El humo producto del bombardeo israelí de la franja de Gaza tras el cese el fuego, 2 de diciembre de 2023. Foto: AP
“El fin de la calma hoy se siente como nuestra ejecución”.
— palestina en el sur de Gaza1
A las 7:00 de la mañana del viernes 1º de diciembre, la guerra de genocidio y asesinato en masa de Israel, respaldada por Estados Unidos, se reanudó en Gaza, después de una pausa de 7 días que comenzó el 24 de noviembre. (Los ataques mortíferos a los palestinos por parte de soldados y colonos reaccionarios de Israel nunca habían cesado en Cisjordania). Volvió el estruendo de las bombas, la artillería, los tanques y los cazas de combate israelíes fabricados en Estados Unidos, dejando el aire asfixiado de humo negro y escombros.
En cuestión de horas, se informó de ataques aéreos israelíes contra el campamento de refugiados Jabalyia en el norte y bombardeos en el centro de Gaza. En el norte de Gaza, un bloque residencial de más de 50 edificios residenciales en Al Shujaiya fue demolido, lo que provocó cientos de bajas de civiles.
Al domingo 3, se informa que más de 700 palestinos han sido asesinados en Gaza durante las últimas 24 horas, una de las cifras de muertes diarias más altas desde el 7 de octubre2.
En las últimas semanas, Israel le dijo a la gente en el norte que evacuara hacia el sur. Pero los bombardeos han aumentado en todas partes del centro y sur de Gaza, desde Jan Yunis hasta Rafa.
Palestinos de luto por el asesinato de familiares a causa del bombardeo israelí contra el hospital en Jan Yunis, 2 de diciembre de 2023. Foto: AP
Para empeorar las cosas, la frontera de Gaza con Egipto fue sellada nuevamente, cortando cualquier flujo de agua, combustible, alimentos y medicinas que pudieran salvar vidas3.
A medida que los bombardeos se intensifican, con bombardeos de saturación directos en algunos casos y el uso regular de bombas de 900 kilos por parte de Israel, la gente se queda sin ningún lugar a donde ir salvo enfrentarse a una muerte segura, destrucción y mutilaciones.
El primer ministro israelí Netanyahu declaró que Israel iba tras “los bastiones de Hamas”, que lucharía contra Hamas hasta el final y que “nada nos detendría”.
Estas afirmaciones —que la guerra de Israel se centra exclusivamente en destruir a Hamas, el reaccionario grupo fundamentalista islámico que gobierna en Gaza— son mentiras. En realidad, Israel está librando una guerra genocida contra un pueblo entero.
Como dijimos hace dos semanas: “Netanyahu (también conocido como Netan-nazi) y los gobernantes de Israel están aprovechando el ataque de Hamas contra Israel del 7 de octubre —que incluyó crímenes de guerra como la toma de rehenes y el asesinato de civiles— para ensayar una ‘solución final’ al ‘problema palestino’. Esto implica, como mínimo, reducir a los palestinos a un estado tal que ya no puedan representar ningún obstáculo a los objetivos israelíes. Más allá de eso, podría implicar la expulsión en masa y/o una matanza a escala masiva, incluso más allá de lo que están llevando a cabo ahora”.
La semana pasada, funcionarios estadounidenses emitieron una serie de declaraciones que instaban a Israel a hacer más para proteger a los civiles. Y si bien existen diferencias reales entre Estados Unidos e Israel sobre la forma de llevar a cabo exactamente esta guerra, una vez que se reanudó, el secretario de Estado Anthony Blinken declaró el apoyo de Estados Unidos a la decisión de Israel: “Israel tiene derecho a hacer todo lo que pueda para garantizar que la masacre que Hamas llevó a cabo el 7 de octubre nunca pueda repetirse”, dijo Blinken. “[Hamas] no puede seguir teniendo el control de Gaza. No puede conservar la capacidad de repetir esa carnicería”4.
“El ritmo de muerte durante la campaña de Israel tiene pocos precedentes en este siglo”
La semana pasada surgieron más pruebas de la naturaleza genocida de la guerra por parte de Israel.
En los 47 días de su embate aéreo, terrestre y marítimo contra Gaza, Israel mató a más de 15.500 palestinos, entre ellos 6.000 niños. Otros 30.000 a 35.000 han resultado heridos5. Según las Naciones Unidas, hasta 1,8 millones de personas (alrededor del 80 por ciento de la población) han sido obligadas a abandonar sus hogares. Más de 60.000 edificios han resultado dañados o destruidos, y alrededor del 60 por ciento de todos los edificios en la ciudad de Gaza y el norte de Gaza han sido destruidos.
