El 20 de febrero, cuando el número de muertos por los incesantes bombardeos aéreos y ataques de tropas terrestres de Israel se acercaba a los 30.000 tras cuatro meses de masacre genocida… Estados Unidos vetó una resolución de las Naciones Unidas que exigía un cese el fuego inmediato en Gaza.
En un discurso de 10 minutos ante la ONU en el que defendía beligerantemente el veto de un cese el fuego, la representante de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, se repitió una y otra vez, dictando al mundo: “este no es el momento” de un cese el fuego1. Ella bien podría haber estado ante un edificio en llamas, con madres desesperadas sosteniendo a sus bebés por las ventanas pidiendo a la gente que los atrapara, con gritos y cuerpos en llamas cayendo del edificio — y en respuesta ella esté despotricando y amenazando que no es el momento para que vengan los bomberos.
Excepto. Excepto que lo que está pasando en Gaza es decenas de miles de veces peor. Y lo que esta representante de este monstruoso sistema exige es más tiempo para continuar con la bárbara masacre del pueblo palestino, la destrucción de su tierra, su capacidad de vivir y su propia humanidad.
¿Hasta cuándo tolerará esto “el mundo”?
La gente decente de todas partes, que se preocupa por la humanidad, se pregunta: ¿¡por qué?! ¿Y hasta cuándo tolerará esto “el mundo”?
En este artículo denunciamos las obscenas excusas del gobierno estadounidense para vetar la resolución. Nos enfrentaremos al impacto que esto tendrá, de inmediato, en más de dos millones de personas en Gaza cuya vida se encuentra ante la línea más estrecha entre la vida y la muerte, o la está cruzando. Y profundizaremos para exponer que el problema no es “el mundo” en abstracto, sino el sistema que domina este mundo.
Mientras lo hacemos, ustedes que leen esto deben tener el coraje de ir hacia donde señala la realidad. El respaldo estadounidense –militar, económico y diplomático– a la masacre genocida de Israel en Gaza es uno de una lista muy larga de crímenes estadounidenses contra la humanidad en todo el mundo. Es un ejemplo de la realidad de lo que Estados Unidos aporta al mundo. Como dice Bob Avakian (BA), líder revolucionario y autor del nuevo comunismo en Lo BAsico (1:3):
La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es la democracia, sino el capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.
Además, aquí hay algo que es sumamente importante: ahora se está desarrollando una posibilidad de derrocar el sistema responsable de estos crímenes contra la humanidad, detener las guerras de imperio desde su origen y dar un gran salto hacia un mundo mucho mejor y diferente, sin guerras de ningún tipo ni ninguna forma de explotación y opresión.
Si esto es nuevo para usted, si lo ha escuchado pero no está convencido, o si necesita profundizar más en ello, explore con seriedad el análisis científico detrás de la idea de que este es un momento poco común de la historia en el que la revolución es más posible incluso en un país poderoso como Estados Unidos, cual análisis se obtiene en la dosis más concentrada del líder revolucionario, autor del nuevo comunismo, Bob Avakian en @BobAvakianOfficial, y en español en los despachos en las redes sociales, 1 a 11.
Esta rara oportunidad no durará para siempre. Lo que haga usted puede tener un gran impacto.
Lo que vetó Estados Unidos y por qué
La resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que Estados Unidos vetó, exigía un “cese el fuego humanitario inmediato que deben respetar todas las partes” en Gaza. Ningún otro país del Consejo de Seguridad votó en contra de esta resolución de cese el fuego (el Reino Unido, el aliado más íntimo de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad, se abstuvo). Pero Estados Unidos utilizó su poder de veto en el Consejo de Seguridad para anular la votación2.
Linda Thomas-Greenfield afirmó que la resolución retrasaría la liberación de los rehenes civiles israelíes capturados por Hamás el 7 de octubre. Pura mierda3. La resolución incluía una demanda de “liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”. Ella afirmó que la resolución obstaculizaría el objetivo declarado de Estados Unidos de una “solución de dos Estados”. Asimismo, pura mierda. La resolución declaraba “un compromiso inquebrantable con la visión de la solución de dos Estados”. Y la “solución de dos Estados” en realidad no es más que un plan para establecer un “Estado” palestino débil, indefenso y esencialmente títere en áreas pequeñas, desconectadas y amuralladas, rodeadas y bajo constante amenaza de Israel.
¿Por qué Estados Unidos no aceptaría la resolución? En resumen, porque Estados Unidos apoya el actual genocidio de Israel en Gaza.
