“Todos los días en el juzgado, me ponía de pie orgullosa ante un juez y decía cinco palabras: ‘Kamala Harris, por el pueblo’”. Y para que quede claro:

Eso es lo que Kamala Harris le dijo a miles de demócratas gritones y delirantes en la Convención Nacional Demócrata cuando aceptó su nominación para postularse a la presidencia.

Harris promovía su carrera de 27 años como fiscal de distrito y luego fiscal general en California, antes de su elección para el Senado y luego vicepresidenta de Joe Biden.

Tenía razón a medias. Durante sus años de fiscal, solo tuvo un cliente. Pero ese cliente no era “el pueblo”.

Su único cliente fue el sistema destruye-gente de explotación y opresión, el capitalismo-imperialismo, al que sirvió de forma enérgica, despiadada y sí, alegre durante más de tres décadas.

Llevó 27 años de encarceladora en masa persiguiendo a negros y latinos

Harris comenzó su carrera en 1990 como ayudante del fiscal de distrito en el condado de Alameda en el Área de la Bahía de San Francisco. Se convirtió en fiscal de distrito de San Francisco de 2004 a 2010, y luego fue elegida fiscal general de California, principal funcionaria del orden público, de 2011 a 2017.

Harris y sus partidarios afirman que era una “fiscal progresista”. Pero como denuncia el líder revolucionario y autor del nuevo comunismo Bob Avakian en su despacho mediático Revolución Número 71:

Y, como Harris nunca se cansa en decirnos, fue fiscal en California durante años — pero de lo que no se jacta tanto ahora, en la medida que intenta conseguir que ustedes se dejen envolver en su campaña para la presidencia, es de que en su papel de fiscal, encarceló en masa, especialmente a los negros y latinos.

En Estados Unidos, el sistema se fundó sobre el genocidio y la esclavitud, y la supremacía blanca ha sido parte de su ADN desde ese entonces. Kamala Harris se convirtió en fiscal durante un período en el que el funcionamiento del sistema capitalista imperialista global obligaba a muchas fábricas y otras empresas a mudarse de zonas urbanas o fuera de Estados Unidos por completo. Esto dejó a millones de negros y otros oprimidos, especialmente jóvenes, sin trabajo, esperanzas o futuros. El sistema respondió con una ola de asesinatos policiales, terror y encarcelamiento en masa para reprimir y contener a este sector de la población volátil y amargamente oprimido.

Kamala Harris fue un engranaje de la maquinaria de represión de este sistema que ayudó enérgicamente a imponerlo, incluido mediante la infame “ley de los tres strikes”¹ de California y las “detenciones Terry” (la versión californiana de “parar y registrar”), así como la “guerra contra las drogas” a nivel nacional².

Estos programas racistas pusieron en la mira desproporcionadamente a los negros y latinos, y durante los años 1980 y 1990, llevaron a un marcado aumento de la población carcelaria. Durante los años de Harris como fiscal, ¡la población carcelaria de California se disparó de 87.000 en 1990 a 173.000 en 2006! Cuando Harris dejó el cargo en 2017, la población carcelaria de California todavía era de 128.000, una de las más altas de Estados Unidos³.

Los negros representan el 6% de la población de California, ¡pero el 29% de su población carcelaria! Los latinos constituyen el 39% de la población, pero el 43% de los encarcelados⁴. Literalmente, cientos de miles habían estado encarcelados y millones de vidas habían estado destrozadas como resultado.

Harris se opuso a las reformas penitenciarias ordenadas por la corte

Harris luchó con uñas y dientes contra cualquier debilitamiento de la escala y la brutalidad del sistema de “justicia penal” de California y su masiva red de prisiones brutales e inhumanas. Por ejemplo, en 2011, la Corte Suprema de Estados Unidos ordenó que California redujera su población carcelaria liberando a 5.000 reclusos no violentos. Para dar una idea de las condiciones que llevaron a esta decisión, en una prisión, 54 prisioneros compartían un solo baño. Morían reclusos cada cinco o seis días por falta de atención médica. Los reclusos suicidas estaban encerrados en jaulas del tamaño de una cabina telefónica durante 24 horas seguidas.

¿Cómo respondió la Kamala “por el pueblo” Harris a esta decisión? Durante casi cuatro años, Harris y el gobernador demócrata Jerry Brown se negaron a acatar la decisión de la corte, con el argumento, entre otras cosas, de que conceder libertad condicional a más prisioneros “afectaría negativamente a los programas laborales de la prisión, incluido uno que permitía a ciertos reclusos combatir los incendios forestales de California por unos $2 al día”. Un profesor de derecho lo calificó de “algo que se hace recordar los años 1950 con los gobernadores del Sur que declararon su desafío a las órdenes de desegregación de los tribunales federales”⁵.

Harris defendió el aislamiento en solitario y luchó contra la liberación de los presos injustamente encarcelados

Mientras Harris era fiscal general de California, los presos presentaron una demanda contra el uso generalizado del aislamiento en solitario en las prisiones del estado. Bajo el mandato de Harris, el Departamento de Justicia de California se opuso a la demanda, y hasta llegó a sostener en un momento que “no existe el ‘aislamiento en solitario’ en las prisiones de California”. Un acuerdo en la demanda presentada por los presos condujo a reformas, pero únicamente años después de que miles de presos habían sufrido terriblemente. “Son personas quebradas, psicológica y físicamente dañadas”, resumió un abogado de los presos⁶.

