Mientras las bombas, tanques y buldóceres de Israel redujeron gran parte del norte de Gaza a ruinas inhabitables, el ejército israelí afirmó que Rafah, en el extremo sur de Gaza, en la frontera con Egipto, sería una “zona segura”. Ahora, más de la mitad de la población de Gaza, unos 1,5 millones de personas, se han concentrado en esta ciudad. Intentan sobrevivir, viviendo uno al lado del otro en tiendas de campaña improvisadas, sin acceso a baños, agua, alimentos o servicios sanitarios básicos.
Se avecina algo mucho peor, por inimaginable que eso parezca. El Primer Ministro de Israel, Netan-NAZI (alias Benjamín Netanyahu), ha amenazado con una invasión a Rafah de las tropas israelíes, incluso si hay un alto el fuego. Cualquier forma de invasión israelí de Rafah llevaría a una nueva nivel extrema la catastrófica situación actual para el pueblo de Gaza.
El nivel de muerte y terror en Rafah se intensificó el 2 de marzo con dos ataques israelíes.
El primero fue un ataque con aviones no tripulados israelíes frente al hospital de maternidad Emiratí en Rafah, que mató al menos a 11 personas e hirió a decenas, incluidos niños.
Este es el hospital ¡donde tiene lugar la mitad de los nacimientos en Gaza!. Los trabajadores humanitarios calificaron el ataque como un riesgo aterrador para las mujeres embarazadas, los bebés recién nacidos y los heroicos trabajadores de la salud que intentan cuidarlos. Las mujeres embarazadas en Gaza se enfrentan a tasas extremas de abortos espontáneos. Médicos Sin Fronteras, que proporciona personal médico al hospital, dijo que el ataque empeoraría aún más la situación, ya que impediría que las mujeres embarazadas buscaran atención.
El ejército israelí describió la masacre, que sacudió la entrada del hospital, como un “golpe de precisión” contra los “terroristas de la Yihad Islámica”. Cuando se les preguntó si esos “terroristas” incluían a los niños heridos en el llamado “ataque de precisión”, los funcionarios israelíes se negaron a hacer comentarios.
Horas más tarde, Israel bombardeó un edificio residencial en Rafah, matando al menos a 14 palestinos y enterrando a muchos otros bajo los escombros. Al menos seis niños murieron y decenas más resultaron heridos. Estos y otros ataques elevaron el número de palestinos asesinados por Israel en Gaza hasta al menos 30.320.
Y el pueblo palestino que se refugia en Gaza vive y respira bajo la amenaza de cosas mucho peores.