Raymond Lotta está abriendo un gran debate sobre el pasado y el futuro de la revolución comunista, y el futuro de la humanidad. En un momento en que sobresale la incapacidad extrema del capitalismo para hacer frente al clima, a la guerra, a la inmigración, a la igualdad racial y de género... en un mundo donde 160 millones de trabajadores infantiles forman parte esencial de las cadenas de suministro globales del capitalismo... en un momento, en fin, en que la necesidad de la humanidad de una revolución emancipadora clama como nunca antes … se ha declarado “no ha lugar” al comunismo.

Pero espérese... ¿no saben todos que estas revoluciones no sirvieron de nada? Que eran “proyectos utópicos” que se convirtieron en “pesadillas totalitarias”. Bueno, eso es lo que la gente cree que sabe — cuando en realidad es lo que los “expertos” y los “estudiosos del comunismo” de este sistema, sus ideólogos, han inculcado en la cabeza de la gente, y se ha reforzado con memorias muy promocionadas sobre las penurias y el sufrimiento (como comprender la Guerra Civil estadounidense a través de la lente de la Confederación esclavista).

Este “veredicto” de que el comunismo ha sido un desastre se basa en tergiversaciones y calumnias, y se ha convertido en una especie de “conocimiento común” incuestionable e institucionalizado — inclusive y especialmente en la academia, donde el pensamiento crítico se apaga cuando se trata de esta pregunta. Esto pone un tope a la capacidad de las personas para concebir un mundo más allá del capitalismo — en un momento en que la revolución es tan urgentemente necesaria... y más posible.

Sin embargo, debido al trabajo realizado por el líder revolucionario Bob Avakian, no solo existe una manera de comprender científicamente tanto los grandes puntos fuertes como los errores, incluso los errores graves, de las primeras dos revoluciones socialistas —en la Unión Soviética 1917-1956 y en China 1949-1976—, sino también una manera de ir más allá de ellas a un futuro cualitativamente más emancipador.

El comunismo es el análisis científico, y el método de análisis, de la sociedad humana y su desarrollo y transformación. Es la teoría que guía la lucha viva para alcanzar un mundo comunista sin explotación y opresión y sin división de la sociedad en clases. El propio desarrollo de la sociedad humana hace que sea posible superar un mundo de escasez y conflicto social antagónico. Bob Avakian ha resumido la experiencia previa del movimiento comunista y de las revoluciones soviética y china, y ha sacado lecciones de una amplia gama de experiencias humanas. Al hacerlo, ha desarrollado el nuevo comunismo, que es una continuación pero también representa un salto más allá y, en algunos sentidos importantes, una ruptura con la teoría comunista anterior.

Una característica central del nuevo comunismo es el repudio de la noción venenosa de que “el fin justifica los medios”. Los medios y la moralidad de la revolución comunista deben derivarse, ser consecuentes y servir a la lucha por alcanzar un mundo en el que los seres humanos verdaderamente puedan florecer. Además, el nuevo comunismo enfatiza la gran importancia en la sociedad socialista de la efervescencia intelectual y cultural, y no sólo la protección sino la promoción del disentimiento, incluida la oposición al socialismo.

Apoyándose en el nuevo comunismo, Raymond Lotta está rescatando de la tergiversación la verdad de las primeras revoluciones comunistas. Estas fueron las revoluciones más significativas que la humanidad ha visto. En ellas participaron cientos de millones de personas en la creación de algo completamente nuevo y liberador. Establecieron las primeras economías socialistas planificadas para satisfacer las necesidades sociales; hicieron de la liberación de las mujeres y de la superación de la opresión nacional-étnica metas fundamentales y objetivos de la vida real; e inspiraron y ayudaron en las luchas de la humanidad oprimida.

Estas primeras revoluciones comunistas han sido objeto de más calumnias que cualquier otro acontecimiento en la historia... ¡sin excepción! No es de sorprenderse, ya que vivimos en un mundo capitalista-imperialista de explotación salvaje, desigualdad grotesca y mercantilización de todo... y cuyos ideólogos no dejan de recordarnos que este es el mejor y único de todos los mundos posibles.

La gira universitaria de Raymond Lotta pondrá ante la gente la verdadera historia, las hazañas grandes y sin precedentes de las primeras revoluciones comunistas; sus problemas; y cómo podemos ir mucho más allá y hacerlo mucho mejor en hacer la revolución en el mundo de hoy. Refutará las mentiras sobre Mao y la Revolución Cultural. Desenmascarará la equiparación sin sentido de Stalin con Hitler transmitida por las nociones de “totalitarismo” pregonadas por autores liberales anticomunistas como Timothy Snyder, así como Hannah Arendt.

Las apuestas no podrían ser más altas. Los imperialistas estadounidenses y rusos están arriesgándose a una guerra mundial, una guerra nuclear, en torno a Ucrania — y Estados Unidos está aumentando las amenazas de guerra contra la China imperialista. La crisis climática está precipitándose hacia una catástrofe global. El fascismo está desmandado. Al mismo tiempo, los gobernantes del sistema están amargamente divididos, como no lo han estado desde la Guerra Civil, y cada vez más son incapaces de gobernar de manera unificada. Esto en realidad hace que sea más posible hacer una revolución. Una revolución guiada por el nuevo comunismo para abolir este sistema y sus horrores... ¡una revolución para cambiarlo todo!