Durante la semana pasada, se dio un cambio significativo en la postura de Estados Unidos en Ucrania que señala una peligrosa escalada de su guerra de sustitutos con Rusia.

El lunes 25 de abril, después de un viaje a Ucrania con el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, declaró: “Queremos ver a Rusia debilitada al punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que ha hecho en invadir a Ucrania”. El New York Times lo calificó como un aparente cambio en la meta de Estados Unidos en la guerra “de defender la independencia y la soberanía territorial de Ucrania, a debilitar a Rusia” que implicaba que “Estados Unidos quería erosionar el poderío militar ruso durante años por venir”. El New York Times llamó a este cambio un “indicio de un enfrentamiento más directo” ¹.

El jueves 28 de abril, el presidente Biden solicitó otros $33 mil millones en artillería, armas antitanques y otro equipo militar y ayuda económica. El  New York Times lo llamó “una escalada extraordinaria en la inversión estadounidense en la guerra”².

Y el domingo 1º de mayo, tras un viaje a Ucrania, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo: “Estados Unidos está con Ucrania. Estamos con Ucrania hasta que se consiga la victoria”. El New York Times concluyó que tal declaración de Pelosi, la funcionaria estadounidense de más alto rango hasta ahora que haya ido a Ucrania, parecía “subrayar una visión ampliada de las metas de guerra de Estados Unidos y sus aliados”³.

Rusia amenaza y lleva a cabo nuevas escaladas propias

En respuesta a estas maniobras estadounidenses, los imperialistas rusos, por su parte, hicieron las siguientes maniobras de escalada:

* Lanzaron ataques con misiles contra Kyiv y el oeste de Ucrania e intensificaron su brutal ofensiva terrestre y de artillería en el este de Ucrania.

* Tras la amenaza de Austin, Rusia cortó el flujo de gas natural a Polonia y Bulgaria, lo que plantea la posibilidad de que podría cortar a Alemania, que tiene una gran dependencia del gas ruso.

* El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi V. Lavrov, declaró que “en esencia, la OTAN va a la guerra con Rusia por medio de un sustituto y arma a ese sustituto” y advirtió que las armas de Estados Unidos-la OTAN serían “un blanco legítimo para el ejército de Rusia”, y que los riesgos de una guerra nuclear eran “realmente considerables… El peligro es serio, real…”.

* El 27 de abril, Putin advirtió que todos los países que “creen una amenaza estratégica a Rusia” podrían esperar “ataques de represalia” relámpagos.

* Rusia también advirtió sobre una ampliación de la guerra, diciendo que Estados Unidos y Polonia estaban en una conjura para controlar el oeste de Ucrania y que el Occidente estaba “alentando a Ucrania a lanzar ataques dentro de Rusia, donde los depósitos de gas y una fábrica de misiles se han incendiado o han sido atacados en los últimos días”, según el New York Times.

Ambas partes están profundamente comprometidas con una “victoria”

Esta escalada de estire y afloje entre Estados Unidos y Rusia, y la disminución de “palabras sobre una resolución diplomática o incluso un alto el fuego”, hizo que el New York Times advirtiera:

Durante nueve semanas, el presidente estadounidense, Joe Biden, y los aliados de Occidente han hecho énfasis en la necesidad de mantener la guerra de Ucrania dentro de Ucrania.

Ahora, el temor en Washington y en las capitales europeas es que el conflicto podría escalar pronto a una guerra más extensa (rebasar las fronteras de los Estados vecinos, al ciberespacio y causar que los países de la OTAN enfrenten de manera repentina un corte al suministro de gas ruso). A largo plazo, una expansión de ese tipo podría evolucionar en un conflicto más directo entre Washington y Moscú...⁴

Y esto hizo sonar las alarmas, inclusive entre varios representantes de las clases dominantes, particularmente en Europa. Citando a un analista político alemán, el New York Times escribió: “Decir que ‘Rusia no debe ganar’, dijo, es diferente a decir que ‘Rusia debe perder’... ‘no deberíamos presionar mucho a Putin para que se desespere y haga algo verdaderamente irresponsable’”. 

Lo que el New York Times y otros portavoces de este sistema capitalista-imperialista nunca dirán, sino que al contrario sobre lo que constantemente mienten y lo que constantemente encubren, es la realidad de que, como ha analizado Bob Avakian: “el enfrentamiento entre Estados Unidos-la OTAN, por un lado, y Rusia, por otro, no es un conflicto ‘entre la democracia y la autocracia’, sino un conflicto entre imperialistas rivales”.