Un análisis del New York Times encontró que “el ritmo de muerte durante la campaña de Israel tiene pocos precedentes en este siglo”, debido a la escala de los ataques (15.000 ataques en 47 días) y al uso por parte de Israel de bombas masivas de 900 kilos en zonas civiles densamente pobladas. (énfasis nuestro)
De manera chocante, las mujeres y los niños representan casi el 70 por ciento de todas las muertes en Gaza, a pesar de que los combatientes de Hamas a los que Israel supuestamente tiene en la mira son en su inmensa mayoría hombres. “Más niños han sido asesinados en Gaza desde que comenzó el embate israelí que en las principales zonas de conflicto del mundo juntas (en dos docenas de países) durante todo el año pasado”, incluida la guerra en Ucrania. (énfasis nuestro)
Un informe de la revista +972 encontró que los protocolos que Israel utiliza para decidir objetivos militares justifican conscientemente la destrucción de edificios enteros y el asesinato de niños a fin de matar incluso a un solo comandante de Hamas. Tienen una estrategia consciente para atacar deliberadamente a objetivos civiles, como hogares y escuelas, con el fin de ejercer una “presión civil” en masa sobre Hamas. Según un ex oficial de inteligencia, el ejército de Israel se ha convertido en una “fábrica de asesinatos en masa”, con un “desprecio total por la vida civil palestina”.
Una fuente anónima dentro de las fuerzas de inteligencia de Israel le dijo a la revista +972: “Nada sucede por accidente. Cuando una niña de 3 años resulta asesinada en una casa en Gaza, se debe a que alguien en el ejército decidió que matarla era cosa de poca monta”, que era un precio que valía la pena pagar para alcanzar [otro] objetivo.... Todo es intencional. Sabemos exactamente cuántos daños colaterales hay en cada hogar”6.
Israel convierte los hospitales, los protectores de la vida, en cementerios
La campaña de genocidio de Israel ha tenido como objetivo a hospitales y atención médica (como lo documenta la Organización Mundial de la Salud). En el norte de Gaza, los pocos hospitales que quedan son ahora básicamente refugios, sin equipos, electricidad ni agua que funcionen. Los hospitales del sur de Gaza están cada vez más desbordados y ahora también ellos se están convirtiendo en objetivos.
La semana pasada se descubrieron cuerpos en descomposición de bebés prematuros en el hospital pediátrico de Al Nasr. Los dejaron morir después de que las fuerzas israelíes atacaron al hospital, cortaron el suministro eléctrico y bloquearon el acceso a la unidad de cuidados intensivos. Luego ordenaron al personal médico que evacuara. El videometraje muestra a los bebés sin vida todavía conectados a tubos de ventilación e intravenosos7.
Bebés prematuros dejados a morir en las camas de la unidad de cuidados intensivos en el hospital Annasir en Gaza.
En otro hospital, el Hospital Kamal Edwan en el norte de Gaza, un médico se quedó solo y murieron 7 bebés.
EMERGENCIA en el Hospital Kamal Edwan en el norte de Gaza acaba de morir 7 recién nacidos.
“Volvimos a la Edad de Piedra”
El bloqueo israelí de los bienes que ingresan a Gaza, combinado con sus incesantes bombardeos y ataques con misiles, ha dejado a los 2,3 millones de habitantes de Gaza ante una escasez aguda y potencialmente mortífera de alimentos, agua, medicinas y combustible. La pausa de la semana pasada y el aumento de las entregas de ayuda no hicieron nada para cambiar eso en lo fundamental.
Casi no queda ningún gas u otro combustible en Gaza, lo que obliga a la gente a quemar puertas, marcos de ventanas y hasta cartón o hierba para cocinar. El agua mineral transportada en camiones a Gaza cubre tan sólo el cuatro por ciento de las necesidades. Al norte ya no le quedan fuentes de agua potable. La harina de trigo, el queso, los huevos, los productos lácteos y el agua mineral han desaparecido de los mercados. El goteo de alimentos que llega a Gaza desde que comenzó la guerra de Israel ha provocado una “enorme escasez de alimentos y un hambre generalizada”.
La vida de la mayoría de los habitantes de Gaza se ha reducido a una búsqueda diaria a tiempo completo de comida y agua. Un habitante de Gaza describe despertarse a las 4 de la mañana todos los días y salir a buscar agua para su familia extendida. Cuando tiene “suerte”, trae a casa lo suficiente para darle a cada miembro de la familia un vaso de agua al día. “Volvimos a la Edad de Piedra”, dice8.
Castigar colectivamente a la población civil y privarla de alimentos, agua y medicinas es un crimen de guerra flagrante e indiscutible.
No hay pausa en los ataques fascistas de las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] y los colonos se desbocan en la Cisjordania palestina
No se dio ninguna “pausa” en las embestidas violentas y genocidas del ejército israelí y de los colonos en la Cisjordania palestina.
