Israel continúa intensificando y ampliando su criminal guerra aérea, respaldada por Estados Unidos, y su invasión del Líbano, un país oprimido de unos seis millones de habitantes situado justo al norte de Israel.
Israel es un puesto de avanzada de supremacía judía del imperialismo estadounidense en el Medio Oriente, fundado en la limpieza étnica genocida del pueblo palestino. Durante el último año, ha estado librando un conflicto militar limitado con Hezbolá, la organización fundamentalista islámica libanesa apoyada por Irán1. El 23 de septiembre, Israel intensificó masivamente esta batalla hasta convertirla en una guerra total, y el 1º de octubre invadió al sur del Líbano. Su objetivo es eliminar cualquier resistencia a su genocidio en Gaza y a las atrocidades en curso en la Cisjordania palestina, así como a cualquier oposición a su existencia y a la dominación imperialista estadounidense en el Medio Oriente, desde cualquier lugar.
Israel afirma que sus ataques de precisión se limitan a los combatientes de Hezbolá, pero en realidad está cometiendo crímenes de guerra al atacar a civiles y al destruir también infraestructuras civiles. Esto no tiene nada de justo en absoluto, y la administración Biden-Harris y la clase dominante estadounidense en general están armando, financiando y apoyando políticamente a Israel.
A continuación se enumeran algunas de las atrocidades que Israel está cometiendo actualmente en el Líbano.
Israel está aporreando a ciudades y pueblos densamente poblados, día y noche, en todo el Líbano, causando una enorme cantidad de muertes y destrucción. Esta imagen del 1º de noviembre muestra cómo eran los ataques israelíes en el grupo de vecindarios conocido como Dahiya, en las afueras del sur de Beirut, la capital del Líbano. Ese día, los fuertes bombardeos israelíes mataron al menos a 52 personas e hirieron a 26. Fue uno de los 120 ataques aéreos israelíes que se produjeron ese día. En el último año, Israel ha matado a más de 2.897 personas y ha herido a 13.150, en su inmensa mayoría en el último mes. Muchos, si no la mayoría, han sido civiles2.
Tiro, ciudad portuaria del sur del Líbano, es una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo entero, ya que data del año 4000 a. C. La semana pasada, por segunda vez al menos, el ejército israelí ordenó la evacuación de gran parte de la población y luego comenzó a bombardear. Al menos siete personas murieron.
El 28 de octubre en Tiro, múltiples ataques aéreos israelíes derribaron edificios residenciales enteros y provocaron incendios. Un sobreviviente dijo que los ataques estaban dirigidos contra civiles: “¿Qué esperan que hagamos? Dispararon al azar. No están atacando objetivos militares; solo están apuntando a civiles. ¿Pueden ver a la gente peleando? ¿Por qué nos están atacando? ¿Estamos luchando contra ellos?”3
Israel lleva a cabo masacres a diario. Ha obligado a unas 60.000 personas a huir de la antigua ciudad de Baalbek, en el este del Líbano, después de que los ataques israelíes destruyeran viviendas y mataran al menos a 60 personas, entre ellas dos niños, los días 28 y 29 de octubre. Y la matanza continuó durante toda la semana, con otras 19 personas asesinadas el 30 de octubre.
Estos son los rostros de los niños que Israel está matando, lisiando, traumatizando y desplazando. Los niños que aparecen en esta fotografía se encuentran entre los 400.000 niños libaneses que han tenido que huir de las bombas israelíes. Huyeron de Baalbek y de algunas aldeas vecinas y pudieron encontrar una escuela donde refugiarse y escuchar una lectura de cuentos. Pero muchos niños libaneses no han podido encontrar ningún refugio: desde que Israel lanzó su guerra el 23 de septiembre, ha matado a 100 niños, una media de dos al día4.
Este niño, herido en el ataque israelí a Baalbek, es uno de los 690 que han resultado heridos por bombas, tanques y balas israelíes en las últimas cinco semanas. “Este desastroso conflicto está cobrando un tremendo saldo entre los niños”, dijo el director regional del UNICEF. “Los médicos nos cuentan que han tratado a niños ensangrentados, con hematomas y fracturas, que sufren tanto física como mentalmente. Muchos sufren ansiedad, reviviscencias y pesadillas relacionadas con las explosiones. Ningún niño debería estar sometido a situaciones tan horribles”5.
Destrucción generalizada cerca de un hospital en el sur de Beirut, El Líbano. En las últimas cinco semanas, Israel ha atacado 55 hospitales. Un nuevo informe de Human Rights Watch concluyó que las fuerzas israelíes han atacado repetidamente a trabajadores médicos y centros de atención de la salud.
Una ambulancia (a la derecha) en Maryayún, en el sur del Líbano, atacada por Israel. El Ministerio de Salud libanés informa que 178 paramédicos han resultado muertos y 279 han resultado heridos durante el último año. Las fuerzas israelíes también han dañado más de 150 ambulancias. Los ataques a hospitales, infraestructuras sanitarias y trabajadores sanitarios son crímenes de guerra6.
Mientras lleva a cabo ataques por todo el país, Israel está arrasando el sur del Líbano, con la aniquilación de aldeas agrícolas enteras que datan de la Edad de Bronce (alrededor del 2000 a. C. al 700 a. C.). Hasta ahora ha dañado o destruido casi 6.000 edificios allí, en su inmensa mayoría desde que invadió al Líbano el 1º de octubre. Esto representa aproximadamente una cuarta parte de todos los edificios en la zona cercana a la frontera del Líbano con Israel. The Washington Post informa que desde el 2 de octubre, “la destrucción ha continuado a un ritmo rápido, duplicándose aproximadamente cada dos semanas”.