Mumia Abu-Jamal, un prisionero político en Estados Unidos conocido en todo el mundo, fue condenado injustamente por el asesinato del policía de Filadelfia Daniel Faulkner en 1982. Mumia siempre ha sostenido su inocencia y durante décadas ha presentado muchas apelaciones ante los tribunales. Al menos cinco fueron rechazadas y Mumia lleva 42 años en prisión.
El 26 de octubre se celebró una audiencia para la última apelación de Mumia, que argumenta que hubo parcialidad del jurado y evidencia suprimida en su juicio. La jueza Lucretia Clemons de la Corte de Primera Instancia desestimó la apelación.
Mumia, ex Pantera Negra y periodista radical, ahora tiene 67 años y ha luchado durante mucho tiempo contra enfermedades cardíacas graves y otros problemas de salud. En 2011, lo sacaron del pabellón de la muerte, pero desde entonces ha estado recluido bajo pena perpetua sin derecho a libertad condicional.
Abu-Jamal fue condenado por el asesinato de Faulkner que ocurrió el 9 de diciembre de 1981 en Filadelfia. Ese día, el hermano menor de Mumia, William Cook, fue detenido en su automóvil por Faulkner. Mumia trabajaba de taxista y, coincidentemente pasaba por el lugar de los hechos en ese momento y acudió en ayudar a su hermano. En un presunto tiroteo, Faulkner fue baleado y resultó muerto y Mumia recibió un disparo en el estómago. El juicio de Mumia en 1982 lo declaró culpable de matar a Faulkner y lo condenaron a muerte. La evidencia de un juicio injusto generó consternación en todo el mundo y, en 2000, Amnistía Internacional investigó el caso. Sin pronunciarse sobre si Mumia era culpable o inocente, Amnistía Internacional concluyó que “numerosos aspectos de este caso claramente no cumplieron con los estándares internacionales mínimos”.
La apelación actual se basa en nueva evidencia. El fiscal de distrito de Filadelfia, Larry Krasner, descubrió seis cajas de registros relacionados con el caso en el almacén de una oficina, que fueron entregados a los tribunales en diciembre de 2019 durante una apelación anterior en el caso de Mumia. Las indicaciones en las cajas señalan que las seis cajas son parte de 32 cajas — se desconoce el paradero de las otras 26 cajas.
La petición de la defensa de Abu-Jamal incluye algunas de las pruebas recientemente descubiertas que documentan que testigos clave de la fiscalía recibieron promesas de dinero a cambio de su testimonio y evidencia de trato favorable en casos penales pendientes.
Un documento recientemente descubierto es una carta escrita a mano enviada por el testigo estrella del estado en el juicio, Robert Chobert, al fiscal, Joseph McGill, que dice: “Te he estado llamando para averiguar sobre el dinero que se me debe… ¿Necesitas que yo firme algo? ¿Cuánto tiempo llevará obtenerlo?” Chobert fue uno de los únicos dos testigos en el juicio que afirmaron haber visto a Mumia dispararle a Faulkner — ninguna otra evidencia vinculó directamente a Mumia con el asesinato.
Los abogados de Mumia argumentan que esta carta indica que Chobert “entendía que había algún acuerdo o entendimiento previo entre él y la fiscalía, de modo que la fiscalía le ‘debía’ dinero a cambio de su testimonio”.
La petición también documenta la práctica flagrantemente inconstitucional de tachar del jurado a los potenciales negros durante el juicio original de Mumia. Además del juez Sabo, quien presidió el juicio de Mumia (y a quien una estenógrafa le escuchó decir: “Voy a ayudarlos a freír al nigger”), el asistente del fiscal de distrito de Filadelfia, Jack McMahon, dijo en un vídeo de capacitación de 1986 que conseguir “un jurado competente, justo e imparcial… Bueno, eso es ridículo… No quieres a gente inteligente. Pero si has decidido aceptar a negros, querrás negros mayores”. Este video de capacitación se filmó después del juicio de Mumia, pero documenta la práctica habitual de los fiscales de distrito.
La nueva evidencia muestra que McGill tachó a los potenciales jurados negros a una tasa del 71%, la que es significativamente más alta que la tasa de tachar a potenciales jurados blancos. Las razones de McGill por aceptar a algunos jurados blancos y no aceptar a jurados no blancos estaban en sus apuntes. Pero el juez Clemons desestimó la alegación de tachar a potenciales jurados negros por motivos de procedimiento y lo hizo sin siquiera abordar la validez de la petición.
El juez Clemons también desestimó los registros de McGill que rastrearon y monitorearon extensamente a otra testiga clave de la fiscalía, Cynthia White, de la cual los fiscales —después de que ella diera su testimonio en el caso de Mumia— desestimaron TODOS los casos penales de ella, lo que indica que White tal vez diera testimonio (favorable a la fiscalía) a cambio de conseguir que se retiraran cargos en su contra.
Esta nueva evidencia sobre el juicio racista contra Mumia suscitó llamados a reexaminar su condena. Y se presentó una petición por un nuevo juicio. La denegación de este recurso añade otro capítulo a la persecución completamente injusta contra Mumia Abu-Jamal.
Para obtener detalles sobre los argumentos de las apelaciones en torno a la naturaleza racista del juicio y la supresión de evidencia, consulte: “Ex-Black Panther asks for fresh trial amid new evidence”, The Guardian, 26 de octubre de 2022.
Para ver los antecedentes sobre las acusaciones falsas montadas contra Mumia Abu-Jamal, consulte: “El complot contra Mumia Abu-Jamal: Nuevo testigo vincula la condena de Mumia a escándalo de corrupción policial” en revcom.us.