En los días previos a las elecciones del 1º de marzo en Irán, en las que los teócratas gobernantes desesperadamente intentaron estimular la participación de los votantes, el régimen tomó varias medidas vengativas contra los prisioneros políticos. Negaron a Narges Mohammadi, premio Nobel de 2023, la solicitud de asistir al funeral de su padre, lo que suscitó protestas en la prisión Evin e indignación en la sociedad. Y de repente revocaron a Nahid Taghavi la licencia médica con la que contaba y la devolvieron a prisión.
El 29 de febrero, prisioneras políticas organizaron un plantón de protesta, según un informe del periódico Akhbar Rooz1. Descrito en las redes sociales de Golrokh Iraee, encarcelada junto con Narges Mohammadi en el pabellón de mujeres de los prisioneros políticos, las prisioneras “fortalecieron” el pabellón y cantaron himnos de protesta para exigir que la prisión concediera permiso a Narges para asistir al funeral de su padre que se celebró ese mismo día2.
[En paro] en el pabellón de mujeres de la prisión Evin cantaron el himno [“Sangre del tulipán púrpura”] en protesta contra la negativa a permitir que Narges Mohammadi estuviera presente en el funeral de su padre...
Narges Mohammadi no ha podido comunicarse con su familia por teléfono desde el 29 de noviembre [de 2023].
El derecho humano y legal más básico de todos los presos es poder estar con sus familiares y otros parientes para soportar tal pérdida.
Karim Mohammadi, el padre de Narges Mohammadi, murió el [27 de febrero] sin siquiera escuchar la voz de su hija durante 3 meses y sin verla durante 22 meses.
Sesenta mujeres en Evin firmaron una declaración de condolencia y apoyo en la que señalaron que “el Sr. Karim Mohammadi, un hombre de honor, pasó sus últimos años mientras su hija, Narges, soportaba años de separación de sus hijos en prisiones gubernamentales. A pesar de no haber visto nunca a Narges y de haber sido privado de su voz en sus últimos meses, él la animó constantemente a oponerse a la injusticia. El 25 de febrero de 2024, a los noventa y dos años, se unió a la huelga de hambre en la prisión Evin en protesta por la ejecución de jóvenes”.
Ordenaron que Nahid Taghavi regresara a Evin
Mariam Claren, hija de la prisionera política Nahid Taghavi, anunció por las redes sociales y entrevistas de prensa el 29 de febrero:
Al azar y sin ningún motivo aparente, obligaron a mi madre Nahid Taghavi, de 69 años de edad, a regresar anoche a la prisión Evin.
Por motivos de salud, fue liberada el 9 de enero con una tobillera electrónica. Durante este tiempo casi no fue posible recibir la atención médica necesaria, ya que su libertad de movimiento estaba limitada a 1.000 metros de su apartamento. Además, en las últimas semanas había desarrollado una dolorosa enfermedad ocular, la que los médicos deben monitorear estrictamente. Nahid Taghavi sufre fuertes dolores articulares, hernias discales, hipertensión y diabetes.
La República Islámica de Irán y su sistema judicial son responsables de todo lo que le sucede a mi madre.
Mariam Claren termina con este llamamiento urgente, del que nos hacemos eco de todo corazón:
Pido a todas las personas amantes de la libertad que sean la voz de mi madre y de todos los prisioneros políticos.
#FreeNahid [Libertad para Nahid] #cuttherope [Corten la cuerda]