“Los fascistas de Trump y MAGA han aprovechado el asesinato de Charlie Kirk para poner aún más claro que no están obligados por la Constitución y los derechos básicos y que están decididos a pisotearlos — incluido el derecho crucial de la I Enmienda a la libertad de expresión y la protesta. Han declarado su intención de reprimir con saña a cualquier persona, y a cualquier grupo, que diga algo sobre el asesinato de Charlie Kirk que no sea de su agrado. Entre aquellos a los que han amenazado y puesto en la mira figuran muchas personas que dicen claramente que el asesinato de Kirk estuvo mal, pero también abordan las terribles palabras y acciones de Kirk como parte del fascismo de Trump y MAGA”.
Lo anterior es de un e-mensaje reciente del líder revolucionario Bob Avakian, REVOLUCIÓN #135: “¡Ahora los maniacos de MAGA proclaman abiertamente que son fascistas!”.
Esta ola de represión avanza a toda velocidad a pesar de que las autoridades de Utah (donde Kirk fue asesinado) han reconocido que el presunto pistolero parece haber actuado por su cuenta y que desconocen qué ideología lo motivó, si es que tuvo alguna.
Kirk fue un agitador y organizador fascista que desempeñó un papel importante en el desarrollo del movimiento MAGA (Hacer que Estados Unidos Vuelva a Tener Grandeza) en los campus universitarios. Kirk fue un defensor abierto del racismo y el sexismo brutos, y del fascismo cristiano, adiestrado en la satanización contra las personas transgénero, y Kirk cobró fama inicialmente por organizar la “Lista de Vigilancia contra Profesores”, en que alentaba a los estudiantes a denunciar a cualquier profesor que promoviera “ideas antiestadounidenses”. Sus supuestos vigorosos debates sobre la “libertad de expresión” incluían cosas como citar la Biblia y luego decirle alegremente a una persona transgénero: “Eres una abominación ante Dios”. (Véanse las citas acompañantes del propio Kirk que demuestran que era fascista).
Nada de eso justifica su asesinato, y como dijimos inmediatamente después de su muerte, su asesinato “no guarda ninguna relación con ningún cambio positivo, y ciertamente no guarda ninguna relación con ninguna transformación emancipadora de la sociedad, la que sólo puede llevarse a cabo por medio de una revolución, con la participación de millones de personas y con el objetivo de barrer con todo este sistema y sustituir sus relaciones e instituciones de explotación y opresión, y su pútrida cultura, por otras que sean liberadoras y edificantes”.
Pero casi inmediatamente después de la muerte de Kirk, Trump y otros altos líderes fascistas señalaron que habría que tratar la vida de Kirk como un modelo y que habría que tratar su muerte como un martirio sagrado que inspirara a otros a que se unieran a la causa fascista — se consideraba una “justificación” de la muerte de Kirk y quedaba estrictamente prohibido todo comentario en las redes sociales o en otros lugares que lo contradijera.
En el artículo acompañante [en inglés, próximamente en español] (“Del despido de Jimmy Kimmel a la embestida intensificada contra la libertad de expresión y el estado de derecho… ‘El fascismo no es una amenaza que se avecina. Lo tenemos encima pero ya’”), analizamos los ejemplos más significativos de eso durante la última semana. Al mismo tiempo, es importante comprender el alcance de lo que se ha desatado entre los secuaces de MAGA.
Los influenciadores de derecha y los funcionarios de la administración Trump han alentado activamente a la gente a recorrer el internet y denunciar a los que hacen comentarios negativos, con efectos devastadores en su vida. Según el New York Times, pusieron a un empleado del Servicio Secreto bajo licencia administrativa por decir en Facebook que Kirk había “desvariado odio y racismo en su programa”. Los líderes de los Departamentos de Educación en los estados de Florida y Oklahoma emitieron comunicados que amenazan con investigar y sancionar a los docentes que hicieran comentarios positivos sobre el asesinato, y despidieron o pusieron bajo licencia a algunos docentes en Texas e Iowa. Y nótese bien: para estos fanáticos de MAGA, los “comentarios positivos” pueden referirse a señalar la hipocresía en la forma en que el movimiento MAGA está utilizando este asesinato con fines políticos, como en el caso de Jimmy Kimmel, o incluso señalar algunas de las posiciones verdaderamente viles que propagó Kirk.
