El viernes 5 de julio, la Corte Suprema de Estados Unidos controlada por los fascistas anuló un principio legal establecido en 1984, conocido como “la doctrina Chevron”. Y así, cientos de organismos federales perdieron la facultad de reglamentar efectivamente.
Esto, muy inmediatamente, dará lugar a efectos desastrosos con respecto al medio ambiente y a la atención médica en particular, en un momento en que el medio ambiente ya se está destruyendo rápidamente y cuando la atención médica para las masas ya es terrible.
El Congreso estableció semejantes organismos como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor. Su propósito era proteger a la sociedad contra algunos de los efectos más desastrosos y disruptivos de la ley número uno del capitalismo: las ganancias por encima de todo. Se suponía que estas agencias debían frenar los peores abusos de las industrias que arrojan desechos tóxicos a ríos o fábricas de pollo que tienen una mala reglamentación de salud y seguridad.
Lo que hizo la Agencia de Protección Ambiental y por qué, para colmo, ahora están quitando esto
Por ejemplo, en 1974, el Congreso aprobó la Ley de Agua Potable Segura que estipulaba que la EPA determinara cuál nivel de productos químicos en el agua potable no era segura. La ley en sí no enumera los miles de productos químicos tóxicos que las empresas contaminantes estaban arrojando a los lagos y ríos. El Congreso tampoco podía saber cuál nivel de cada químico era inseguro. Esas cuestiones se dejaron al personal de científicos y expertos de la EPA que sí son capaces de determinarlo.
La EPA estableció un límite de 2 partes por mil millones de mercurio en agua potable. Según las antiguas reglas (Chevron), los tribunales no pudieron cambiar eso, por la razón lógica de que los jueces no son bioquímicos.
Para que quede claro, incluso en la versión más “ilustrada” del capitalismo-imperialismo, de rutina se pasan por alto y violan las verdaderas necesidades sociales como la atención médica de las personas, un medio ambiente natural vital, etc.. Pero esta decisión, de acuerdo con la reconfiguración fascista de la sociedad en general, elimina la mayoría de las pocas y lamentables medidas que sí se habían tomado. Echan a un lado el conocimiento científico, a favor de una “reglamentación” que es más “aceptable” para los fascistas cristianos anti-ciencia que quieren obligar a las personas a poner todo en manos de un Dios inexistente o de los capitalistas que consideran que es necesario eliminar toda reglamentación que se interpone en el camino de sus ganancias desenfrenadas, lo que incluye cosas como la disponibilidad de la píldora abortiva, la seguridad de los viajes aéreos y toda protección ambiental. No podemos permitir que nos obliguen a elegir entre el mal y el peor; necesitamos una forma completamente nueva de vivir.
No necesitamos vivir así
Esta decisión es tanto un ataque como un importante salto en el desgarramiento de la forma “normal” en que se han gobernado las cosas bajo este sistema ... y esa “normalidad” no va a regresar. Una “normalidad” que aún dejó las necesidades básicas de las personas en las manos de un sistema impulsado por las ganancias que en lo fundamental trata a las masas de personas y los preciosos recursos de nuestro planeta como cosas que hay que saquear y explotar. La respuesta no es tratar de aferrarse a lo que era, sino aprovechar las escisiones en toda la sociedad para gestar las fuerzas y la situación que se requieran para hacer una revolución para crear un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. Necesitamos y Exigimos, una forma completamente nueva de vivir, un sistema fundamentalmente diferente expone lo que es posible con este nuevo sistema. Sobre la base de una economía completamente diferente orientada a satisfacer las necesidades de la gente, y al trabajar para reparar la destrucción ambiental en el mayor grado posible, es posible una forma completamente diferente de vivir.
Veamos la atención médica como un ejemplo importante:
Atención médica para servir al pueblo
La atención médica no estará orientada (y distorsionada) para generar ganancias para las grandes corporaciones médicas y farmacéuticas, con el resultado de que grandes cantidades de personas no tienen para una atención médica digna bajo el sistema actual. Tales corporaciones ya no existirán — serán reemplazadas por atención médica financiada por el gobierno. El propósito de la atención médica será de servir al pueblo y desarrollar y aplicar continuamente la ciencia de la medicina para satisfacer las necesidades médicas y de salud de las personas en la sociedad en su conjunto, de una manera que sea asequible para las masas de personas, con el objetivo a la larga de poner la atención médica gratuita y de alta calidad a la disposición de todos.
“Necesitamos y Exigimos” concluye con lo siguiente:
Todo esto no es solo un sueño o un deseo — es lo que es posible y necesario en pro de los intereses de las masas de personas en Estados Unidos y de la gran mayoría de la humanidad, y para el futuro de la humanidad en su conjunto.
Por todo eso existe una necesidad urgente, y nos atrevemos a exigir con audacia —y llamamos a todos aquellos que odien la injusticia y anhelen una sociedad y mundo en que las personas pueden florecer a plenitud y expresarse con mayor plenitud su humanidad, a sumarse en hacer esto una exigencia de millones y decenas de millones de personas— una exigencia que por fin se puede hacer realidad por medio de la lucha decidida e intrépida de esos millones y decenas de millones de personas:
Es necesario abolir y desmantelar el sistema capitalista-imperialista y las instituciones de gobierno existentes en Estados Unidos — y reemplazarlos por un nuevo sistema socialista basado en la CONSTITUCIÓN PARA LA NUEVA REPÚBLICA SOCIALISTA EN AMÉRICA DEL NORTE.