¿Por qué Biden y Estados Unidos respaldan la matanza de parte de Israel? En el despacho en las redes sociales REVOLUCIÓN Número Siete, Bob Avakian responde que:
¿Por qué Biden, y básicamente el gobierno entero y la clase dominante entera de Estados Unidos, apoyan a Israel en su genocidio contra el pueblo palestino, a los ojos del mundo entero? La respuesta a esta pregunta crucial es lo siguiente:
No se debe al “poder del cabildo judío” — ni a que, según alguna noción ignorante, ridícula e indignante, “los judíos lo controlan todo”. Se debe al “papel especial” de Israel como un bastión fuertemente armado de apoyo para el imperialismo estadounidense en una región estratégicamente importante del mundo (el “Medio Oriente”). Además, Israel ha constituido una fuerza clave en la comisión de atrocidades que han contribuido al mantenimiento de la dominación opresiva del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo.
(Eso es de mi declaración, Algunas verdades básicas sobre la guerra israelí contra Palestina con el apoyo estadounidense, que se encuentra en revcom.us).
Qué significa este veto en Gaza
En este momento, más de la mitad de la población total de 2,2 millones de palestinos vive en tiendas de campaña endebles, sin acceso a servicios sanitarios, alimentos y agua suficientes para sobrevivir, en constante terror, rodeados, literalmente, de muerte. Y durante la semana pasada, las cosas empeoraron mucho.
Hambre: Cuando Israel impuso un asedio genocida a Gaza en 2008, se propuso deliberadamente limitar la ingesta calórica de la gente a apenas lo suficiente para sobrevivir. Mantener ese nivel mínimo de subsistencia requirió entre 500 y 600 camiones de alimentos y otro tipo de ayuda cada día. Hoy en día, cuando Israel permite a los “manifestantes” bloquear la ayuda, impone “inspecciones” imposibles de la ayuda que entra a Gaza a través de Egipto y bombardea los convoyes de ayuda, sólo unos 100 camiones con alimentos, agua y medicinas llegan a Gaza cada día. Esto es literalmente una quinta parte de la ayuda necesaria para mantener con vida a la gente.
El 24 de febrero, un representante de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA4 dijo que la agencia ya no puede proporcionar servicios en el norte de Gaza, citando poco personal y un “colapso del orden social” en medio de ataques israelíes contra civiles y restricciones al acceso a la ayuda alimentaria que ha dejado hambrienta a la población.
Bombardeos contra civiles: Tan sólo en los últimos días, más de 100 palestinos en Gaza murieron y 160 resultaron heridos en los bombardeos israelíes contra edificios residenciales. Decenas de personas fueron masacradas en la ciudad de Deir al-Balah y en el cercano campo de refugiados de Nuseirat, en la parte central de Gaza.
Un ataque aéreo israelí contra un edificio residencial en Deir al-Balah, en la parte central de Gaza, mató al menos a 17 personas, entre ellas cuatro niños. Los supervivientes y vecinos llevaron los cadáveres, envueltos en mantas, al Hospital de los Mártires de Al Aqsa.
Mientras publicamos esta actualización, todavía se está contando el número de muertos después de que aviones israelíes bombardearan un área cerca de Rafah, donde más de un millón de personas están hacinadas en endebles refugios de tiendas de campaña de plástico. Al Jazeera informó que inmediatamente después, “los cadáveres quedaron esparcidos en la carretera”.
“Un apocalipsis médico”: El 20 de febrero, The Nation informó: “Israel ha creado un apocalipsis médico en Gaza. El sistema hospitalario apenas funciona. Las enfermedades se propagan desenfrenadamente. Los trabajadores médicos están siendo secuestrados, torturados y asesinados. Y el mundo está permitiendo que esto suceda”. La Organización Mundial de la Salud informa que para el 30 de enero, sólo 13 de los 36 hospitales de Gaza seguían funcionando parcialmente y sólo 13 de los 77 centros de atención primaria de salud estaban operativos. E Israel ha lanzado cientos de ataques contra instalaciones sanitarias en Gaza.
Israel prohíbe los retretes para que se propaguen las enfermedades mortales: Más de un millón de palestinos, expulsados de sus hogares a campamentos abarrotados, luchan por acceder a suficiente comida y agua para vivir un día más. Y todos ellos, incluidos ancianos, niños y mujeres embarazadas, hacen cola durante horas para utilizar una de las pocas letrinas proporcionadas por las agencias de ayuda. La gente cava agujeros en la arena en sus abarrotados refugios para hacer sus necesidades. Luchan por lidiar con los desechos humanos que se acumulan. El aire está saturado del hedor. La situación es peligrosa, humillante y mortal. Destacados epidemiólogos (científicos que estudian la propagación de enfermedades) proyectan que la propagación de enfermedades en estas condiciones podría causar hasta 85.000 muertes palestinas adicionales en Gaza (además de las muertes causadas por bombas y francotiradores israelíes). Y toda esta situación deshumanizante, degradante y genocida es perpetrada, específicamente y a propósito, por Israel, que prohíbe a las organizaciones de ayuda traer retretes portátiles, instalaciones sanitarias y toallas sanitarias, alegando, según el New York Times, ¡que estos artículos podrían ser utilizado por Hamás con fines militares5!
