En los últimos diez días, una valiente ola de lucha contra el genocidio patrocinado por Estados Unidos en Gaza ha comenzado a arrasar las universidades de Estados Unidos. Los estudiantes han establecido campamentos de protesta en docenas de universidades, han desafiado más de 700 arrestos y una brutalidad significativa, y han continuado de responder con más energía. Se puede captar una idea de esto en los informes que hemos recopilado en el artículo adjunto.
Los estudiantes enfrentan no sólo la represión de los administradores en diferentes escuelas, sino la presión de fascistas de alto perfil como el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (el máximo funcionario del Congreso) que pidió que se desplegara la Guardia Nacional contra estos estudiantes. Y durante el fin de semana, las amenazas directas de golpeadores sionistas y fascistas han entrado en el asunto. Los campamentos se han mantenido firmes, pero necesitan el apoyo de otras universidades y escuelas secundarias, y de todos los sectores de la sociedad. Y en todo esto, es necesario que haya una conversación y un debate vigorosos sobre por qué está sucediendo esto y qué se debe hacer para abordarlo.
Los estudiantes son una parte fundamental de la sociedad. Cuando comienzan en grandes cantidades a cuestionar, sacar a la luz y oponerse apasionadamente a cosas que ponen en duda lo que la gente da por sentado, pueden provocar debate y cambio de opinión en toda la sociedad, como ya ha comenzado a ocurrir. Y cuando actúan audazmente por una causa justa, especialmente contra su propio gobierno, sacuden e inspiran a millones de otras personas. Los propios campus se convierten en focos de debate y lucha, con masas de estudiantes preguntando “por qué”. Esto se puede ver en las cartas de esta semana enviadas desde Nueva York, Boston y Los Ángeles.
Al mismo tiempo, la represión es muy feroz: doxean a la gente (revelan su información privada), le niegan trabajo, la calumnian y, en las últimas dos semanas la arrestan, suspenden, amenazan físicamente, expulsan y golpean. La represión está destinada a aplastar todas las protestas y todo cuestionamiento... pero si la gente regresa más fuerte, la sociedad en general comienza a prestar atención, elegir bando y cambiar de opinión. Y hemos visto esto durante los últimos diez días.
¿Por qué el hecho de que los estudiantes levanten la cabeza es tan amenazador para los gobernantes de este sistema? El líder revolucionario Bob Avakian habla de esto en “La lucha por la libertad de expresión, como parte crucial de luchar por poner fin a terribles injusticias y atrocidades — y al sistema que es la fuente de estos ultrajes”:
Debido a que están en juego los intereses fundamentales del capitalismo-imperialismo estadounidense. Debido a que Israel desempeña un “papel especial” de bastión de apoyo fuertemente armado para el imperialismo estadounidense en una parte estratégicamente importante del mundo (el “Medio Oriente”). Además, Israel ha constituido una fuerza clave en la perpetración de atrocidades, algo que ha contribuido a mantener el dominio opresivo del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo.
Además, esta represión está ocurriendo debido a que los representantes de la clase dominante estadounidense reconocen claramente que si los jóvenes, especialmente en las universidades de “élite”, empezaran a cuestionar con seriedad y a actuar en contra de lo que este sistema está haciendo —si el sistema “perdiera la lealtad” de grandes números de estos estudiantes—, eso podría ser un factor importante en la creación de una verdadera crisis para el sistema en su conjunto, como lo que ocurrió en los años 1960: una crisis, ahora más que nunca, que en realidad este sistema no puede darse el lujo de permitir, en un momento en que profundas divisiones ya están desgarrando al país entero, con choques agudos ahí mero entre las fuerzas gobernantes. Por lo tanto, al mismo tiempo que los poderes gobernantes en Estados Unidos están fuertemente divididos, están firmemente unidos en su determinación de castigar e intimidar especialmente a los estudiantes de las universidades de élite los que se han pasado al frente para protestar contra la masacre genocida de los palestinos. La clase dominante desesperadamente quiere impedir que una oposición a sus intereses fundamentales se extienda y active a masas de personas, de todas partes de la sociedad.
Demócratas y republi-fascistas
Hay unidad entre los demócratas y los republi-fascistas en que hay que enfriar y reprimir las protestas; pero hay algunas diferencias sobre cómo hacerlo. Mientras que los republi-fascistas como Johnson distorsionan falsamente las protestas como “antisemitas”1 y exigen el uso total de la fuerza, los demócratas están divididos en cuanto a cómo mantener unidos a sus partidarios y mantener la mentira de que son el partido de “reforma” mientras financian horrendos crímenes de guerra. La capacidad de Israel para dominar el Medio Oriente y aterrorizar y reprimir a los palestinos es crucial para el funcionamiento del imperio estadounidense. Como partido de la clase dominante del capitalismo-imperialismo estadounidense, los demócratas están obligados a apoyar a Israel, hasta tal punto que, como ha señalado Bob Avakian, Biden aun está dispuesto a arriesgarse a perder las elecciones para continuar con este apoyo.
Parte del problema que enfrentan los demócratas es que las personas de cuyo apoyo dependen son personas que a menudo quieren ver un cambio positivo y tienen la ilusión de que los demócratas puedan ser el vehículo para lograrlo. Atraer y acorralar a esas personas es un papel crucial que desempeñan los demócratas en el sistema político imperialista. Sin embargo, ¡aquí van esos mismos demócratas financiando, respaldando y despejando el camino para un genocidio horrible! La repulsión contra esto se está extendiendo por todas partes. Un artículo del New York Times citó a una mujer blanca de 75 años de una zona rural de Wisconsin que votó por Biden en las recientes primarias que dijo: “Muy a menudo vemos en la televisión a niños sufriendo y muriendo de hambre. Somos liberales. Somos progresistas. Toda nuestra ideología es ayudarnos unos a otros y cuidarnos unos a otros. Así que no podemos ignorarlo. Simplemente no podemos”. (“Poniendo una cara diferente a la consternación por Gaza” [aparece en línea como “After Israel Aid Vote, Pocan Seeks to Show Biden Liberal Dismay on Gaza”], Robert Jimison, New York Times, 2 de abril).
Se puede ver aquí el potencial para un mayor descontento en un momento en que esta sociedad está siendo desgarrada y, como ha analizado Bob Avakian, la revolución es más posible. Es especialmente en tiempos como estos cuando los revolucionarios necesitan ir a todas partes y a todos aquellos cuya “ideología es ayudarnos unos a otros y cuidarnos unos a otros” y que “simplemente no pueden ignorar” lo que ahora está haciendo el partido en el que confiaban. Es un momento de luchar con ellos para que vean que sólo existe una manera de llegar a la sociedad que pueda dar expresión a sus aspiraciones más profundas y justas: y ese camino es a través de la revolución y el nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian.
Organizándose para esta revolución: ¡Todos a trabajar esta semana!
El Primero de Mayo Internacionalista Revolucionario, que se celebra del 1 al 5 de mayo, es un momento crítico, una oportunidad real de convocar a la gente no sólo para expresar su oposición a esta guerra genocida sino aún más para conocer y adentrarse en la nueva forma de vivir y el sistema fundamentalmente diferente que necesitamos, mediante la revolución. Especialmente en las comunidades más oprimidas, es necesario encontrar formas creativas y militantes para llevar este mensaje a la gente en la próxima semana, y esto puede y debe incluir excursiones a los campamentos en las universidades junto con personas de las comunidades así como llevar a estudiantes a las comunidades de los oprimidos para que se corra la voz sobre lo que está sucediendo.