Otros medios de comunicación informaron sobre el despido de docenas de profesores y personal universitario. La Universidad de Clemson tomó medidas para perseguir a los profesores cuando congresistas republicanos los amenazaron con retirarles la financiación. En la Universidad Atlántica de Florida, pusieron bajo licencia a un profesor de historia del arte tras repostear comentarios críticos de parte de otras personas sobre la política de Kirk, incluidas sus posiciones extremadamente racistas y anti-LGBT sobre la raza y los derechos de las personas gay y transgénero.
Como señala una lideresa de PEN America: “Estos despidos repercuten más allá de los muros del campus, creando una cultura de miedo en toda la sociedad”.
Personas prominentes en la mira
Vídeo en inglés: De El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!: ¡A reincorporar a Jimmy Kimmel! ¡Que se largue Trump ya! ¡A todo vapor hacia el 5 de noviembre! + Bob Avakian sobre el Nuevo Comunismo
Como lo muestra la suspensión de Jimmy Kimmel, figuras reconocidas y respetadas del mundo de los medios y el entretenimiento tampoco estaban a salvo.
La cadena por cable MSNBC despidió sumariamente a Matthew Dowd, su analista político sénior, por afirmar que Kirk era una “figura divisiva”, quien “constantemente medio promovía este tipo de discurso de odio o que estaba medio dirigido a ciertos grupos… Las ideas de odio conducen a palabras de odio, que a su vez conducen a acciones de odio. No es posible quedarse con este tipo de ideas horribles que se expresan y luego decir esas palabras horribles y luego esperar que no ocurran acciones horribles”.
Karen Attiah, directora y la única columnista de opinión negra a tiempo completo del Washington Post, posteó en Bluesky expresándose su “tristeza y temor por Estados Unidos”, y diciendo que “Parte de lo que mantiene a Estados Unidos con tanta violencia es la insistencia en que las personas muestren compasión, bondad vacía y absolución para los hombres blancos que promueven el odio y la violencia”. El Washington Post la despidió de inmediato, alegando que estos posteos constituían “mala conducta agravada” y “potencialmente ponían en peligro la seguridad física de nuestro personal”. (En otras palabras, si cualquier individuo del personal denuncia la verdadera violencia de los fascistas, todos los miembros del personal corren el riesgo de sufrir represalias violentas. Así que… ¡cállense al respecto!).
La actriz Amanda Seyfried fue duramente criticada por decir que Kirk era “odioso” y por compartir un posteo que decía: “No puedes invitar a la violencia a la mesa de cenar y luego sorprenderte cuando empieza a comer”.
Preparando un gran ataque contra organizaciones liberales y de izquierda
Además de lo que analizamos y describimos en “El fascismo no es una amenaza que se avecina…”, otros políticos fascistas también han entrado en acción. El House Freedom Caucus (una agrupación fascista empedernida en el Congreso) publicó una carta, firmada por 23 congresistas, que vincula en una sola gran conspiración a George Soros (un adinerado partidario de causas demócratas y liberales), el Southern Poverty Law Center (SPLC), asesinatos presuntamente cometidos por personas sin hogar con enfermedades mentales, grupos de derechos de los inmigrantes, Antifa, y luego incluye a todas “las ONG, donantes, medios de comunicación, funcionarios públicos y todas las entidades que impulsan este ataque coordinado” lo que supuestamente condujo a la muerte de Kirk y a “innumerables otros” actos de violencia. Al examinar el panorama que había presentado, la carta resumía:
Ya no podemos fingir estar unidos por ideales compartidos cuando un grupo virulento y bien financiado de nuestros compatriotas estadounidenses e intereses extranjeros está en guerra con los valores mismos de la fe en Dios, la fidelidad a nuestra Constitución y el respeto por los principios de la libertad y la Civilización Occidental que nos definen como estadounidenses.