NO es una guerra, sino una aniquilación: El 16 de febrero, el Los Ángeles Times publicó un artículo de opinión de Irfan Galaria, un cirujano estadounidense que pasó 10 días en Gaza en enero. Se titulaba “I’m an American doctor who went to Gaza. What I saw wasn’t war — it was annihilation” [Soy un médico estadounidense que fue a Gaza. Lo que vi no fue guerra, fue aniquilación]. El Dr. Galaria relata cómo fue llegar a Gaza: “Nuestros oídos estaban entumecidos por el constante zumbido de lo que me dijeron que eran los drones de vigilancia que daban vueltas constantemente. Nuestras narices estaban consumidas por el hedor de 1 millón de humanos desplazados que vivían muy cerca sin un saneamiento adecuado. Nuestros ojos se perdieron en el mar de tiendas de campaña. Nos alojamos en una casa de huéspedes en Rafah… Nos paramos en el balcón escuchando las bombas y viendo el humo que se elevaba desde Jan Yunis [a seis millas de distancia]”.
El Dr. Galaria describe las condiciones en el Hospital Europeo de Gaza donde la gente se refugiaba con la esperanza de estar a salvo de los asesinos israelíes. La gente vivía en los pasillos, las escaleras y los armarios de almacenamiento del hospital, colgando mantas para brindar un “poquito de privacidad”. Describe operar en una habitación que a menudo temblaba por los bombardeos tan frecuentemente como cada 30 segundos. Realizó amputaciones de brazos y piernas utilizando sierras de la época de la Guerra Civil de Estados Unidos. Una y otra vez, escribe el Dr. Galaria, los pacientes le dijeron que estaban durmiendo en sus casas cuando fueron bombardeadas y que estaban de luto por la pérdida de sus hijos y cónyuges. Y que perdió la cuenta de a cuántos huérfanos operó.
Estados Unidos e Israel: asesinos en masa ilegítimos que imponen un sistema ilegítimo
Entonces, cuando la embajadora de Estados Unidos ante la ONU insiste en que “este no es el momento” de un cese el fuego, y Biden y todos los demás actores importantes de la clase dominante capitalista-imperialista estadounidense insisten en que Israel tiene “derecho a la autodefensa”, eso no es más que una morbosa promoción del genocidio a escala histórica.
E invocar el “derecho de Israel a la autodefensa” para justificar crímenes de guerra genocidas recuerda otras “explicaciones” y excusas depravadas que Estados Unidos ha dado, una y otra vez, en un historial incomparable de crímenes de guerra. Sus oficiales en la guerra de Vietnam dijeron que tuvieron que violar, matar y quemar aldeas “para salvarlas “. Sus comandantes dijeron que tuvieron que incinerar a más de 150.000 civiles inocentes con bombas nucleares en Japón “para salvar vidas estadounidenses”. Su exsecretario de Estado insistió en que Estados Unidos tenía que imponer sanciones a Irak que mataron a 500.000 niños porque “el precio valía la pena”. (Para más detalles y más crímenes, vea y comparta la serie Crimen Yanqui de revcom.us).
Volviendo a la cuestión existencial: en todas partes la gente se pregunta, angustiada, cómo pudo “el mundo” haberle fallado al pueblo de Gaza. Entonces, volvamos a la afirmación con la que empezamos: no es “el mundo” el que ha fallado. Es el sistema del capitalismo-imperialismo el que domina este mundo.
La semana pasada escribimos lo siguiente sobre el genocidio de Israel respaldado por Estados Unidos en Gaza (y Cisjordania). Y lo siguiente se vuelve más urgente de afrontar literalmente cada día:
Lo que impulsa esto son los dictados de este sistema de capitalismo-imperialismo. Un sistema cruel, anticuado e ilegítimo, un sistema al que no se le debe permitir gobernar ni un día más. Un sistema que necesita ser... que puede ser... derrocado mediante una revolución real para crear un sistema diferente.
Debido a las crecientes divisiones en toda esta sociedad, tenemos una oportunidad poco común para hacer esta revolución. Una oportunidad preciosa para quitarle este sistema de encima al pueblo del mundo. ¡Todos deben participar y actuar para detener esta matanza genocida! Y que esa acción esté guiada por un enfoque estratégico para hacer una revolución real en este periodo, con el objetivo de una forma de vida completamente nueva y un sistema fundamentalmente diferente.
Una parte clave de ese enfoque —Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución— incluye involucrar a masas de personas en el levantamiento para resistirse a los continuos crímenes de este sistema, revelando al mismo tiempo la fuente del problema y su solución. La dolorosamente intensa lucha que se libra ahora en Gaza es uno de esos crímenes.
Nuevamente, ¿harás esto como si la gente del mundo dependiera de ello?
Porque sí dependen de ello.