Irán está en llamas de rebelión contra sus muy odiados opresores fundamentalistas islámicos. Las mujeres iraníes literalmente están quemando los pañuelos (hiyab, el código religioso que rige la vestimenta de las mujeres, que el gobierno iraní centra en el pañuelo obligatorio en el cabello y en la “vestimenta modesta” que cubre brazos y piernas), que el régimen las ha obligado a usar. Están desafiando directamente, por primera vez de una manera tan en masa, a un pilar central de esta teocracia fascista: sus draconianas leyes sharia con respecto a las mujeres, en particular sus códigos de vestimenta medieval. Y las mujeres están desempeñando un papel central y dirigente en este levantamiento.
La furia de las mujeres iraníes, y de los hombres, que están de pie en desafío, literalmente está atizando las llamas de la esperanza, el valor y la determinación a lo largo de Irán y del mundo, especialmente entre todos aquellos que quieren ver un fin a la reacción religiosa y a la degradación de las mujeres.
En los días posteriores a la muerte de Mahsa Amini, 22, el 16 de septiembre, a manos de la policía de la moralidad de Irán, por un “hiyab inapropiado”, según informes la gente se ha levantado en justa rebelión en 140 ciudades y en todas las 31 provincias en Irán.
Protesta en Irán por Mahsa Amini - ¡Furia, valor y alegría! - Reposteado de las redes sociales
En numerosas ciudades y pueblos, enormes multitudes de mujeres y hombres, jóvenes y mayores, corean y aplauden mientras mujeres y niñas arrojan sus hiyabs a hogueras.
Las imágenes de mujeres que osadamente se cortan el cabello frente a multitudes en solidaridad con ellas se circulan por todo el mundo. En las imágenes, masas de personas bloquean el acceso a calles, incluso ciudades enteras, y se forman a lo largo de caminos para arrojar piedras a convoyes militares que avanzan a las ciudades. En las imágenes, las mujeres se niegan a moverse frente a vehículos blindados que rocían gases lacrimógenos. Hay informes de manifestantes que arrojan cócteles Molotov a la policía en Qom, tradicionalmente una fortaleza religiosa y del régimen.
La gente se ha apoderado de Oshnavieh, una ciudad kurda de 40.000 en el noroeste de Irán, y según los informes, se pertrechan para un enfrentamiento con los Guardianes de la Revolución del régimen (una rama de las reaccionarias fuerzas armadas de Irán).
En las imágenes, jóvenes atacan a la policía y a otras fuerzas de represión, hacen que los golpeadores huyan en bandada. La furia e intrepidez de las masas es palpable. En las universidades a lo largo de Irán, los estudiantes marchan por Mahsa y aprenden lecciones de vida en el proceso. Se informa de protestas frente a las cárceles, incluso de liberar a presos.
“Libertad, libertad, libertad” y “¡Todos somos Mahsa! Estamos en esta lucha juntos” son dos de las consignas que están coreando. Entre otras figuran: “Muera al opresor”, “Muera a Jamenei” (el líder supremo), “Muera a Raisi (el presidente)”, Muera al dictador, ya sea el Cha o el ayatolá”. “No queremos un rey ni líder supremo”.
Las chispas de este levantamiento han estado volando por todo el mundo. Las protestas de solidaridad han incluido a unas mujeres que se cortaron públicamente el cabello en Chicago, una actuación en coro en Estambul (Turquía) y manifestaciones importantes en la ciudad de Nueva York, la Universidad de California-Berkeley y Houston, todas que se inspiraban en el heroísmo impresionante que se presencia en las calles de Irán.
Video de la protesta de masas en apoyo al pueblo iraní, Universidad de California-Berkeley, viernes por la noche, 23 de septiembre de 2022.
Pero las crecientes decenas de miles de personas están arremetiéndose contra un pilar central del dominio de la República Islámica —su supresión patriarcal de las mujeres—, y el régimen está contraatacando con una escalada de la represión. Esto incluye perdigones y fuego vivo, que según informes han matado a docenas y lesionado a otros. El New York Times informa: “En muchas ciudades, incluida la capital Teherán, las fuerzas de seguridad respondieron abriendo fuego contra las multitudes. En la Boulevard Ferdous y en el complejo de departamentos Shahrak Ekbatan en Teherán, los agentes de policía abrieron fuego contra las ventanas; en la ciudad de Rasht, arrojaron gases lacrimógenos adentro de los departamentos...”.
Han hecho arrestos en masa, inclusive de destacados periodistas y activistas, redadas y otras cosas. El régimen está impidiendo las comunicaciones por el Internet y envió de mensajes de texto en masa a los usuarios de teléfonos celulares que advierten que la gente no deba protestar, diciendo que enemigos extranjeros de Irán estaban organizando las protestas. Se informa de que quizá se movilicen los militares.
Las cosas se están desenvolviendo a un ritmo vertiginoso en Irán. En esta situación impredecible en veloz desarrollo, es urgente que muchísimas más personas en Estados Unidos y en todo el mundo se solidaricen con nuestras hermanas y hermanos en Irán —y que se opongan enérgicamente a la represión por parte de la República Islámica—, y a cualquier maniobra o injerencia imperialista.
Al mismo tiempo, los gobernantes de Estados Unidos tienen sus propias razones para oponerse al régimen iraní, desde el punto de vista de su deseo de subyugar a Irán y “asegurar” al Medio Oriente y a Asia central para el imperio estadounidense. Por lo tanto, todos deberían estar precavidos contra las declaraciones hipócritas de “apoyo” de los políticos en Estados Unidos, quienes quisieran usar las protestas para sus propios fines. Esta misma clase dominante de Estados Unidos está muy dispuesta a apoyar a regímenes pro estadounidenses que también usan la misoginia fundamentalista islámica para reprimir brutalmente a las mujeres — tal como Arabia Saudita.
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