En un caso tras otro, Harris también luchó contra la liberación de los presos que habían sido condenados injustamente⁷.

Protección de los ejecutores asesinos del sistema: la policía

Como ha dicho Bob Avakian:

El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura. (De: Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian 1:24)

A lo largo de su carrera, Kamala Harris ha luchado activamente para respaldar, proteger y permitir que la policía lleve a cabo esta función.

California “tiene una de las tasas más altas de tiroteos por parte de la policía” de cualquier estado en Estados Unidos — y además algunas de las leyes más estrictas que protegen a los policías contra la rendición de cuentas ante los tribunales. Según la ACLU, hubo casi 1.200 asesinatos en los que estuvo involucrada la policía en California entre 2005 y 2016. De todos esos 1.200 incidentes, solo en dos casos se presentaron cargos contra la policía.

Harris fue fiscal del distrito de San Francisco y luego fiscal general de California durante estos años, y no hizo nada para cambiar esta situación escandalosa. Al contrario, luchó por proteger a los policías asesinos y golpeadores.

En San Francisco, la policía mató a 18 personas mientras Harris era fiscal general. Pero Harris rechazó investigar todos estos casos. El asesinato de Mario Woods, de 26 años, en diciembre de 2015 se grabó en video con un teléfono celular. En la foto aparecía “perturbado, drogado con metanfetaminas y armado con un cuchillo de cocina. Cinco agentes le dispararon 46 tiros, pegándole con 21”. Hubo protestas de masas y solicitudes de que la fiscal general Harris investigara, no obstante ella se negó a hacerlo.

Para colmo, ella se negó a apoyar un proyecto de ley de 2015 que habría requerido que el fiscal general del estado designara a un fiscal especial para investigar el uso de fuerza letal por parte de la policía. Dijo que no era su trabajo investigar los asesinatos policiales⁸.

Harris solicitó que se procesara a los padres de familia con hijos los que llegan tarde a la escuela

En la Convención Nacional Demócrata, Harris proclamó: “Como joven fiscal en los tribunales de Oakland, defendí a las mujeres y a los niños…”

¿Defendió a las mujeres y a los niños?

Harris no procesó a los policías asesinos, pero sí procesó agresivamente a los padres de familia, que a menudo eran pobres, con hijos que estaban “ausentes”, es decir, que llegaban tarde a la escuela o faltaban a clases sin justificación. En 2008, ella hasta montó una línea directa para las personas que querían reportearse por teléfono y soplar si veían a estudiantes abandonando la escuela.

En 2011, cuando estaba haciendo campaña para fiscal general de California, ¡patrocinó una ley a nivel del estado que castigaría a los padres de familia o tutores de los niños que faltaban a la escuela con una multa de $2.500 o un año de cárcel! Ella afirmó que todo esto tenía como objetivo aumentar el número de jóvenes inscritos en las escuelas, pero su ley era solo otra fachada en las cruzadas de este sistema contra los oprimidos. Azotaba a las familias de bajos ingresos que ya estaban esforzándose más duro por sobrevivir. Algunos padres de familia de niños con enfermedades crónicas fueron procesados y encarcelados⁹.

Biden-Harris: Cuatro años de terror y asesinato policial y encarcelamiento en masa

En 2019, cuando Harris se postulaba a las elecciones presidenciales preliminares por el Partido Demócrata, hizo campaña con su plan “abarcador” para “remozar el sistema de justicia penal”.

Criticó la práctica de “parar y registrar” y prometió acabar con el encarcelamiento en masa, reducir la población carcelaria y hacer cambios importantes en las prácticas de la policía.

Pero durante los cuatro años de Biden-Harris, ¿la policía dejó de asesinar? ¿Se acabó con el encarcelamiento en masa? ¡No! La policía mató a 1.180 personas en 2021 y a 1.255 en 2022. Y mató a 1.353 en 2023, ¡más que en cualquier otro año de la última década! Esto continuó mientras Biden declaraba: “Financien a la policía, financien a la policía, financien a la policía”, durante su discurso sobre el Estado de la Unión de 2022.

¿Y qué de la población carcelaria? Al año 2022, en los penales de los estados y federales todavía había más de 1,2 millones de personas encarceladas, aproximadamente la misma cantidad que el último año que Trump estuvo en el poder.

¿La lección? ¡Despiértense! ¡Dejen de dejarse manipular!

¿Qué nos dice el historial sórdido y verdaderamente criminal de Harris? Volvamos al despacho mediático artículo de Bob Avakian Revolución número 71:

¡Despiértese! Al igual que Obama, Kamala Harris no es parte de ninguna solución real — es una gran parte del problema.

¿Y cuál es el problema?

Es este sistema —este sistema del capitalismo-imperialismo— al que Harris sirve. Al que todos estos políticos tienen que servir si quieren llegar al cargo y permanecer en él, especialmente cualquier “alto cargo” como la presidencia.

Es este sistema el que es la causa fundamental de todo el infierno por el que pasa la gente, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo.

Es necesario barrer con este sistema —derrocarlo mediante una revolución real— y reemplazarlo por un sistema mucho mejor.