Los revcom prenden candela a la bandera nacional de Estados Unidos fuera del concierto de Jason Aldean en Tinley Park.
Había estado esperando con tremenda anticipación (y cierta preocupación) durante días, una vez que escuché que el Club Revolución-Chicago había hecho un llamado a alzar la voz contra ese golpeador aspirante a fascista Jason Aldean justo en frente del estadio del concierto donde llevaría su show de mierda y linchamientos a Tinley Park, en las afueras de Chicago. Inmediatamente después busqué en las redes sociales (y en los medios de comunicación tradicionales) noticias sobre la acción. Mientras leía y veía los vídeos de la acción fuera del concierto, observaba el sangriento trapo rojo, blanco y azul desgarrado y quemado, escuchaba las consignas y los poderosos comentarios de Rafael Kadaris y otros, simplemente golpeé la mesa frente a mí, ¡SÍ! ¡SÍ! ¡SÍ! Literalmente se me llenaron los ojos de lágrimas de alegría….
Y cuando vi que esta tremenda acción, junto con las acciones de la camarada que audazmente entró al concierto de la chusma tipo MAGA [Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza] para alzar la voz contra Aldean, estaba haciendo noticia a nivel internacional, tuve una apreciación aún más profunda del potencial que hay para poner la revolución en el mapa en 2023, aquí en las entrañas de la bestia, y lo que será necesario.
Es necesario comprender firmemente que, al adoptar esta postura, las hermanas y los hermanos actuaban al lado de los intereses de literalmente miles de millones de personas en todo el planeta, atrapadas, trituradas y descartadas por un sistema capitalista-imperialista que ha llevado a este planeta al precipicio de una posible extinción en más de un frente. Esto no es una exageración. La realidad de esto ha sido desenmascarada y documentada repetidamente en El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!, revcom.us y otros lugares. Y dondequiera que estén en el mundo, cuando las personas se enteren de esta acción, se animarán mucho.
“Lo intentamos en un pequeño pueblo y fuera del concierto de Jason Aldean... Poner la revolución emancipadora en el mapa” — vídeo en inglés de El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!
Pero por más terrible que sea la situación, esta gran acción no se trató simplemente de lo que los manifestantes se le oponían (a esta canción fascista cien por ciento estadounidense y de linchamientos) sino de PARA QUÉ estaban y están luchando. Mientras alzan la voz contra este aspirante a golpeador fascista y a todo el tóxico sistema capitalista-imperialista que engendra a los Jason Aldean del mundo, los revcom también nos retaban a todos nosotros a dar un paso al frente y ser parte del movimiento para una revolución, a recibir nuestra dirección de BA, en un momento poco común de la historia en el que existe la posibilidad de que una revolución real se deshaga de este sistema y lo reemplace por algo fundamentalmente diferente y mejor: una nueva sociedad basada en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (pdf) con el objetivo de la emancipación de toda la humanidad. ¿Qué más podemos pedir que una oportunidad para hacer eso?
Mientras todo eso me daba vueltas en la cabeza, presento una promesa de contrapartida de $1.000. Ojalá pudiera ser más, pero espero y anticipo que a medida que más personas se enteren de esta acción y el potencial que revela para un futuro mucho mejor, se pueda igualar muchas veces.
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Una posdata
Una nota de advertencia para Jason Aldean y otros aspirantes a fascistas. Crecí en un pequeño pueblo, donde la población negra y chicana vivía, literalmente, al “otro lado” de las vías del ferrocarril, y donde los inmigrantes mexicanos que trabajaban en los campos circundantes vivían con sus familias en barracas en las granjas donde trabajaban. Cuando me fui a la universidad (lejos, en una gran ciudad), no tenía intención de regresar por más tiempo que el que me llevó a juntar el dinero para permanecer en la escuela y alejarme.
Un año después de que me fui, regresé para trabajar durante el verano. Conduje con algunos amigos por la comisaría local, donde delante se alzaba un enorme pino. Cada invierno, el árbol estaba decorado con luces y adornos navideños, con una iluminación oficial a la que asistían funcionarios locales, incluido el jefe de policía, un golpeador racista desde cualquier punto de vista. Pero este año, el árbol quedó acordonado, ennegrecido y quemado. Uno de mis amigos se volvió hacia mí y me dijo: “Sí, eso se quemó el año pasado”.
Resultó que una protesta local contra la guerra (de Vietnam) que no había comenzado muy grande (en este pequeño pueblo) se había intensificado después de haber sido atacada por los puercos policías del rumbo. Se había convertido en una protesta mucho más grande compuesta por lo que entonces se conocía como “beatniks e hippies” (jóvenes blancos alienados), jóvenes negros y latinos y muchos otros, con una rabia reprimida que había culminado con la quema del árbol frente de la comisaria de los puercos policías. La Navidad no fue la misma durante muchos años después.
Estoy a favor de quemar banderas estadounidenses, no árboles, y esto ocurrió hace muchos años, pero lo que señalo es simplemente que nunca subestimen el potencial, incluso en estos pequeños pueblos, de que el fuego de la revolución irrumpa en escena de maneras inesperadas y edificantes y arda flameante. Y, con la dirección de BA y los cimientos que él ha sentado, con el Nuevo Comunismo, nunca debemos subestimar la posibilidad de ganar en concreto y crear con arranques un futuro completamente diferente.
¡Presente!