Piensen en las implicaciones de eso: estas son el tipo de palabras que se pronuncian en vísperas de una guerra civil, o al menos en vísperas de una muy amplia racha de represión.
Además, Trump anunció su intención de firmar una orden ejecutiva que etiquetará a Antifa como “una organización terrorista importante”. “Antifa” no es una organización, sino un término que se utiliza para describir a los que adoptan posturas “antifascistas”, y participan en protestas antifascistas. El hecho de que Trump esté usando esta jerga tan general podría significar que perseguirá a cualquiera, ¡desde anarquistas, grupos que denuncian específicamente al fascismo hasta demócratas progresistas! También es importante señalar que Trump etiquetó erróneamente una protesta de Código Rosa en su contra como “Antifa”... y los amenazó con un procesamiento bajo la ley RICO.
Lo que esto significa bajo la legislación formal de Estados Unidos es en extremo poco claro: no existe ningún mecanismo para etiquetar a una organización nacional, y mucho menos a una postura política amplia sin coherencia organizativa, como “terrorista”. Pero en esencia Trump obra sin ley, y en la práctica hemos visto que él cree que una vez que a un grupo se le declara “terrorista”, él puede hacer lo que le dé la gana contra sus miembros o simpatizantes, reales o presuntos. Consideremos que en cuatro ocasiones este mes, aeronaves estadounidenses dispararon contra embarcaciones venezolanas en aguas internacionales, y mataron a 17 personas, con la única justificación (sin ninguna evidencia) de que estaban tripuladas por “narcoterroristas”. Por lo tanto, etiquetar a sus oponentes nacionales como “terroristas” es una medida muy pero muy grave.
Este régimen fascista es ilegítimo, y hay que expulsarlo del poder.
Primero, es extremadamente importante que la gente decente se ponga de pie contra estos ataques. Danaka Katovich, la coordinadora nacional de Código Rosa (uno de los grupos que están en la mira), lo expresó con claridad: “Se trata de un momento muy crítico para que otras organizaciones se solidaricen, con una solidaridad clara y contundente, con las organizaciones que enfrentan la represión. Ya no es hora de pleitearse tanto en torno a pequeños desacuerdos. Si nos persiguen a uno de nosotros, nos perseguirán a todos”.
Segundo, es más evidente que nunca que este régimen está empeñado (y muy cerca) en consolidar a martillazos un régimen fascista que se caracterizará por horrores inimaginables, y que no permitirá que se arraigue el disentimiento, y mucho menos la resistencia. SE TIENE que derrotar esto; SE TIENE que expulsar del poder al régimen.
Y esto subraya la extrema urgencia del Llamamiento de RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo), abierto a todos, “Ha llegado la hora de… LA CAÍDA del RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP, A partir del miércoles 5 de noviembre de 2025, Washington, D.C.”:
La única esperanza para la humanidad es que se pongan de pie millones de las personas decentes de Estados Unidos. No podemos esperar para unas elecciones amañadas en el futuro. Tenemos que expulsar del poder al Régimen Fascista de Trump.
A partir del 5 de noviembre, el aniversario del triunfo electoral de Trump, inundemos a Washington, D.C. con protestas no violentas. Rodeemos la Casa Blanca. Rodeemos el Capitolio. Rodeemos la ilegítima Corte Suprema llena de fascistas. Regresemos una y otra vez. Por todo el país, neguémonos a obedecer. Todas las personas de conciencia, millones de nosotros juntos, paremos en seco la máquina del régimen fascista.
No nos detengamos hasta que Trump sea sacado.