Ahora mismo, la Cámara de Representantes está celebrando audiencias para investigar el fallido golpe de estado fascista violento del 6 de enero, organizado y fomentado directamente por Donald Trump. Mientras se llevan a cabo otras investigaciones, este comité es el único organismo que tiene el poder de citar —es decir, obligar legalmente— a las personas que participaron en el intento de golpe de estado para que testifiquen sobre lo que sabían y quién más estuvo involucrado.
La semana pasada el comité emitió citaciones a varios asociados cercanos a Trump, entre ellos a Steve Bannon, un prominente supremacista blanco y propagandista y organizador fascista internacional. Trump instó rápidamente a todos a rechazar las citaciones y el viernes 8 de octubre Bannon lo hizo.
Ese mismo día estalló la polémica sobre si los demócratas estaban tratando seriamente de llegar al fondo de las cosas, o si sólo estaban llevando a cabo las formalidades técnicas. Y esto se centró en torno a si iban a utilizar el poder que tienen para obligar a Bannon y a otros altos colaboradores de Trump a comparecer ante el Congreso para responder a las preguntas con amenazas de mandarlos a la cárcel1.
Esa noche, un “asesor” demócrata negro, Don Calloway, acudió al programa de Brian Williams en la MSNBC para defender a los demócratas. Calloway estaba discutiendo esto con Michael Steele, un republicano negro anti-Trump, y estaba evadiendo el tema de todo tipo de maneras — incluso invocaba un montón de “necedades concienciadas” sobre “ofenderse” que alguien supuestamente estaba haciendo que el presidente negro del comité de investigación, el representante Bennie Thompson, “pareciera débil”.
Finalmente, Steele le preguntó directamente si los demócratas iban a utilizar su autoridad para hacer que Bannon compareciera. Y Calloway de plano dijo sin rodeos:
Vídeo en inglés.
Sí, pero también estamos tratando de ganar elecciones. También estamos tratando de atraer a un votante blanco intermedio y cómo se parecería si yo arrastrara a un grupo de blancos al escenario y los obligara a presentarse en fila como supuestos criminales, sacándolos de sus clubs de golf.
Piénselo. “Estamos tratando de ganar elecciones” — así que ¿a quién le importa detener el fascismo? “Estamos tratando de ganar elecciones” — así que no se atreva a irritar a los racistas allá en la sociedad arrestando a “un grupo de blancos” — “un grupo de blancos” que por casualidad son parte de un proyecto genocidamente racista que ahora mismo está privando de derechos de votar a los negros en lugares como Texas, Georgia, Pensilvania y otros grandes estados. ¡¡“Un grupo de blancos” que fueron parte de instigar un violento golpe de estado fascista!! Que no debamos ofenderlos a ellos ahora, ¿verdad?
Esta es una asquerosa falta de principios, pero existe una lógica detrás de ella que muchos demócratas de alto nivel más allá de este pelele comparten y con la que de hecho están liderando. Los demócratas están “jugando según las reglas”, tratando de salvaguardar las normas — mientras que los fascistas han continuado yendo a la ofensiva desde el 6 de enero, triturando progresivamente esas normas, endureciendo su núcleo y fortaleciendo su posición de muchas maneras, a pesar de haber perdido las elecciones y a pesar del malestar inicial que algunos líderes republicanos expresaron en relación a Trump. Independientemente de lo que los demócratas terminen por hacer o no hacer en torno a Bannon, todo este intercambio recalca la importante y profunda verdad del folleto críticamente importante de Bob Avakian Este es un momento poco común en que la revolución se vuelve posible — Por qué es así, y cómo aprovechar esta oportunidad poco común:
En lugar de ser una cola del burro demócrata —con sus esfuerzos por mantener en marcha este sistema monstruoso, y lidiar con el creciente peligro fascista, apoyándose en los “procedimientos normales” de este sistema y los fútiles esfuerzos por “curar las divisiones” que se están profundizando día a día—, es necesario que las personas trabajen para la revolución que se necesita con urgencia, y lidien con el peligro fascista como parte de hacer eso.