La Cámara de Representantes vota para censurar a la representante Rashida Tlaib, demócrata de Michigan, por hablar sobre la guerra entre Israel y Hamas, 7 de noviembre de 2023. Foto: AP
Tanto la Cámara de Representantes como el Senado han aprobado resoluciones casi unánimes condenando las protestas antiisraelíes como antisemitismo. El martes 7 de noviembre, la Cámara votó a favor de censurar a Rashida Tlaib, la única palestina estadounidense en el Congreso, a la que se unieron para amontonarse sobre ella 22 demócratas. La resolución distorsiona tremendamente la posición de Tlaib alegando que su posición defiende: “violaciones, asesinatos, decapitaciones y secuestros brutales, incluidos los de estadounidenses, por parte de Hamás”…
Tlaib respondió: “Es una pena que mis colegas estén más centrados en silenciarme que en salvar vidas, mientras que el número de muertos en Gaza supera los 10.000. Muchos de ellos me han demostrado que las vidas palestinas simplemente no les importan”... Y agregó que ella ha “denunciado repetidamente los horribles ataques y asesinatos de civiles por parte de Hamas y el gobierno israelí, y ha “lamentado las vidas perdidas israelíes y palestinas”.
De hecho, la declaración de la Cámara que censura a Tlaib llega rápidamente al verdadero problema en su segundo párrafo, que dice: “Israel es un aliado fundamental para el pueblo estadounidense y para nuestros intereses estratégicos de seguridad nacional en Medio Oriente”. [Énfasis añadido] Irónicamente, podríamos agradecer a estos censores y represores por ser tan brutalmente honestos en el motivo subyacente de su ataque a Tlaib. Lo que deben entender todos los que argumentan desde el punto de vista de los “intereses estadounidenses” —incluidos aquellos que tienen buenas intenciones— es el siguiente principio de Bob Avakian:
Los intereses, objetivos y grandes planes de los imperialistas no corresponden a nuestros intereses — no corresponden a los intereses de la gran mayoría de la población en Estados Unidos ni de la abrumadora mayoría de la humanidad. Hay que entender las dificultades en que se han metido los imperialistas en aras de sus intereses, y hay que responder a ellas, pero no desde su punto de vista y sus intereses sino desde el punto de vista de la gran mayoría de la humanidad y de la necesidad básica y urgente de un mundo diferente y mejor, de otro camino.
Lo BAsico 3:8