En estos tiempos poco comunes y urgentes, deberíamos tener el objetivo de hacer de Bob Avakian (BA), el líder revolucionario y arquitecto del nuevo comunismo, un nombre verdaderamente conocido y un punto de referencia inconfundible y repetido.
Esta persona, este líder concentra lo que se necesita desesperadamente, lo que es científicamente posible y eminentemente deseable: una revolución real y la emancipación de toda la humanidad. BA lisa y llanamente ha hecho, y está haciendo, el trabajo que ninguna otra persona ha hecho. Ha forjado verdaderas respuestas a las preguntas que ninguna otra persona siquiera está haciendo, pero que son las preguntas más vitales que enfrenta la humanidad.
Aquí va un hecho simple que muchísima gente necesita conocer, pero que nadie conocerá si no se lo decimos. Aquí van algunas cosas simples que son demostrablemente ciertas, para las que hay abundante evidencia que las respalda, y que aquellos que son parte de los revcom y están alrededor de éstos deberían decir constantemente y popularizar ampliamente:
Aparte de BA y los revcom que él dirige, ninguna otra persona, organización ni fuerza política en Estados Unidos siquiera habla de hacer una revolución real.
Repito: ninguna otra persona, organización ni fuerza política en Estados Unidos siquiera habla de hacer una revolución real.
Seguro, en la sociedad muchas personas usan la palabra “revolución”, pero no se refieren a nada parecido a lo que nosotros queremos decir. Se refieren a algún tipo de “gran cambio” vago. O tal vez, de hecho, se refieran abiertamente y sin pedir disculpas a un cambio pequeño. Es muy probable que se refieran a más “representación” y “agencia” para un número relativamente pequeño de oprimidos DENTRO de continuar con este sistema brutalmente opresivo, o se refieran a unos cuantos oprimidos adicionales en posiciones de poder que llevan a cabo esa opresión a otros. Tan seguro como un carajo que no se refieren a derrocar este sistema y emancipar a la humanidad.
Así que, repetimos: ninguna otra persona, organización ni fuerza política en Estados Unidos siquiera habla de hacer una revolución real... en un momento en que la necesidad de una revolución real es más pronunciada y urgente que nunca.
Este hecho EN SÍ Y DE POR SÍ debería ser motivo más que suficiente para que cualquiera que esté genuinamente interesado en cambiar en lo fundamental el mundo —o cualquiera que se podría ganar a esta cuestión— le entre con seriedad a BA. ¡Tan sólo eso!
Por supuesto, BA está haciendo muchísimo más que simplemente “hablar” sobre una revolución real. Y la gente también necesita con urgencia estar enterada de esto. A lo largo de un período de décadas y de manera continua, él ha forjado un marco completamente nuevo del comunismo, basándose, yendo más allá y rompiendo de formas importantes con lo que se llegó a entender por medio de la primera etapa de la revolución comunista. Ha desarrollado el método científico, la estrategia y la visión y está dando la dirección que actualiza la posibilidad de barrer con este sistema, derrotar y desmantelar a sus ejecutores e instituciones y crear un sistema económico, político y social completamente nuevo en el camino hacia la emancipación de toda la humanidad. Ha escrito un plano concreto y vívido para ese nuevo sistema en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte.
Si alguien duda de eso, o no entiende lo que eso significa, debería VERLO POR SÍ MISMO. Debería tener la integridad de investigar esto sin las anteojeras de los prejuicios y las ideas preconcebidas de un tipo u otro.
No sé si esto sigue siendo así, pero en los últimos pocos años el dicho “TINA” —“no existe ninguna alternativa [a la forma en que están las cosas]” — fue una expresión muy extendida y popular del fatalismo y el cinismo de los doom scrollers [buscadores obsesivos de malas noticias en la red].
En todo caso, es cierto que muchísimas personas buenas a las que se podría ganar hacia esta revolución han aceptado —y ahora, con el ascenso de Kamala Harris, incluso muchas personas están entusiasmadas— por la perspectiva de que el menor de dos males (si es que siquiera lo reconocen como “un mal”) sea lo mejor a lo que la humanidad puede aspirar.
¡Mentira!
Decimos — y esto necesita llegar a difundirse masivamente en el terreno social y político, con rapidez: Aquí va la alternativa... Lo único que verdaderamente se zafa del marco existente —y que tiene el potencial de hacer que la humanidad se zafe del marco existente— del capitalismo-imperialismo y de todos los horrores que ese marco impone a la humanidad:
BA... El nuevo comunismo que él ha forjado... Y la revolución que él está dirigiendo para emancipar a la humanidad de los horrores de este sistema capitalista-imperialista. ESA es la alternativa.
Las tres S
Ahora bien, todo lo que he dicho anteriormente —aunque es de importancia crítica— en realidad no es tan complicado. Deberíamos propagarlo con las tres S: simplicidad, sustancia y savia.
Una vez más, lisa y llanamente la realidad es que no hay ninguna otra persona en la sociedad como BA y no hay ninguna otra cosa como el nuevo comunismo que él ha desarrollado y la revolución que él está dirigiendo.
Todavía no creo que digamos esto de esta forma simple con la suficiente coherencia, trazando líneas de demarcación inmediatamente visibles en torno a este tema muy simple.
Es tanto objetivamente cierto... como que tiene una enorme fuerza de atracción.
Aunque inicialmente el número de personas que esto atrae es relativamente muy pequeño, sigue siendo objetivamente cierto, sigue teniendo una enorme fuerza de atracción, y estas cosas en combinación con nuestro trabajo decidido e incansable para hacer de BA un nombre conocido en todas partes y un punto de referencia, junto con otros cambios en la situación objetiva, pueden hacer que esas pequeñas cantidades de personas se multipliquen rápida y exponencialmente hasta convertirse en grandes cantidades.
Es muy importante entender esto. Debemos reconocer con seriedad que las fuerzas revcom en la actualidad son pequeñas y que esta es una situación mala que necesita transformarse rápidamente. Pero todo lo que he dicho anteriormente es cierto. Y no podemos permitir que donde nos encontremos en un momento dado nos mantiene abajo a golpes o nos desmoralice o ponga topes artificiales a lo que es posible o a lo que nuestro trabajo puede lograr en un tiempo determinado.
Segunda parte: Sencillo y complejo