El 29 de noviembre, dos niños palestinos en el campamento de refugiados de Yenín fueron asesinados a tiros por soldados israelíes durante una redada. Luego, los soldados impidieron que los médicos intentaran salvarlos. Anteriormente en la semana, las Fuerzas de “Defensa” de Israel (las FDI) mataron al menos otros ocho palestinos y destruyeron al menos dos casas, caminos y tuberías de agua. Desde el 7 de octubre, el ejército israelí y los colonos israelíes han matado al menos 242 palestinos en Cisjordania9.
Un habitante de Cisjordania escribe:
En Cisjordania, asaltos cada vez más violentos contra aldeas han obligado al menos 16 comunidades palestinas (más de 1.000 personas) a huir de sus hogares desde el 7 de octubre…. Los colonos han atacado a los palestinos en más de 250 incidentes en Cisjordania.… En mi aldea y en otras aldeas a nuestro alrededor, los colonos han estado incursionando en casas y hostigándonos implacablemente, a veces en múltiples ocasiones al día10.
Una historia de dos liberaciones de rehenes
Antes y durante la “pausa” en los combates, Hamas liberó a unos 105 rehenes israelíes e internacionales que había retenido desde el 7 de octubre. Su liberación fue motivo de alegría, alivio y celebración pública por parte de sus familias, amigos y comunidades.
Israel liberó a unos 240 prisioneros y detenidos palestinos, pero decretó que no habría celebraciones públicas para ellos. Los israelíes incluso mataron a tiros a un joven palestino e hirieron a otros cuatro el 29 de noviembre simplemente por reunirse frente al penal Ofer para dar la bienvenida a los prisioneros que estaban saliendo libres.
En este momento, más de 7.000 palestinos se languidecen en las cárceles de Israel: 2.500 sin cargos bajo las llamadas leyes de “detención administrativa” de Israel. Un prisionero liberado recientemente describió abusos generalizados, incluso violaciones en las mazmorras de Israel11.
Para el colmo de los colmos, desde el 7 de octubre, unos 3.324 palestinos han sido arrestados o detenidos en Cisjordania: ¡más de 10 veces el número que Israel ha liberado12!
El grave peligro de una guerra más amplia... y por qué los gobernantes estadounidenses se arriesgan a ella
La semana pasada se sostuvo una serie de reuniones de alto nivel entre el secretario de Estado estadounidense, Blinken, y funcionarios israelíes sobre la guerra en Gaza y la situación en Cisjordania y en todo el Medio Oriente. Según se informa, Estados Unidos está aconsejando a Israel que no repita su devastación del norte de Gaza en el sur. Estos informes representan preocupaciones concretas de que el flagrante asesinato en masa de Israel y su abierto desprecio por el derecho internacional y la vida de los palestinos podrían desencadenar una agitación de masas en toda la región y tal vez hasta detonar una guerra regional. (Vea A U.S.-Iranian Miscalculation Could Lead to a Larger War, Officials Say, New York Times, 29 de noviembre de 2023.)
Todas estas son preocupaciones concretas para los imperialistas estadounidenses. Pero al final, Estados Unidos sigue dando luz verde al genocidio israelí y a su guerra para aplastar a Hamas y al pueblo palestino. ¿Por qué? En Forjar otro camino, el líder revolucionario Bob Avakian explica en detalle por qué Israel libra una guerra tan singular y crítica para los imperialistas estadounidenses:
No se puede permitir ninguna vacilación y ni siquiera la apariencia de “imparcialidad” en las relaciones con Israel y con los palestinos (y otros de la región). Hay que tener todo en orden. Hay que tener claras prioridades y no vacilar. Hay que tener un gobierno de plena confianza en Israel, en el centro del plan regional.
Si examinamos a los demás gobiernos de la región, están Arabia Saudita y Egipto, que son fuertes aliados de Estados Unidos. Pero en Arabia Saudita y Egipto hay mucha inestabilidad y potencial volatilidad: debajo del trono, por así decirlo, hay muchos temblores y el potencial de “terremotos sociales” que podrían tumbar a esos gobiernos. Eso no sucede en Israel.
Desde que se escribieron estas palabras, Irán se ha convertido en potencia y oponente regional, El Medio Oriente ha sido sacudido por una agitación generalizada en los últimos 10 a 15 años, y la contienda de Estados Unidos con los imperialistas rivales Rusia y China —incluido en el Medio Oriente— se ha intensificado enormemente. Todo esto hace que Israel sea aún más central en los esfuerzos de Estados Unidos por mantener su control estrangulador sobre la región, ¡lo que incluye dar luz verde al genocidio!