En la década de 1960, el líder revolucionario negro Malcolm X planteó el lema “Por todos los medios necesarios” como un llamado a la lucha por la liberación del pueblo negro en Estados Unidos.
Hace poco, en las protestas en apoyo a la lucha palestina y contra los ataques genocidas contra Gaza, algunas personas han lanzado la consigna “resistencia por todos los medios necesarios”. Muchos de aquellos que lo hacen sostienen que se justifican todas y cada una de las formas de resistencia a la ocupación sionista y la opresión de los palestinos, incluido elogiar y aplaudir lo que las fuerzas de Hamas hicieron contra Israel el 7 de octubre. Hamas es la organización islamista reaccionaria que controla la franja de Gaza en esa región de Palestina. Hamas lanzó un brutal ataque en múltiples frentes contra Israel que cobró cientos de vidas, en su mayoría ataques intencionales contra no combatientes, y tomó rehenes. No se debe defender ni justificar estas acciones.
Las personas que lo hacen tergiversan lo que Malcolm realmente sostenía a mediados de los años 1960, sacándolo totalmente de contexto. Cuando Malcolm X planteó y popularizó el lema “Por todos los medios necesarios”, lo hizo en relación con la lucha contra la opresión sistémica del pueblo negro en Estados Unidos en la década de 1960. En un discurso que pronunció en 1964 declaró: “Por todos los medios necesarios. Ese es nuestro lema. Queremos libertad por todos los medios necesarios. Queremos justicia por todos los medios necesarios. Queremos igualdad por todos los medios necesarios”. (De un discurso ante la Organización de la Unidad Afroamericana, 1964.) Pero lo que Malcolm X sostenía en aquel momento era muy diferente a lo que hoy se sostiene y justifica para apoyar a Hamas. Él lo hizo en el contexto en que se insistía en la no violencia como un “principio sagrado”, particularmente en lo que respecta a la lucha del pueblo negro. Fue, en gran parte, una polémica contra la posición de Martin Luther King, de que la lucha del pueblo negro debía ser no violenta.
Malcolm X insistió, en un discurso que pronunció en Detroit el 13 de febrero de 1965: “Así que, sólo nos referimos a acciones vigorosas en defensa propia, y esas acciones vigorosas que sentimos que estamos justificados en iniciar por todos los medios necesarios. Ahora la prensa, tras escuchar algo así, nos llama racistas y que somos gente que es ‘violenta a la inversa’. Así joden psicológicamente con tu mente. Te hacen pensar que si intentas impedir que el Ku Klux Klan te linche, estás practicando la ‘violencia a la inversa’”. (citado en Blackpast.org) “Por todos los medios necesarios” fue muy importante para trazar una línea de que los oprimidos tienen derecho a defenderse de la opresión y a elegir los medios para lograrlo.
Ciertamente la intención de Malcolm no era de defender o justificar la matanza de niños, agresiones contra civiles u otras atrocidades. Fue una declaración firme de que, en su lucha por la liberación, el pueblo negro no podía estar, ni estaría, limitado a los términos establecidos por los de arriba, ni por nadie que intentara confinar esa lucha dentro de los límites de lo que era “aceptable” bajo este sistema. A esta luz y en este sentido, la gente definitivamente debería defender como justa esta declaración de Malcolm X. Pero lo que se está defendiendo en relación con las acciones de Hamas del 7 de octubre, y la justificación de éstas bajo el lema de “Resistencia por todos los medios necesarios”, no es algo que se debe defender. Va en contra de los intereses del pueblo por una auténtica liberación, en Palestina y en todas partes donde la gente necesita luchar contra la opresión.
La verdadera emancipación no se obtendrá mediante la venganza o cambiando las relaciones de poder, de modo que los últimos sean los primeros y los primeros los últimos. Bob Avakian ha criticado al concepto de que “el fin justifica los medios”, donde la gente argumenta que “estamos trabajando por un objetivo final liberador, por lo que se justifica cualquier cosa que hagamos en nombre de ese objetivo”. Este enfoque nocivo ha llevado a la gente a luchar en sentidos que sólo han terminado por reforzar el sistema del imperialismo que es responsable de la explotación y la opresión contra la que lucha la gente. Y rechazar ese enfoque es una de las cosas más importantes que tiene de nuevo el nuevo comunismo que Bob Avakian ha desarrollado. Él ha insistido en que hace falta que el movimiento revolucionario por la emancipación humana cuente con una dirección para luchar en sentidos que sean consecuentes —y estén en concordancia— con el objetivo de una sociedad comunista.
Él dijo lo siguiente al respecto, en Lo BAsico 5:24:
En última instancia, como lo expresó una vez Engels, el proletariado tiene que conquistar su emancipación en el campo de batalla. Pero no solo se trata de ganar en este sentido sino de cómo ganaremos en el sentido global. Una de las maneras significativas aunque quizás sutil y a veces poco notada, en que el enemigo, hasta derrotado, pretende tomar represalias contra la revolución y sembrar las semillas de su futura destrucción, consiste en lo que obligaría a los revolucionarios a convertirse para así derrotarlo. La cosa se desenvolverá así: tendremos que confrontarlo en las trincheras y derrotarlo en medio de una horripilante destrucción; pero en el proceso no debemos borrar la diferencia fundamental entre el enemigo y nosotros. Aquí es ilustrativo el ejemplo de Marx: vez tras vez él luchó enconadamente contra los ideólogos y apologistas de la burguesía pero nunca luchó rebajándose al nivel que ellos lo hacían ni desde su óptica; con Marx, el método es tan estimulante como es de inspiradora la meta. Debemos tener la capacidad de mantener nuestra firmeza de principios pero al mismo tiempo nuestra flexibilidad, nuestro materialismo y nuestra dialéctica, nuestro realismo y nuestro romanticismo, nuestra solemne claridad de metas y nuestro sentido del humor.