Trayvon Martin Foto: Wikipedia
Esta semana pasada se cumplieron diez años desde la muerte de Trayvon Martin —un joven de 17 años con toda la vida por delante— a manos de un justiciero supremacista blanco, George Zimmerman, por caminar por un barrio de Florida con una sudadera con capucha. La absolución de Zimmerman hizo renacer el movimiento en contra de la supremacía blanca. A la gente le trajo a la mente el brutal linchamiento del joven de 14 años Emmett Till en Misisipí 57 años antes y juró: “No queremos que nuestros hijos y nietos se encuentren luchando por la misma cosa en 57 años”.
Emmett Till, 1941-1955
El domingo 28 de agosto de 1955, dos supremacistas blancos, Roy Bryant y J.W. Milam, torturaron, mutilaron y asesinaron a Emmett Till, un joven negro de 14 años.
Decenas de miles de personas presentaron sus respetos ante el cuerpo mutilado del joven Emmett Till. Su madre, Mamie Till-Mobley, insistió valientemente en que se expusiera en un ataúd abierto. Una foto de su cadáver mutilado se publicó en la revista Jet, lo que resultó en cobertura en la prensa nacional e internacional y nuevas protestas.
A lo largo de estos diez años, la gente se ha manifestado, ha desafiado las porras de la policía y los asesinatos por los fascistas, y ha cuestionado no sólo la encarcelación en masa y el terror policial dirigido a los negros y otros oprimidos, sino también la naturaleza fundamental de esta sociedad y lo que hay que hacer para cambiarla. Mire las fotos que acompañan esta reflexión y piense en lo que pasó.
Piense en la rebelión en Ferguson, Misuri en respuesta al asesinato policial de Michael Brown, la que se extendió por todo Estados Unidos durante un mes entero de protesta. Piense en Rise Up October / De Pie en Octubre, cuando 6.000 personas de todo el país, incluidas las familias de muchas víctimas del asesinato y brutalidad policial, se reunieron en una poderosa protesta en 2015. Piense en 2020, cuando toda la nación se convulsionó en protesta después de que salió en video el horripilante asesinato de George Floyd... y después de que se corriera la voz del linchamiento de Ahmaud Arbery en Georgia y de la ejecución “sin aviso” de Breonna Taylor en Louisville. A medida que las rebeliones y los levantamientos se volvían más poderosos y más amplios, a pesar de la salvaje represión y palizas policiales... a medida que la gente empezaba a levantar la cabeza y a preguntar “por qué” y a explorar cómo acabar con ello... este sistema fue sacudido de verdad.
Ferguson, Misuri, 2014. Foto: revcom
24 de octubre de 2015, Ciudad de Nueva York. Protesta De Pie en Octubre contra la brutalidad y asesinato policial. Foto: Deanna Gorzinski
De Pie en Octubre - 24 de octubre de 2015. V (antes Eve Ensler), Carl Dix, Cornel West, Quentin Tarantino y familiares de víctimas de asesinato policial. Foto: @TheRevcoms
Los Ángeles, junio de 2020. Entre el 26 de mayo de 2020, el día después del asesinato de George Floyd, y el 3 de julio de 2020, entre 15 y 26 millones de personas en Estados Unidos participaron en unas 4.700 protestas en unas 2.500 ciudades y pueblos, con más de medio millón que acudieron a 550 lugares sólo el 6 de junio.
No es simplemente “más de lo mismo”
Sin embargo, diez años después esta opresión sigue asfixiando a la sociedad y cobrando su saldo asesino. Pero no es simplemente “más de lo mismo”. Algo cambió también al otro lado de la línea divisoria. El abismo se hizo más grande... y el otro lado se endureció.
George Zimmerman se convirtió en un héroe fascista, un punto de encuentro para los supremacistas blancos decididos a “mantenerse firmes”, no sólo para mantener las instituciones supremacistas blancas, sino para pasar a una ofensiva reaccionaria contra todas las concesiones que se habían hecho en los 60 años anteriores a que Zimmerman asesinara a Trayvon. Donald Trump se convirtió en presidente. Las “milicias” armadas de la derecha —es decir, los golpeadores y asesinos fascistas— empezaron a salir en masa para intimidar, atacar y a veces matar a los manifestantes. Ahora se está volviendo ilegal incluso enseñar sobre la esclavitud, excepto para decir “bueno, ella ya no existe... y de todos modos no era tan mala”.
