Gloria Oladipo, the Guardian, 1 de octubre de 2021
- U.S. Data on Police Shootings and Violence, Law Enforcement Epidemiology Project, University of Illinois Chicago
- More than half of police killings in USA are unreported and Black Americans are most likely to experience fatal police violence, Lancet, 2 de octubre de 2021
- The number of civilians killed by the police has been greatly undercounted in official stats for decades, PBS NewsHour, 5 de octubre de 2021
- People with Untreated Mental Illness 16 Times More Likely to Be Killed By Law Enforcement, Treatment Advocacy Center
- Overlooked in the Undercounted: The Role of Mental Illness in Fatal Law Enforcement Encounters, Treatment Advocacy Center, diciembre 2015
- Seeking Justice for Civilians Injured by Law Enforcement, Ben Seal, The Record, Boston University School of Law, 25 de mayo de 2023
- Mapping Police Violence
- Data Lacking on Non-Fatal Police Shootings, The Crime Report, 6 de enero de 2021