Durante tres días de la semana pasada, la Coalición Remove the Regime / Destituir al Régimen reunió a miles de personas en Washington, D.C. para exigir que el Congreso “someta a un juicio político, condene y destituya a Trump”. La semana comenzó con una marcha el jueves 20, seguida de un día de cabildeo en el que cientos de personas marcharon por los pasillos del Congreso. El viernes 21 se celebró una protesta de veteranos bajo el lema “Recuerda tu juramento”. Los oradores eran veteranos que hablaron de la urgencia de alzar la voz y ponerse de pie contra el fascismo ahora. Algunos hablaron del daño que ya ha causado el régimen de Trump, del ICE y las detenciones, a los ataques a las mujeres y a las personas trans, pasando por el genocidio en Palestina, los ataques a la atención médica, los ataques a la educación, la libertad de expresión y mucho más. Se recordaron repetida y enérgicamente a los soldados en servicio activo que habían jurado lealtad a la Constitución, y no a un tirano fascista.

El sábado 22, se realizó un mitin y marcha entusiasta de más de 10.000 personas, que acudieron desde todo el país y la región para exigir la destitución del régimen de Trump.

Algunos oradores transmitían una fuerte sensación de urgencia: que tenemos que actuar ahora mismo, sin demora, y no esperar que otro asuma esta responsabilidad. Otros se centraron en el proceso específico de destituirlo mediante un juicio político / condena. Hubo música poderosa de Dropkick Murphys y una canción visceral sobre el impacto del fascismo de parte de Earth to Eve.

Todo esto inyectó importante energía, presión pública y oposición a Trump en la capital de la nación, y representa una contribución positiva a la lucha de masas necesaria para obtener la destitución del régimen. Al mismo tiempo, aunque un juicio político podría ser una forma con la que cumplir con esta demanda, no es la única forma mediante la cual se podría sacar a Trump de manera no violenta. Lo que es aún más esencial: es extremadamente improbable que se obtenga su destitución sin una lucha masiva, no violenta y sostenida de millones de personas que exijan la destitución de Trump. Además, los términos y el ritmo de esta lucha no deben estar determinados por los calendarios y procedimientos del Congreso; el ritmo de la maquinaria fascista es demasiado urgente para eso. Y aunque el cabildeo sin duda puede desempeñar un papel, esa actividad no puede sustituir lo que en última instancia deben ser millones de personas en las calles en una protesta no violenta sostenida, centrada en Washington, D.C.

Esto hace que sea aún más importante lo que Rechazar el Fascismo esté tomando como base y que esté redoblando sus esfuerzos por activar una creciente protesta masiva y no violenta en Washington, D.C. con su llamamiento Rodeemos la Casa Blanca el lunes 24 de noviembre, y pronto anunciará otros planes.