Son precisamente las impulsoras agendas y necesidades a las que se enfrentan estos dos merodeadores imperialistas lo que ha engendrado la trayectoria de un peligro creciente en escalada que Bob Avakian (BA) describe en su artículo reciente “UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL E IDIOTECES PELIGROSAS”:

[E]n esta guerra —donde los imperialistas rusos han invadido a Ucrania, y por su lado los imperialistas estadounidenses (y sus “aliados” de la OTAN) están respaldando a Ucrania y armándola fuertemente—, ambos lados están profundamente comprometidos a un “gane” en esta situación. Por parte de los imperialistas estadounidenses, su objetivo, y lo que para ellos constituye un “gane” necesario, es conseguir que Rusia sea derrotada en Ucrania, y así debilitar de manera importante a Rusia y a su capacidad de desafiar a la posición dominante del imperialismo estadounidense en el mundo. Para los imperialistas rusos, su objetivo es precisamente desafiar esa dominación estadounidense, y un objetivo clave e inmediato es impedir que Ucrania ingrese a la OTAN y asegurarse de que Ucrania no se convierta en una pieza del “cerco” de Rusia por Estados Unidos-la OTAN, que ya ha avanzado mucho (en que varios países que están cerca de Rusia o que de hecho colindan con Rusia, ya son miembros de la OTAN). Comprometidos profundamente los dos bandos a sus objetivos, y ya fuertemente involucrados en la guerra en persecución de estos objetivos (con Rusia directamente en guerra en Ucrania, y Estados Unidos-la OTAN fuertemente involucrados, aunque por ahora indirectamente), esto significa que, siempre que sean estos imperialistas en contienda los que impongan los términos, ningún lado puede retroceder fácilmente. (Una vez más, siempre que sean estos imperialistas en contienda los que impongan los términos, y que la gente, de todos los lados, no actúe efectivamente, con grandes masas de personas, de modo que se impongan diferentes términos, que correspondan a sus propios intereses, en oposición a los intereses de los imperialistas de cualquier de los bandos.)⁵

¿Retrocedería cualquiera de los bandos y admitiría la derrota, si las masas de personas no se levantaran de esta manera? Otra vez, de BA:

No, las “dinámicas” de una guerra directa entre Estados Unidos-la OTAN y Rusia muy probablemente conducirían a un proceso de intensificación continua, en que ninguno de los bandos esté dispuesto a retroceder —ni realmente sea capaz de retroceder— ante la perspectiva de algún tipo de derrota en esta guerra.

Una dinámica que podría conducir a una catástrofe global

Mientras Estados Unido escala y Rusia advierte sobre el peligro de un conflicto nuclear, “funcionarios [de Estados Unidos] ya están pensando en cómo podrían reaccionar ante una prueba nuclear rusa o alguna explosión de demostración en el mar Negro o en territorio ucraniano”, según el New York Times. Ello, a la vez que el Pentágono insiste en que “Nadie quiere que esta guerra escale más de lo que ya lo ha hecho... Con certeza, nadie quiere ver o nadie debería querer ver que escale a nivel nuclear”.

Un ex embajador de Francia en Estados Unidos comentó: “En este momento, estamos caminando sonámbulos hacia nadie sabe dónde”.

Lo que nosotros tenemos que hacer — lo que corresponde a los intereses de la humanidad

Este peligro creciente y muy grave ilustra la dinámica sobre la que BA ha hecho sonar la alarma:

Sin embargo, independientemente de las intenciones, tal como se ha demostrado una y otra vez, los acontecimientos —especialmente las dinámicas de la propia guerra, una vez lanzada— pueden “rebasar las intenciones” y llevar a circunstancias y consecuencias que ninguna de las partes quería o esperaba al principio. En la situación actual, con la guerra en Ucrania, hay un peligro muy real de que semejante “dinámica” podría “apoderarse” y llevar a consecuencias verdaderamente terribles — a la posibilidad muy real de una guerra entre Estados Unidos-la OTAN y Rusia, con el uso de armas nucleares lo que podría conllevar una amenaza muy real a la civilización humana en su conjunto.

Y esto subraya lo que BA concluye que NOSOTROS debemos hacer:

De todo esto, debe quedar obvio que los intereses de las masas de personas de todos los diferentes países implicados, y de la humanidad en su conjunto, están en oposición fundamental a los intereses de los imperialistas de ambos bandos de este conflicto. Sobre la base de ese entendimiento, ¿qué nos toca hacer?

....

Ciertamente, una lección crucial que la gente debe sacar de la guerra en Ucrania es que la humanidad ya no puede seguir permitiendo que estos imperialistas, de ningún lado, continúen gobernando al mundo y batallándose entre sí sobre quiénes dominarán en esta situación, ante la amenaza muy real y muy grave que esto representa para el futuro, y para la propia existencia, de la humanidad ⁶.

Estos acontecimientos le dan más urgencia a difundir ampliamente y a promover activamente las consignas cruciales propagadas en las marchas internacionalistas revolucionarias decididas y animadas del 1º de Mayo que se celebraron en Nueva York y Los Ángeles en Estados Unidos, y en Berlín, Alemania; Bogotá, Colombia; y en otras partes del mundo:

¡NO A UNA GUERRA DE ESTADOS UNIDOS Y LA OTAN CON RUSIA! ¡NO A UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL! 

¡ES ESTE SISTEMA, Y NO LA HUMANIDAD, EL QUE ES NECESARIO QUE SE EXTINGA!

NOSOTROS NO ACEPTAMOS EL FUTURO DE ELLOS 
YA ES HORA DE ORGANIZARNOS PARA UNA REVOLUCIÓN REAL