Y diez años después del asesinato de Trayvon Martin, casi el día mismo, testigos afirman que otro justiciero al otro lado del continente en Portland, Oregón mató a una manifestante que protestaba en contra del mismo sistema y sociedad supremacistas blancos que asesinaron a Trayvon Martin. Esta vez la víctima fue una mujer blanca de 60 años, Brandy “June” Knightly.
Estos fascistas pretenden devolver no sólo a los días de Emmett Till, sino aún antes; como Bob Avakian (BA) ha señalado incisivamente, hay una línea directa desde la Confederación (el Sur de Estados Unidos antes de la Guerra Civil) hasta los fascistas de hoy. Como Bob Avakian también ha escrito:
Pero, yendo más a fondo, ¿por qué es necesario este terror y asesinato para este sistema, a fin de asegurar su “orden” y su funcionamiento continuo? La respuesta es que, desde la fundación de Estados Unidos, la supremacía blanca ha sido vertida en los cimientos y ha sido integrada en las instituciones y el funcionamiento continuo de este sistema. Específicamente por lo que se refiere al pueblo negro, los siglos de opresión que ha sufrido —desde los días de la esclavitud hasta los días de la segregación del Jim Crow y del terror del Ku Klux Klan, hasta la actualidad, con la continua discriminación sistemática contra el pueblo negro, en todos los ámbitos de la sociedad (el empleo, la vivienda, la educación, la atención medica, y así sucesivamente)— pues, todo eso ha resultado en una situación en la que las masas de negros de hoy día, y en particular los jóvenes, han sido despojadas de los medios para llevar una vida digna, y eso ha mantenido a muchos negros en condiciones de desesperada pobreza y penurias. Una vez más, esto no se debe simplemente a que los que están en los asientos del poder y deciden la política del gobierno sean racistas (aunque esto es cierto para la mayoría de ellos). Se debe fundamentalmente a la naturaleza del propio sistema y los requisitos y dinámicas históricamente evolucionados de este sistema del capitalismo-imperialismo.
En ese artículo, BA desglosa cómo la supremacía blanca se entrelazó en el tejido del sistema y de toda la sociedad, y cómo esto se está manifestando cada vez más agudamente. El duro hecho sigue en vigor: a menos que este sistema asesino sea derrocado a través de una revolución real, con la participación de millones de personas de todas las nacionalidades, y hasta que el orden supremacista blanca de hoy sea reemplazado por una economía totalmente nueva, una estructura política totalmente nueva, y formas totalmente nuevas de relacionarse entre la gente, todo ello orientado a poner fin a toda la opresión y la explotación — pues esta locura de la supremacía blanca continuará, en formas cada vez más grotescas e incluso genocidas.
También hay algo más en juego. La división cada vez más aguda en la sociedad, y especialmente en la cima, sobre cómo manejar este y otros graves conflictos con los que se enfrenta este sistema —la opresión de las mujeres y la opresión de género en general, la destrucción del medio ambiente, la crisis mundial de la inmigración, por nombrar sólo algunos— es parte de la situación en que, como ha dicho Bob Avakian:
La crisis y las divisiones profundas en la sociedad únicamente podrán resolverse por medios radicales, de un tipo u otro — ya sea por medios radicalmente reaccionarios, asesinamente opresivos y destructivos o por medios revolucionarios radicalmente emancipadores.
Con todo eso, lo que se necesita con urgencia, lo que es posible —y por lo hay que trabajar de manera activa e incansable, para que de veras se dé un desenlace positivo en todo esto— es un alineamiento fundamentalmente diferente en Estados Unidos en su conjunto: una Repolarización la que favorezca, y active a las fuerzas necesarias para, una revolución — una revolución real para derrocar este sistema, y crear un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. (De ALGO TERRIBLE, O ALGO VERDADERAMENTE EMANCIPADOR: Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia. Una base necesaria, una hoja de ruta básica para esta revolución)
Este ES uno de esos momentos poco comunes cuando se puede hacer una revolución en un país como éste. La estrategia para hacer esa revolución —para organizar a millones de personas y enfrentar y derrotar a las fuerzas de represión y violencia que reprimen al pueblo— existe. La visión abarcador y el plan detallado para rehacer esa sociedad existen. La dirección para esa revolución existe, en Bob Avakian. Y la fuerza comprometida a seguir esa dirección y a liderar a otros para hacer esa revolución está aquí: los revcom.
Diez años después de la injusta y horrible muerte de Trayvon Martin: ¿qué hará USTED?