14 de agosto de 2023. Hace solo unos días, vi un titular que anunciaba que el músico conocido como Rodríguez había muerto a la edad de 81 años, y me impactó bastante. No había estado pensando mucho en Rodríguez últimamente, pero la increíble historia de su vida y su música tiene algo que se ha quedado conmigo durante más de una década.
¿Quién era Rodríguez? Me enteré de él, al igual que millones de personas más, cuando en 2013 se nominó un documental sobre él para los premios Oscar. Y esa película, Buscando a Sugar Man, ganó el galardón como mejor documental ese año. Es la historia increíble de un joven cantautor chicano llamado Sixto Rodríguez, de Detroit, que tenía un gran talento y originalidad, pero cuya música durante décadas era muy poco conocida en los Estados Unidos. Sin embargo, sin que él ni sus productores lo supieran, se convirtió en uno de los artistas más conocidos y queridos en Sudáfrica, improbablemente, en las décadas de los 1970 y 1980. Creo que todos querrían ver esta película. Está disponible en diferentes plataformas por un precio mínimo (con subtítulos en español).
La historia que se desarrolla en Buscando Sugar Man es de dos hombres en Sudáfrica que tenían curiosidad sobre quién había sido este muy famoso músico y “cómo había muerto”, ya que todos en Sudáfrica creían que se había suicidado de manera dramática, gracias a fantásticos rumores a ese efecto. Su búsqueda los llevó al muy vivo Sixto Rodríguez, que trabajaba de jornalero en Detroit para mantenerse a sí mismo y a su familia. Cuando lograron comunicarse con él, se enteraron de que Rodríguez no tenía ni idea de que era “más famoso que Elvis” entre los jóvenes blancos afrikáneres en Sudáfrica. Habían pasado décadas y él había tenido que abandonar sus aspiraciones a músico en gran medida y seguir adelante con la vida, haciendo trabajos manuales y asumiendo un papel activo en la política local de Detroit. Afortunadamente, como resultado de la película y la publicidad que supuso para Rodríguez y esta increíble historia, sus canciones por fin obtuvieron un público en Estados Unidos y otros lugares alrededor del mundo. Pudo hacer una gira y actuar en escenarios más grandes, y ganar reconocimiento por ser el increíble artista y persona que era. (Puedes escuchar sus canciones y ver algunas de sus actuaciones en YouTube.)
Pero lo que más me intrigó de esta historia fue cómo y por qué se convirtió en un ídolo y punto de referencia cultural para varias generaciones de sudafricanos blancos. Esto cobra vida en la película, donde se ven miles de personas que acudieron con increíble pasión a ver a su héroe, cuando en 1998 se anunció una gira en vivo por primera vez en Sudáfrica (ver un clip de la película que muestra esto).
En la película se conoce la situación en Sudáfrica en aquellos años, donde se afianzó el sistema conocido como el apartheid, el cruel gobierno de la minoría supremacista blanca sobre los africanos negros. Pero ha sido bastante extraordinario enterarse de que había todo un sector de jóvenes blancos en ese país que se sentía intensamente oprimido por ese sistema represivo. Se les impidió expresar su oposición al gobierno y al apartheid bajo la amenaza del encarcelamiento. Los restringía una moral religiosa puritana conservadora, y estaban aislados de gran parte del mundo. De alguna manera, la música y letras de Rodríguez que descubrieron se conectaron profundamente con la escena juvenil de la época en ese país. Era radical y provenía de “lo clandestino”, prohibido en los medios oficiales, donde no se tocaba, y no obstante esta música cobró una vida propia entre estos jóvenes sudafricanos blancos. Les dio el valor “y el permiso” para rebelarse y desafiar al statu quo.
Una persona lo expresó de esta manera: “Para muchos de nosotros los sudafricanos, él era la banda sonora de nuestra vida. El mensaje que tenía era: sé anti-establecimiento. Una canción se titula ‘The Anti-Establishment Blues [This Is Not a Song, It’s an Outburst: Or, the Establishment Blues]’ (‘Los blues anti-establecimiento [Esto no es una canción, es un estallido: O, los blues del establecimiento]’) No conocíamos la palabra ‘anti-establecimiento’ hasta que apareciera en una canción de Rodríguez, y luego descubrimos que está bien protestar contra tu sociedad, enojarte con tu sociedad”.
Esta historia me ha conmovido profundamente, y me ha llevado a reflexionar sobre los caminos disparejos del cambio social, y las diferentes formas en que las ideas radicalmente diferentes pueden aumentarse por medio de diferentes tipos de expresión cultural, especialmente en situaciones y tiempos de gran tumulto y conflicto.
Así que, ¡hay que verla!