Actualización: El 21 de julio, un juez federal dictó una pena de 33 meses de cárcel para Brett Hankison, uno de los policías involucrados en el asesinato a sangre fría de Breonna Taylor en 2020. Hankinson había sido condenado por violar los derechos civiles de Breonna al disparar indiscriminadamente contra su apartamento. La condena es mayor que la recomendación del Departamento de Justicia del régimen de Trump de que este policía reciba UN SOLO DÍA de prisión, pero está muy por debajo del lineamiento oficial de penas de 11 a 14 años de duración. Y ninguno de los policías involucrados había sido condenado por el asesinato de Breonna Taylor. O sea, como señala el artículo a continuación, “Esto es una luz verde genocida perversa y enfermiza a lo que ni siquiera será ninguna pretensión de condenar a los policías asesinos criminales”.

***

Para colmo de males con sangre fría, el régimen fascista de Trump se ha desvivido por solicitar que la pena contra uno de los cerdos policías responsables del asesinato de Breonna Taylor sea de un solo día de cárcel. ¡Un día! Eso es lo único que vale la vida de una mujer negra en el Estados Unidos de Trump. ¡Un día! Esto es una luz verde genocida perversa y enfermiza a lo que ni siquiera será ninguna pretensión de condenar a los policías asesinos criminales.

En marzo de 2020 unos cerdos policías en Louisville, Kentucky asesinaron a Breonna Taylor, una mujer negra de 26 años, mientras dormía en su cama. Tres cerdos derribaron la puerta de su depa con una orden judicial “no-knock” (allanamiento sin llamar a la puerta). Se habían equivocado de casa, pero no importó. Abrieron fuego con una ráfaga de balas, y la asesinaron a sangre fría. El novio de Breonna, también dormido en la cama, se sobresaltó al oír el ruido, pensando que había intrusos. Gritó y no obtuvo respuesta, así que disparó contra quienes irrumpieron en su casa. Los policías dijeron que dispararon “en defensa propia” y el estado lo declaró “homicidio justificado”. Otra vida robada al amparo de la autoridad.

Ninguno de los policías fue nunca acusado de matar a Breonna Taylor. Uno de ellos, Brett Hankison, fue declarado culpable en un tribunal federal — de UN cargo, uso excesivo de la fuerza y de “privar a Breonna Taylor de sus derechos civiles”. Hankison disparó a lo loco a través de la ventana y la puerta del patio de Breonna, sin tener ni idea de quién estaba al otro lado. Cinco de los disparos atravesaron la pared de un apartamento contiguo ¡y estuvieron a punto de alcanzar a una mujer embarazada, a su esposo y a su hijo! Los lineamientos oficiales para determinar la pena dictan una pena de entre 11 y 14 años para Hankison.

Piensen en esto: bajo el funcionamiento normal de este sistema, la mayoría de estos cerdos policías se salieron impunes. Al igual que la mayoría de los policías que se salen impunes casi siempre por un asesinato tras otro. La policía mata a más de mil personas al año, desproporcionadamente a negros, latinos y otra gente de color.

Pero incluso esta pequeña muestra de justicia para el pueblo fue demasiado bajo el régimen fascista abiertamente supremacista blanco de Trump. Trump quiere que se sepa que los brutales delincuentes con placa tienen licencia para matar —abiertamente y sin remordimiento— y que no enfrentarán consecuencias, ni siquiera en las circunstancias muy raras en que sean declarados culpables en un tribunal.

El 16 de julio, en un paso extraordinariamente inusitado, Harmeet Dhillon, la recién nombrada jefa de la “División de Derechos Civiles” del Departamento de “Justicia” de Trump, presentó a juez un memorando sobre el proceso de fijar la pena. El memorando “recomienda” que Hankison reciba una pena de un día por su delito, un día que ya había cumplido cuando estuvo detenido brevemente anteriormente. Este memorando de 18 cuartillas trata a este cerdo de gatillo fácil como la “víctima” con la que la gente debería tener empatía, cuando en realidad formaba parte de una banda de asesinos que le arrebató la vida a una persona inocente.

Está previsto que el juez dicte la pena el 21 de julio.

En el levantamiento de 2020 contra el asesinato gratuito por parte de la policía, millones de personas en Estados Unidos y por todo el mundo se pusieron de pie para decir: ¡NO! ¡Dejen de matar a la gente negra! Este levantamiento cívico amplio y hermoso estremeció a este sistema. Millones de personas corearon el nombre de Breonna Taylor, exigieron justicia.

Con esa solicitud enfermiza, los fascistas están enviando un mensaje: ¡NO! Una vez más, se abre sin remordimiento una temporada de caza contra los negros. Segar la vida de los negros no significa nada para este sistema. Y al igual que las turbas de linchamiento de antaño, los tribunales y el sistema de justicia respaldarán a las turbas asesinas.

¿Y ahora qué dices TU en respuesta? ¿Te harás a un lado y permitirás que todo este sistema genocida acelere ese genocidio con un fascista en el poder? ¿Permitirás que los fascistas nos arrastren de vuelta a la segregación y terror del Jim Crow impulsado por el espíritu de la Confederación de la esclavitud? ¿O recordarás la justa furia y responsabilidad que impulsaron a esos millones de personas a las calles en 2020? Para DETENER esta injusticia, para DETENER esta criminalidad. Para plasmar el poder potencial que vislumbramos en 2020 y canalizarlo hacia la lucha urgente de ahora para detener el fascismo de Trump y MAGA, y para arrancar de raíz el sistema que ha engendrado este fascismo y tantas otras atrocidades.

Para citar al líder revolucionario Bob Avakian en el e-mensaje Revolución #127, ¡Los fascistas de Trump y MAGA exigen un indulto para el policía racista que perpetró el flagrante y depravado asesinato de George Floyd!:

¡Por parte de cualquier persona decente, no puede haber “compromiso”, ni “convivencia” —y muy definitivamente, ninguna colaboración activa o pasiva— con estos racistas sádicos y toda la abominación fascista de Trump y MAGA!

¡Que se largue este régimen fascista — YA!

Y las personas negras tienen un papel crucial en hacer que esto ocurra —actuando según la mejor tradición de la lucha del pueblo negro— movilizándose, junto con otros, en una oposición masiva al racismo abierto del régimen fascista de Trump y a todas las formas en que pisotea los derechos básicos y trata a grupos enteros de personas como menos que humanos.